El Alama De La Toga

No basta que cada abogado sea bueno;

Es preciso que, juntos,

Todos los abogados seamos algo.

Ángel Ossorio y Gallardo

Este autor plasma lo que debería de ser realmente un abogado porque en la actualidad muchos han caído en la simulación al derecho, pero este libro tiene mucha relación con el opúsculo de Burgoa “el jurista y el simulador del derecho” ambos autores coinciden en que el orgullo es una faceta de la dignidad, a diferencia de la vanidad, que es una fórmula de la estupidez siendo estas algunas características de los abogados que avece no saben diferenciar unas de otras, por lo que muchos abogados caen en la corrupción q es un gran obstáculo para obtener la justicia.

En primer lugar Ossorio considera que la abogacía no es una consagración académica sino una concreción profesional esto quiere decir que al adquirir un título de licenciado en derecho no le da a uno el mérito de abogado porque para ser abogado ser debe ejercer la abogacía y para esto se debe dar asesoría jurídica y exigir justicia en los tribunales en representación de los particulares esto me parece que es muy claro porque para ser abogado se necesita de dedicación y amor a la abogacía como dice la frase de Eduardo j. Couture que dice: “ama a tu profesión (la abogacía) de tal manera que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor que se Haga abogado”, por lo tanto hay que hacer el bien sin mirar a quien.

También dice el autor que un abogado no se forma en la universidad sino que conforme a lo que ve y escucha de ahí viene el aprendizaje y la experiencia que va adquiriendo el abogado en la práctica pero existe ese miedo en nosotros los principiantes, le tememos al fracaso pero creo que quien no arriesga no gana y si me queda claro que en algún momento tendremos que salir a darnos a conocer y a defender un caso pero para eso debemos tener con firmeza nuestro conocimiento para poder aprender cosas del exterior pero más que nada complementar lo mucho que adquirimos de los catedráticos.

Hace referencia a que no tiene caso tener el título de licenciado en derecho y poder ejercer la abogacía si mucho solo obtienen el título para ser todo menos abogados y creo que es verdad porque conozco a muchos recien titulados que están en puestos de ayuntamientos, unos otros de albañiles, muchos otros de comerciantes, pero no los veo ejerciendo porque dicen que no hay trabajo tal vez sean pesimistas y nos busquen un trabajo acorde a su profesión, por lo que se quedaran en licenciados en derecho nada más.

Un abogado al hacerse cargo de un asunto queda comprometido en triunfar gracias a su trabajo que es comprobar ante los tribunales lo que es justo porque de lo contrario si falla nadie se lo va a perdonar porque está en juego la libertad de una persona y a la vez la de su familia, también el patrimonio de su cliente y por consiguiente también de los que dependen del el, pero algo sumamente importante es la felicidad de esa persona que deposita toda su confianza en el abogado, si gana y defiende a su cliente acertadamente tal vez sea bien remunerado pero lo que debería importar más es la satisfacción de corresponderle a esa sociedad que esta cansada de hablar y que no se les escuche, pero con la influencia de un abogado el cual conoce las leyes y le corresponde defender a aquellos que no sepan de sus derechos hacerle frente a las autoridades para que emitan la justicia, no por simple analogía sino conforme a las leyes.

El derecho no debería de ser vista desde el punto de vista que es la obra del legislador sino que, es el producto constante y espontaneo de los hechos, pero estos hechos ya rebasaron las leyes sino porque hay tanta sangre derramada por inocentes, porque existe cada día más delincuencia; ya las personas le temen salir de sus casa porque las autoridades no brindan protección sino que en complicidad con los malos quieren controlar a la sociedad de aquí se deriva la corrupción en la que vivimos esa sensación de justicia se ha perdido y nos podemos dar cuenta en el sinnúmero de delitos que se presencian día con día y la gente ya no quiere denunciar porque sabemos que no se va hacer nada a pero otra cosa seria si muestras dinero hay si le hacen caso a las víctimas del delito, lo peor de todo es que entre esta corrupción están mesclados los abogados pero por unos cuantos se tacha a todos, estoy convencida que si existen abogados buenos y honestos solo que la sociedad es muy cruel y ya no confía en nadie ni en los defensores de la sociedad que son los mismos abogados.

Sostiene este autor que la característica fundamental de la abogacía es el ingenio

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