EL SENTIDO DE LA VIDA
dianamolina14 de Agosto de 2012
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Elogio del divorcio
Bienaventurado el divorcio porque me tranquiliza cuando esa tos seca por la mañana me incordia demasiado, (no será para siempre, estás de paso, gracias al divorcio) y a ti te libera de mis ronquidos y mis pijamas de oso minusválido que pueden hacer pensar en todo menos en una mujer a quien metérsela, bienaventurado ese papeleo que se aviene a reparar heridas, coser remiendos, señalizar esa bifurcación de senderos en la que tuvimos la mala idea de elegir en la desdichada juventud,que apunta con una linterna las discusiones, (nadie quiere herir a quien está de paso ) , que relativiza los desencuentros y arropa los recuerdos, que vienen al final a morir a la orilla de un tranquilo lago donde sólo flota la belleza de los que nos unió.
Bienaventurado el divorcio porque no leí la letra pequeña y de haber vivido otros tiempos, estaríamos condenados de por vida a soportarnos, yo más que tú por llevar una raja metafísica , todo sea dicho, las piezas únicas siempre salen ganando, esto se sabe , claro, hasta el punto de recortar derechos, pero menos mal que estamos aquí y ahora y el divorcio fue nuestra fiesta de la civilización y la concordia, la ola benefactora que te barrió de mi vida , a ti a y a tus opiniones apasionadas sobre en qué y en qué gente invierto mi tiempo y elixires, y a mí me libró de tu ansia exploradora , común a muchos de tu sexo, porque me la sigo encontrando , de hecho algunos albañiles provisionales, contratos basura, horas o semanas ,han sido mis colaboradores en apuntalar las largas noches del invierno femenino próximo al climaterio, que tiene pinta de todo menos de ser un clima cálido , más bien apunta a monzones y crisis, como todo lo nuestro.
Bienaventurada la carta de libertad, en la que pienso dentro de un bocadillo de cómic cada vez que me das consejos para mejorar mi vida o soy yo la que tiene ganas de aconsejarte , como si todavía compartiéramos estación o acabáramos de conocernos en una cafetería de gasolinera a eso de las once de la noche , cuando toda la gente normal está durmiendo .
Cada vez que me cambias algo de lugar, me pones problemas o me pones problemas cuando te cocino o cuando hablamos de alguien usando ese lenguaje con el que nos hicimos tantas raspaduras que dejamos secar al viento.
"Menos mal que estamos divorciados”, con la confianza de los matrimonios intacta dentro de su envoltorio de amor raro, puesto que tú me admiras y yo debo quererte todavía cuando te sigo defendiendo delante de mi familia.
Y aunque me haya pasado todos estos días deseando que subieras al avión , fíjate que ahora te echo de menos , este guayabo de mirar las cosas que has hecho en estos días, las repisas ordenadas, la clasificación de ropa de la niña , la forma en que me has aparejado los zapatos y el eco de tu voz entre los peluches , siempre dejas ese hueco insoportable, quizá el vacío es lo único que no puede caducar, así como el dolor de las cosas imposibles, antes me dejaría cortar los dos brazos que pensar en volver contigo, aunque te quiera , pero no te quiero "así " , y para mis amigas , diré que ni flores, tampoco por tu parte , que me abrazas pero sabes que siempre nos quisimos de esa otra forma que decía Gala que no le quita el sueño a nadie.
Además sé que tú eres de otra, que San Pedro te la bendiga y ella te disfrute con salud, menudo alivio, bienaventurado el siglo XXI, es una gran época la que nos ha tocado a las mujeres, y quien diga lo contrario merece volver a ser una damisela de bragas sucias en el siglo pasado, por poner un ejemplo, a casarse con un provinciano, por poner otro ejemplo.
Lo sé, estoy en fase dura, viento fuerte, nada de marejadilla, marejada en toda regla, las medias tintas no tienen nada que hacer frente a un buen vaso de tinto recio, eso lo tengo claro, y parece que empiezo a elegirlo, sin arrepentimientos,
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