ENSAYO SOBRE INCIDENCIA CRIMINOLÓGICA EN EL PERÚ

ENSAYO SOBRE INCIDENCIA CRIMINOLÓGICA EN EL PERÚ

El objetivo de una sociedad es el respeto y la armonía en común, basada en el bienestar social de cada uno de los integrantes de una comunidad, sin embargo, la realidad actual difiere mucho de tal objetivo, ya que al avanzar los días a través de las noticias nos enteramos que se incrementan conductas delictivas que dañan el objetivo de una sociedad y que muchas veces se ven motivadas por factores externos en cada persona. Ante tal problema social que atañe a todas las personas en una comunidad, es razonable encontrar un remedio para este mal, eso hace que nazca la criminología. Entonces, ahí viene a realizar una de muchas preguntas que se puede hacer una persona ¿Por qué la mayor cantidad de delitos son cometidos por varones en el Perú?.

Para dar respuesta a esta incógnita, una primera aproximación a esta respuesta podría ser la propuesta de Hagan y sus colegas en base a la teoría del poder – control donde trata de explicar, porqué los índices de criminalidad son mayormente cometidos por hombres que mujeres indicando que “chicos y chicas son socializados de modo diferente, las diferencias serán especialmente patentes en las familias con estructura más patriarcal, puesto que en ellas las diferencias en la socialización que se da a hijos e hijas están más marcadas todavía”^[1] Donde muchas veces en el Perú se da este tipo de casos donde el padre se encarga de trabajar fuera del hogar y que la madre se ocupa de los trabajos domésticos en el hogar y la crianza de sus menores hijos e hijas. Entonces, las hijas asumen papeles más apegados a la de una madre, mientras que en el caso de los chicos se les brinda más libertad en hacer sus propias actividades como parte de un esquema básico que reproducen ideas machistas en la división entre uno y el otro género, que en opinión mía existe un control social porque mayormente las hijas en sus años de formación son mayormente supervisadas y alejadas de conductas criminales que resultan injuriosas, por parte de su entorno familiar, como una ética de cuidado a diferencia del hijo y que si en algún momento las hijas desafían estos roles naturales es cuando ocurre el acto delictivo.

Esta primera aproximación tiende a irse por una cuestión de rol de género en base al control social. Sin embargo, existe la cuestión de genética en que el mundo criminal de hoy en día premia la mayor fuerza física y velocidad de los hombres en razón de que el mayor índice de delitos que se comete en el Perú son los delitos contra el patrimonio, específicamente el de robo agravado. Entonces, las demandas del medio ambiente delictivo explican la menor frecuencia de mujeres en este tipo de acto delictivos en comparación de los hombres dado que los estereotipos sociales femeninos son básicamente incompatibles con las cualidades valoradas en el mundo criminal, ya que de alguna manera “la apariencia física condiciona mayormente las formas y tipos de conductas delictivas en base a la fuerza y violencia que juegan un papel central en la comisión de delitos con mayor frecuencia”^[2]. Por lo que, esta posición contribuye a ampliar las desigualdades de género en el delito, ya que está ligada con las diferencias de procesos característicos hormonales entre mujeres y hombres bajo el aspecto que “los varones tienen una mayor agresión física desde la infancia hasta la madurez (…) donde dependen de procesos químicos que están regulados por la acción hormonal”^[3] que bajo opinión suele responder del porqué los niños tienen mayor tendencia a realizar juegos bruscos y agresivos. Por ello, afirmamos que los varones difieren de las conductas perpetradas por las mujeres.

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