El Acoso Escolar El Bullying
Txupi7821 de Mayo de 2014
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ALUMNA: JULIA MAZO BERNABÉ
ESPECIALIDAD: GRADO EN EDUCACIÓN PRIMARIA
ASIGNATURA: SOCIOLOGÍA DELAS RELACIONES DE GÉNERO Y FAMILIA
CENTRO DE ESTUDIOS: CULTURAL SANTA ANA
CURSO: 2011/2012
1. INTRODUCCIÓN
Vamos a tratar la violencia de “moda” que está afectando a la sociedad en el ámbito escolar y a la convivencia dentro del aula. Se parte de las premisas, que el bullying es una manifestación de acoso grupal guiado por un líder con intención de molestar a otros compañeros (victimas), insultando, amenazando, incluso agrediendo a la víctima.
1.2 ¿Qué es el Bullying?
Bullying es una palabra inglesa que significa intimidación. Infelizmente, es una palabra que está de moda debido a los innúmeros casos de persecución y de agresiones que se están detectando en las escuelas y colegios, y que están llevando a muchos escolares a vivir situaciones verdaderamente aterradoras.
El bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones, vejaciones, etc., y así tenerlo bajo su complemento dominio a lo largo de meses e incluso años. La víctima sufre calada en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hará sentir dolor, angustia, miedo, a tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras como el suicidio.
1.3 Para la víctima
Las consecuencias del acoso escolar son muchas y profundas. Para la víctima de acoso escolar, las consecuencias se hace notar con una evidente baja autoestima, actitudes pasivas, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, depresión, ansiedad, pensamientos suicidas, etc. También se suman a eso, la perdida de interés por las cuestiones relativas a los estudios, lo cual puede desencadenar una situación de fracaso escolar, así como la aparición de trastornos fóbicos de difícil resolución.
Se pueden detectar a una víctima de acoso escolar por presentar un constante aspecto contrario, triste, deprimido, por faltar frecuentemente y tener miedo a las clases, o por tener un bajo rendimiento escolar. A parte de eso también influye en el plano físico, presentado dificultad para conciliar el sueño, dolores en el estomago, el pecho, de cabeza, nauseas y vómitos, llanto constante, etc. Sin embargo, eso no quiere decir que todos los niños que presenten este cuadro estén sufriendo por un acoso escolar.
Antes de dar un diagnóstico al problema, es necesario que antes se investigue y se observe más al niño.
1.4 Para el agresor
En cuanto a los efectos del bullying sobre los propios agresores, algunos estudios indican que los ejecutores pueden encontrarse en la antesala de las conductas delictivas. También el resto de espectadores, la masa silenciosa de compañeros que, de un modo u otro, se sienten amedrentados por la violencia de la que son testigos, se siente afectado, pudiendo provocar cierta sensación de que ningún esfuerzo vale la pena en la construcción de relaciones positivas. Para el agresor, el bullying le dificulta la convivencia con los demás niños, le hace actuar de forma autoritaria y violenta, llegando en muchos casos a convertirse en un delincuente o criminal. Normalmente, el agresor se comporta de una forma irritada, impulsiva e intolerante. No saben perder, necesitan imponerse a través del poder, la fuerza y la amenaza, se meten en las discusiones, cogen el material del compañero sin su consentimiento, y exteriorizan constantemente una autoridad exagerada.
1.5 Perfil del observador
El grupo de los observadores posee una influencia crucial en el curso de los acontecimientos, pues en el caso de oponerse a las agresiones, los agresores perderán justificación y poder y tendrán que ejercer mayor número de agresiones a más víctimas o dejar de actuar acosando.
Cuando empiezan a provocar a la víctima, ésta va perdiendo apoyos entre sus compañeros pudiendo llegar a sentirse incluso merecedor de la agresión. Si el acoso continúa puede sentirse totalmente aislado de sus compañeros y sufrir un “infierno” personal.
Las víctimas tienen que sentir que en su medio escolar se les apoya y que tienen derecho a comunicar su situación de indefensión.
En cualquier caso el acoso escolar es un fenómeno indeseable, inmoral e innecesario. La víctima se suele sentir sola, infeliz y atemorizada; perderá la confianza consigo mismo y con los demás y una vez que sea adulto se sentirá inseguro, amenazado y en peligro.
1.6 Tipos de acoso escolar
El maltrato entre iguales puede manifestarse de diversas formas. No necesariamente se tiene que dar sólo una de ellas, sino que en muchas ocasiones son un conjunto de las mismas.
Este tipo de agresiones son las siguientes:
Intimidaciones verbales como son insultos, motes, rumores, hablar mal de alguien…
intimidaciones psicologicas: amenazas para provocar miedo, obtener algún objeto o dinero, u obligar a la victima a hacer cosas contra su voluntad.
Agresiones físicas ya sean directas (peleas, palizas, agresiones menores como collejas, cachetes…) o indirectas (destrozo de materiales personales, pequeños hurtos…)
Aislamiento social, bien sea impidiendo al menor a participar en determinadas actividades o ignorando su presencia.
Tambien se dan a coso de tipos racistas que se suelen centrar en minorias étnicas o culturales (motes peyorativos, estereotipados…) o acoso sexual que hacen que la victima se sienta incómoda o humillada.
Finalmente hay que mencionar que en los ultimos años se están dando nuevas modalidades de acoso por la difusión de las nuevas tecnologías, de esta manera podemos encontrarnos con que el acoso ya no solo se limita al contacto cara a cara, si no que se puede ejercitar mediante el envío de mensajes de móvil o de correo electrónicoos anónimos, llamadas de teléfono anónimas en las cuales se hostiga y se amenaza a la víctima, etc.
1.7 Tras detectar una situación de posible bullying ¿Cómo debe actuar los padres lo más rápido posible?
El acoso escolar o bullying comporta graves repercusiones en los niños, por esta razón tras detectar una situación de posible bullying se debe actuar lo más rápido posible. Se debe mantener la sangre fría y dar los siguientes pasos que seguro ayudarán muchos más que no presentarse de forma inmediata en el centro escolar para “resolver el problema” donde seguro que se dirán cosas o le harán determinados actos de los que después habrá que arrepentirse:
animar al niño a que cuente todo lo que quiera sobre lo sucedido, a fin de detener una idea exacta de los hechos;
mantener la mente abierta, sin alterarse, con suavidad;
ayudarle a reflexionar sobre lo sucedido hasta ahora;
ayudarle a decidir que hay que hacer para resolver la situación.
Es importante averiguar datos sobre que ocurrió, quien estuvo implicado; donde ocurrió; cuando y si hubo testigos y quienes fueron.
Una vez dados estos pasos, se pueden adoptar otras medidas como:
No intentar por su cuenta “meter en vereda” a los agresores; rara vez funciona, si no que, al contrario, suele agravar la situación.
Hay que comunicarse con el centro escolar cuando se haya llegad a un acuerdo con el hijo sobre la forma, el cuándo, con quién…
Pedir una cita con el director, profesor o persona que se considere más idónea para tratar el asunto. Se debe evitar presentarse en la escuela sin concretar antes una cita.
Presentarse de forma tranquila y ordenada la información que tenga.
Señale con su modo de actuar que usted desea colaborar con la escuela en la búsqueda de una solución. Indique lo que usted y su hijo desean hacer y pida que el representante de la escuela también opine al respecto.
Pregunte sobre el reglamento de régimen interior del centro escolar y su contenido en materia de malos tratos y exija que se aplique.
Anote las medidas que la escuela promete tomar, y pida otra cita para informarse de las actuaciones realizadas.
Por último, hay que recalcar que hay una serie de instrucciones para ayudar a su hijo/a a hacer frente al problema. Estas pueden ser las siguientes:
Si los abusos se están cometiendo camino a la escuela o de regreso a casa, vea si es posible que tome otra ruta, se junte con otros niños, acaso con la ayuda de la escuela, encuentre un compañero más robusto con quien pueda ir acompañado. Estas medidas podrán ser útiles mientras se está resolviendo el problema.
Si a su hijo le cuesta hacer amigos, anímelo para que haga un mayor esfuerzo por conseguirlo, ya que el tener un buen amigo, aun que sea uno solo, puede ser decisivo frente al problema de los malos tratos.
Invite a casa
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