EL CONTROL SOCIAL Y LAS CONDUCTAS CRIMINALES

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EL CONTROL SOCIAL Y LAS CONDUCTAS CRIMINALES

INTRODUCCION

        Cuando hablamos de control social lo asociamos al delito, al crimen pero también lo asociamos a la forma en que el gobierno nos domina por medio de la divulgación de ciertas normas o reglas que se divulgan  por los medios de comunicación; es por eso que el control social  se expresa como una ley, como unos estatutos  para regular el comportamiento de la sociedad.

        Han sido pocas las nociones del concepto que se han generado un sin fin de definiciones o creencias, limites imprecisos y a la vez confusos donde la utilización  de la vida diaria lo ha convertido en una especie e de comodín funcional  que genera una polémica interminable.

Sin embargo en la vida diaria el control social se da espontáneo, diferente según el lugar donde se encuentre por lo tanto se da en todas partes, en la familia, en el lugar de trabajo, en la escuela, en las discusiones… en la vida diaria.

DESARROLLO

El control social es un conjunto de reglas, normas, valores y costumbres que permiten que la coexistencia entre los diferentes grupos de una sociedad sea pacífica y armonizada. Es un conjunto de medidas, una serie de normas o reglas explícitas e implícitas, cuyo fin es mantener el orden de la sociedad.

Para los sociólogos el control social son los apartaos del Estado, aquellos cuya función sería reproducir las relaciones de producción  y de explotación  de una sociedad, esto es el sistema jurídico penal, sus instituciones y operadores, las leyes penales, la cárcel, la policía, el sistema de justicia, etc. (Aguirre, 2001)        

Los criminólogos  en general denominan el control social como la influencia de que ejercen determinados elementos componentes de una sociedad, en la forma de comportarse de sus asociados. La criminología procura analizar desde diferentes perspectivas las instancias encargadas de reaccionar socialmente contra la desviación y la delincuencia para le esto el control social es toda intervención o fiscalización que se efectúa para supervisar el funcionamiento correcto de algo, en este caso, de la sociedad.

La necesidad de convivir de los seres humanos siempre ha existido, como también las conductas antisociales, dentro de la historia del hombre se ha visto envuelto de situaciones de contención o control social, mismas que han llevado a resultados positivos y negativos. Refiriendo en cuestión de la criminalidad las políticas criminales que  hoy en día se emplean están basadas en la prevención del delito, el cual es producto de la desigualdad social derivado de las transformaciones económicas que se dan en el país y por consiguiente en la sociedad.

La prevención  tiene como objetivos determinar los factores criminógenos que se manifiestan reforzando las que se contraponen, y la eliminación de los factores que propician el delito, con la finalidad de que se disminuya la criminalidad mediante la ejecución de medidas preventivas elaboradas con carácter racional al objeto de que puedan ser llevadas a cabo y alcancen a todas las esferas locales a las que van dirigidas.

De acuerdo con Pizzotti Méndez (s.f.) estas medidas deberán  tener un fin educativo, por cuyo medio intermedio se genera un sentimiento de respeto y acatamiento al ordenamiento  jurídico penal vigente y a las normas morales de la sociedad, pues sabido es que la promulgación de leyes más severas, aplicación de sanciones más altas y una mayor presencia de personal policial no determinan enteramente la disminución de la delincuencia.

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