El Discurso Politico

El discurso como estructura del poder político.

Por medio de este texto mi principal intención es describir las relaciones que se subscriben en el discurso que tiene un gobernante, el poder político y el Estado, en otras palabras, es poner de manifiesto que función tiene el discurso en el poder político.

En la actual sociedad vemos al Estado como un ente regulador del comportamiento humano (las pasiones) para vivir en “armonía” los unos con los otros; entender el poder político como la ontología o esencia misma del Estado; y por último el discurso como herramienta o capacidad que tienen los individuos en el lenguaje para transmitir su forma de comprender el mundo, buscar como persuadir, y en ese mismo orden de ideas, identificar como un gobernante maneja su propio discurso, con el objetivo de controlar y preservar el poder político en el Estado. A través de la historia se ha demostrado en innumerables ocasiones que el discurso es el vehículo principal de la política. Este discurso cuenta con una estructura que no es más que la ocasión y el contexto (tiempo, lugar y circunstancias), teniendo en cuenta que el contexto no es lo que se relaciona directamente con el discurso, sino los imaginarios que construyen los participantes en el proceso discursivo que se desarrolla en el contexto comunicativo o de interacción sobre los asuntos de la política.

Dados los anteriores argumentos ¿qué entendemos por poder político? Tratando de ser lo más claro posible, el poder político se puede entender como la capacidad de acción que tiene un gobernante legitimado por los individuos en el Estado, para aplicar la fuerza y tomar las decisiones que los envuelven en una sociedad, independiente que sus fallos sean buenos o malos desde el punto de vista moral, tema que no abordaré por su complejidad y la intención del texto. Para exponer una visión amplia sobre el poder político he tomado el concepto de la enciclopedia en línea Eumed.net que nos dice que:

"Una energía social, emanación de una representación mental, colectiva y dominante, del orden social deseable", en nombre de la cual se presta acatamiento al mando político. Siempre se manifiesta en la relación humana y en su génesis está la obediencia: se tiene poder en la medida en que se es obedecido”.

Por lo tanto, para que el Estado pueda subsistir es indudablemente necesario que exista el poder político, ya que sin este mecanismo de regulación simplemente colapsa, porque el poder político crea el Estado para su estructuración y el Estado en representación de un gobernante hace uso del poder político para el control de la sociedad, en este sentido estos dos elementos funcionan, algo así, como una simbiosis, dado que hay una retroalimentación en ambos, pues el uno no puede existir sin el otro, hasta ahora.

Pero, ¿cuál es la fuente del poder político? Con relación a la pregunta, la respuesta es el discurso, porque quien maneja el discurso es en este caso quienes participan en los asuntos políticos, estos mismos tienen la posibilidad de persuadir y quien persuade domina y manipula la voluntad del otro o de los otros (poder). Por lo tanto, para la producción del discurso, los actores de la política al momento de dar despliegue a su información, parten de un modelo mental personal el cual hace referencia a la situación, dicho en otras palabras, la relación que se da entre el discurso y los contextos solo se da, siempre y cuando, halla una representación de las situaciones políticas.

Así pues, para que los hablantes o los actores políticos puedan saber qué información de sus representaciones sociales deben incluir al momento de pronunciar un discurso, tienen que saber algo de la situación comunicativa en el que se produce, donde se incluyen las creencias de quienes reciben la información,

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