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Ejemplo de lo que es el TRABAJO ''ACCION SOCIAL EN LA EMPRESA''


Enviado por   •  17 de Febrero de 2018  •  Trabajos  •  5.689 Palabras (23 Páginas)  •  163 Visitas

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TRABAJO de 

                PLANIFICACIÓN EXTERNA

                                        de LA   CAJA   INMACULADA

  1. 1. INTRODUCCIÓN

Para comenzar este trabajo, elegimos la modalidad del trabajo. Todos los miembros del grupo, preferíamos con diferencia realizar una planificación externa ya que nos parecía mucho más creativa, original y amena.  Conscientes de que requería un trabajo extra de imaginación, comenzados aportando ideas y buscando una empresa que nos facilitara la información.

En un primer lugar, analizamos los objetivos de este trabajo, queríamos diseñar una acción social y buscábamos una entidad cercana a nosotros, que trabajara en la Comunidad Autónoma de Aragón. Analizamos varias empresas, como por ejemplo Heraldo de Aragón y Caja Inmaculada. Con la primera entidad se nos plantearon multitud de problemas, ello nos llevo a decantarnos finalmente por Caja Inmaculada, incorporando una nueva acción social a las ya existentes.

  1. 2. ORGANIZACIÓN
  1. HISTORIA DE CAJA INMACULADA

LAS CAJAS DE AHORROS

Una Caja de Ahorros es un intermediario financiero y como tal se encarga de encauzar el ahorro de quienes, en un momento dado, poseen renta sobrante hacia cuantos desean hacer  unos gastos para los cuales no tienen recursos suficientes en ese mismo tiempo. El papel de dichas instituciones ha ido creciendo conforme mejoraba los niveles de renta y el bienestar de la sociedad, lo que ha permitido sucesivos crecimientos del ahorro. Además de las cajas, también los bancos son intermediarios financieros, y la diferencia está, entre otras,  en el destino de los excedentes o beneficios que aparecen cuando realizan acertadamente su actividad. Así, los bancos que existen en España son de propiedad privada, y el control de su gestión corresponde a los accionistas y a sus representantes, los consejos de administración: se reparten el dinero entre ellos o financian la expansión del propio banco. Por el contrario, las Cajas de Ahorros  no son ni de propiedad pública ni privada, tienen un mecanismo de control particular: comparten el poder sus impositores a través de los representantes, las Administraciones Publicas, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos y entidades fundadoras. No cabe duda del éxito del esquema de control de las Cajas españolas, ya que han crecido mucho más que los bancos y han sufrido menos crisis en los últimos diez años.. También cabe destacar qué hay de los beneficios: así, los de las Cajas no se reparten y se destinan fundamentalmente a financiar su Obra Social. La obra Social es otra de las característica que singulariza a las Cajas frente a la banca: Su vocación por el territorio, su compromiso con el entorno. Así, en los años 50, 60 y 70 sirvió para que se introdujeran avanzadas prácticas financieras en el mundo rural de forma temprana, lo que contribuyó a modernizarlo.

Estos son las características de las Cajas de Ahorros, que han ido creciendo y ganando cuota de mercado hasta representar la mitad del ahorro que recoge el sistema financiero. Las Cajas españolas son las que más significación y progreso han tenido a un ritmo comparable con las demás cajas de Ahorros de otros países europeos.

        HISTORIA DE LAS CAJAS EN ESPAÑA

        Para poder enmarcar la propia trayectoria de Caja Inmaculada y comprender las etapas por las que ha atravesado, explicamos la historia de las Cajas en España

Comienza con la Real Orden de 3 de abril de 1835, en la que el ministro Diego Medrano y Treviño animaba a los gobernadores civiles a promover en sus provincias dichos establecimientos financieros. , Que desde hacía ya décadas eran una realidad en países europeos como Francia, Alemania y Gran Bretaña. Entonces se les atribuía la misión de promover el ahorro entre las capas más modestas de la sociedad y sobretodo a ayudar a los Montes de Piedad, que venían del Siglo XVIII siendo habitualmente el último recurso antes de la extrema miseria y el hambre.

El contexto histórico del nacimiento de  las Cajas de Ahorros fue la reforma liberal tras la muerte de Fernando VII, donde la preocupación por la miseria  era compartida por amplios círculos de la nueva sociedad. Aunque los primeros pasos fueron muy difíciles, hasta tres años después de la Real Orden no tuvo lugar la creación de la primera Caja, por lo que nuevamente en 1839 se volvió a estimular a los gobernadores civiles a promover nuevos establecimientos ligados a los Montes de  Piedad, por lo que a lo largo del decenio siguiente se fundaron diez más. El ritmo de fundaciones tuvo su mayor auge en la Restauración, cuando el gobierno de Canovas aprobó en 1880 una ley liberal para regularizar las Cajas, considerándolas instituciones de beneficencia y no se las obligaba a estar sometidas a un Monte de Piedad. El ahorro comenzó a ser posible y como consecuencia,  la economía de mera subsistencia, a la que pertenecían los Montes, estaba quedando atrás.

        CAMINO DE LA MADUREZ: ENTRE LA PREVISIÓN SOCIAL Y EL DESARROLLO

        El progreso económico abrió también la conciencia de algunas limitaciones en relación con las condiciones de vida y trabajo y la distribución de la renta. Como consecuencia, a finales del siglo XIX se comenzó a tomar estado la ‘’cuestión social’’ y la mera promoción de la beneficencia. La creciente urbanización hacía evidente la falta de redes de protección en una sociedad más moderna que la rural, cuando llegaban la enfermedad, la vejez o el desempleo, por lo que en 1883 se constituyó en España la Comisión de Reformas Sociales, que realizo una gran información sobre la situación de los más desfavorecidos: se creó el Instituto de Reformas Sociales. Con el cambio de siglo empezaron a ser visibles los frutos de estas preocupaciones por la cuestión social. Los seguros para situaciones de desempleo o de diferentes dificultades, la asistencia sanitaria básica, promoción de viviendas baratas, préstamos no usurarios a personas con pocos recursos o garantías, hicieron que las Cajas de Ahorros encontraran una nueva razón de ser desde el comienzo del siglo XX: las Cajas acabaron siendo la pieza clave en la política de previsión social en España. Ése fue el contexto de nacimiento de Caja Inmaculada en marzo de 1905, momento en el cual presidía el Gobierno el Consejo de Ministros Raimundo Fernández Villaverde, que había sido ministro de Hacienda en los dramáticos momentos de 1899-1900, que inauguró un decenio de superávit y una época de progresivo fortalecimiento de la peseta, y su estabilización financiera abrió una etapa de prosperidad económica. Por todo ello esta primera década del siglo CC fue escenario de una gran efervescencia en el sistema financiero español, creándose así varias instituciones. En este año tan solo recibían el 15% de los depósitos del sistema bancario en 1921 seguían ancladas  en la esfera de la previsión social y su competencia no correspondía a Hacienda, que si ocurría con los bancos, sino a la Gobernación por la beneficencia y a Trabajo por la previsión social, que continuaron hasta 1957, momento en que recalaron en Hacienda. Así, a mediados del siglo XX las Cajas eran parte del sistema financiero. Para llegar a esa nueva realidad resultó decisiva la década de los 20, que fue cuando surgió la conciencia de la creciente importancia económica de las Cajas, así las Cajas organizaron su defensa y asistencia mutua con la creación en 1928 de una institución que las agrupaba: la Confederación Española de Cajas de Ahorros, CECA. El éxito de la clase media española es el triunfo de las Cajas.

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