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Economía de la Cultura


Enviado por   •  26 de Abril de 2020  •  Tareas  •  2.599 Palabras (11 Páginas)  •  199 Visitas

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Licenciatura en Gestión Cultural

Economía de la Cultura

RELACIÓN ENTRE ECONOMÍA Y CULTURA

UNIDAD I – Actividad 1

ASESOR: José Martinez Graciliano

ALUMNA: Márquez Curiel Ariela Amada

Fecha de elaboración: 30 de Agosto del 2015


La Cultura como Potencializador de Industrias y Empresas

Toda sociedad, llámese tribu, comunidad, región, nación, etcétera; es un conjunto de personas que comparten algunas características en común y que por ende ésta debe estar conformada por tres elementos esenciales: la Economía (que se encarga de la producción, distribución y consumo de los recursos), la Política (que se encarga de organizar y regular los problemas para mejorar la sociedad) y la Cultura (donde se distingue y engloba la identidad, es decir, sus tradiciones, costumbres, conocimientos, etcétera).

Se podría decir que todos estos elementos surgieron como una cuestión de supervivencia; de manera que, si falla uno de ellos, es prácticamente imposible que una sociedad exista pues cada uno abarca una parte de las distintas necesidades humanas, tanto a nivel social como individual.

De ahí que llaman mucho la atención dos cosas. Por un lado, desde los años 60 y más en los 80, los Estudios Culturales han aumentado al grado que ya son un campo de estudio serio y definido, donde hay estudios de grado, además que se incluyen centros de investigación con sus correspondientes investigadores; profesionistas que llevan a la práctica el ejercicio de la gestión cultural; Observatorios Culturales donde se hace investigación de área y monitorean las necesidades culturales y tendencias de crecimiento en el sector económico, para su posterior aplicación en la gestión del patrimonio y áreas estratégicas; por mencionar a algunos.

Por otro lado, en la práctica pareciera que, aunque según Throsby, el Banco Mundial “declaró que la cultura era un componente esencial en el desarrollo económico, por lo que en adelante desempeñaría un papel más importante en el diseño y los criterios de las operaciones económicas del banco” (p. 15); todavía se le da prioridad a los campos de la Economía y la Política. A pesar de la importancia de la Cultura, cada vez hay más protestas porque el gobierno reduce más el presupuesto y recursos destinados a esta. O como dice García Canclini (1987)

“Política y Cultura: dos campos adversarios para muchos políticos, para muchos artistas e intelectuales. Los políticos suelen dar por supuesto que la sociedad tiene problemas más apremiantes, sobre todo en tiempos de austeridad, de modo que prefieren dejar que las demandas culturales de sectores tan pequeños, cuyas actividades interesan a minorías y repercuten poco en los movimientos del electorado, se resuelvan en la competencia entre grupos, tendencias y organismos privados” (p. 13).

Sin embargo, la cultura tiene la capacidad de cubrir no sólo necesidades sociales, sino que afecta todo tipo de necesidades en el ser humano; pues abarca casi todos los aspectos, ya que en realidad es la forma como vive la gente. La definición que da la UNESCO acerca de la cultura dice que:

“La cultura… puede considerarse…como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.”

Lamentablemente, vivimos en una dicotomía social, respecto a la concepción de la cultura: pues la gente tiende a “castigar” este sector, ya que las actividades culturales no producen comida, vivienda o seguridad (sin importar el valor económico que tengan), entonces se considera que no son necesarias. De ahí que se considera que el individuo que las realiza debe hacerlas por placer y, por ende, no cobrar.

No es raro encontrar personas que consideran al artista o a las personas que se dedican a la cultura como bufones, solo porque creen que sólo sirven para entretenerlos. Lamentablemente, también muchos de estos artistas contribuyen a la devaluación de su trabajo al considerar que deben hacer las cosas por amor al arte (aunque no se gane dinero); esto contribuye a que los bienes y servicios artísticos y culturales, estén perdiendo cada vez más su valor económico.

        Generalmente, se ha llegado a considerar que en el ámbito cultural no es correcto percibir dinero, a menos que sea para sobrevivir. Esto afecta a tal grado que algunos sectores llegan a satanizar a las empresas culturales, ocasionando que se piense que “la creación de cultura popular tiene un carácter negativo en tanto es producida por empresarios interesados en la ganancia.” Un ejemplo de esto es el evento de ZONA MACO, que es un evento enfocado al arte contemporáneo que año con año ha recibido muchas críticas; en vista de que sus expositores no están haciendo arte, sino sólo exponiendo cosas que pueden funcionarles para ser famosos.

Por otro lado, algunas empresas han reconocido que la cultura es un elemento primordial en la sociedad, por lo que se la explota. Las grandes industrias comercializan con ella y no sólo buscan cubrir necesidades, sino que generan otras nuevas al grado que hoy en día no es raro encontrar elementos nuevos que afectan nuestra forma de vida y se integran inmediatamente a ella. Por ejemplo, hace 10 años no se acostumbraba mandar mensajes con emoticones, o caritas, dado que la gente estaba más acostumbrada a los textos que a las imágenes. En la actualidad se ha vuelto casi necesario mandar un texto con alguna de estas imágenes, para que nuestro receptor entienda bien qué queremos expresar en vista de que nos hemos convertido en una sociedad predominantemente visual; y en caso de mandar un mensaje de puro texto, se entiende que la conversación es demasiado formal o que el emisor está enojado.

Otro ejemplo es el caso CINEMEX, quienes revolucionaron la industria de las Salas de Cine buscando la comodidad de los clientes. Anteriormente la mayoría de los cines estaban en edificios muy grandes, con pocas pantallas, difícil acceso y escasos lugares de estacionamiento. Ellos buscaron implementar pequeñas pantallas de cines en centros comerciales; con lo que tuvieron varias ventajas como ofrecer un mayor número de funciones, diferente tipo de películas, más lugares de estacionamiento, mayor variedad y calidad en la dulcería. Por lo que ahora suelen ser prioridad en la elección de las personas.

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