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Discurso Politico

Ahira25 de Noviembre de 2013

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DISCURSO DE LUIS DONALDO COLOSIO

Toma de protesta como presidente del CEN

del Partido Revolucionario Institucional.

Diciembre 3, 1988

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Presidente del CEN del PRI.

México, D.F., 3 de diciembre de 1988.

Auditorio Plutarco Elías Calles.

Consejo Nacional Extraordinario.

"Si nuestro partido fortalece su democracia, se democratiza México ".

"Movilicemos todo el partido, todo el tiempo y en todos los lugares".

Saludo con reconocimiento y respeto a los integrantes de este Consejo Nacional que han depositado en nosotros su confianza.

Saludo a los distinguidos militantes que en sus respectivos estados encabezan la realización del proyecto político de nuestro partido: los saludo con afecto señores gobernadores.

Saludo con respeto y solidaridad partidaria a la dirigencia de ayer y de hoy - militantes de siempre - que hoy con su presencia dan singular realce a esta reunión extraordinaria del Consejo Nacional de nuestro partido.

Compañeros priístas:

Hace unos momentos, cuando ante ustedes rendí protesta, he vivido a plenitud mi libertad, porque no conozco ejercicio mayor de la libertad que la voluntaria asunción de un compromiso; y ante ustedes, hace apenas unos minutos, he contraído el compromiso más importante de mi vida.

Acepto con seriedad y con responsabilidad mi encargo. Procuraré cumplirlo al máximo de mis fuerzas, con la ayuda de ustedes y con mi pasión por mi partido.

Jorge de la Vega, como Presidente, y Manuel Camacho Solis, como Secretario General, dejan una huella en nuestra Institución Política. Sus esfuerzos se sumaron, en situaciones por demás difíciles, a los que en su momento realizaron ex presidentes que hoy nos honran con su presencia.

He de dar continuidad a la ruta que ellos trazaron. Para ello, cuento con la colaboración de uno de los priístas más probados dentro del partido, el licenciado Rafael Rodríguez Barrera, quien como alto funcionario de la federación, legislador y gobernador de su estado, siempre ha sabido identificar su acción con la ideología partidaria.

Hoy el priísmo nacional tiene claros objetivos. Hemos de tener la visión, el talento y el coraje, para convertir en hechos los tres grandes acuerdos nacionales propuestos por el Presidente Carlos Salinas de Gortari.

El Acuerdo Nacional para ampliar nuestra vida democrática recupera las nuevas exigencias de los partidos y de las organizaciones sociales, de los ciudadanos y de la comunidad entera. Vivimos un momento esencialmente político. Avanzamos hacia un nuevo equilibrio en la vida política nacional.

Esas realidades encontrarán respuesta en el fortalecimiento de la vida democrática en el partido. Han cambiado los tiempos y las formas del quehacer político, y esto, ha sucedido mediante el voto.

Al manifestarse democráticamente mediante el sufragio, la sociedad mexicana expresó políticamente su pluralidad. Nos alcanzaron los tiempos de la modernidad política. La legitimidad de los gobiernos se obtiene ahora, a través de la competencia entre partidos por el poder y el voto ciudadano.

La competencia política convierte a los partidos en los grandes mediadores entre sociedad y estado. En sus convergencias y acuerdos, pero sobre todo por sus discrepancias, ellos generan la legitimidad democrática que requiere un gobierno.

Por eso, el PRI no teme a la democracia. Siempre la ha impulsado, y lo hará decididamente en estos momentos, cruciales para México. Si nuestro partido fortalece su democracia, se democratiza México.

Estará abierto a todas las tendencias y a la discusión. Hay que abrir las puertas, discutir en voz alta, dialogar permanentemente entre nosotros. No vamos por ello a romper la unidad sino a fortalecerla. Vamos a buscar una unidad fundada en consensos reales. Es tiempo de la política. La unidad nacional será uno de sus frutos.

El PRI da la bienvenida a la competencia política. La asumimos plenamente. No nos asombra la existencia de proyectos divergentes del que nosotros postulamos. Convocamos al debate. Es una exigencia de la democracia y de la pluralidad. Respetaremos a nuestros contendientes. También, nos haremos respetar.

El PRI enfrentará sin temor los retos de la competencia y de la pluralidad. Como partido mayoritario asumimos nuestra responsabilidad en la transformación de México. Daremos sentido a la lucha por el poder y fortaleceremos la democracia electoral. Nuestro partido se pondrá a la vanguardia de la práctica política que reclaman los tiempos actuales.

Así, contribuiremos a la construcción de un orden en el cual la disidencia no se convierta en fractura social y los consensos plurales fortalezcan la unidad de la nación.

El apoyo que brindaremos al Acuerdo Nacional para la recuperación económica y la estabilidad, lo entendemos como nuestra decisión inquebrantable de luchar al lado de los obreros, campesinos y clases plurales, por la satisfacción de sus justas demandas.

El PRI reconoce que sólo puede continuar obteniendo triunfos políticos en la medida en que evite las derrotas de la economía popular.

En los hechos vamos a estar con las causas obreras; vamos a estar al lado de los campesinos en sus justos reclamos; vamos a estar con las clases medias populares a la hora de exigir justicia.

La deuda externa representa lastre y atadura para el desarrollo y superación que nuestro pueblo merece. Al convertir el Presidente Salinas de Gortari en decisión de Estado, el reclamo popular de someter al interés nacional su pago y su servicio, seguramente habrá de enfrentar - afuera y adentro - presiones y embates. Seguramente también habrá de vencerlos. Pueblo y Partido estaremos a su lado.

Nuestro Partido nació de un proyecto de solidaridad. Encuentra en el tercer Acuerdo Nacional, la ocasión para reafirmar su vocación de justicia y transformación social.

Celebramos el inicio, el día de ayer, del Programa Nacional de Solidaridad. Nuestros campesinos y ciudadanos más pobres, nuestros indígenas, reclaman justicia inmediata. En el campo y en la ciudad, cada familia será juez del cumplimiento de este compromiso.

En los Estados de la República y aquí en la Capital, el Partido redoblará su empeño porque se amplíen los diferentes servicios básicos. Es un compromiso de justicia social elemental, pues las carencias de agua, drenaje, vivienda, transporte, pero sobre todo de seguridad ciudadana afectan más a los que menos tienen, a los mexicanos más pobres y más desprotegidos. El Partido estará al lado de los reclamos de más y mejores servicios y en la exigencia de mayor seguridad en la vida diaria.

El PRI es el partido histórico de la Revolución Mexicana. Y todavía hay quienes se preguntan en qué y en dónde reside su fuerza. Ellos parecen ignorar que nuestra organización ha sido la única capaz de concertar durante años a las clases fundamentales de la nación.

También quieren soslayar que con este partido a la vanguardia, México ha conseguido para las actuales generaciones, civilismo, relevos democráticos, estabilidad política, paz social y un ámbito de libertades que a todos nos acoge.

Nuestro partido es también la fuerza histórica de la sociedad mexicana porque tiene principios, programas y una estructura que le ha dado consistencia para emprender las mejores causas del pueblo.

Los sectores de nuestro partido han sido sustento básico de la fortaleza del PRI, en ellos ha edificado la concentración de los obreros, de los campesinos y de las clases populares. Ellos mismos han sido los protagonistas de las conquistas sociales políticas y económicas, cuando tuvieron que defenderse la soberanía y los recursos fundamentales de la nación para hacer válida la esencia constitucional de la República.

Fueron trabajadores textiles, mineros, petroleros, electricistas, maestros, ferrocarrileros, trabajadores del campo y de la ciudad, los que hicieron posible la cohesión y la concertación de nuestro partido y la sociedad. La visión, el coraje y el talento que estos hombres y mujeres tuvieron es lo que hoy el partido requiere.

Es por ello, que no aceptamos la pretensión de descalificar lo que ha sido origen, fuerza y futuro del Partido Revolucionario Institucional.

Mención especial representan las mujeres y los jóvenes. Representan sectores de vital importancia para cualquier formación política. No les impongamos arbitraria y verticalmente un esquema por eficaz que sea de incorporación y trabajo.

Señalemos que si la juventud implica optimismo, arrojo, generosidad, entrega, ideal y ahora, cada vez más, análisis crítico y proposición razonada, el PRI debe ser su espacio natural de lucha.

Presentemos a la juventud una limpia y honorable oferta política.

Dejemos de usar el calificativo de juvenil para descalificar toda propuesta audaz.

No existe un problema femenino. Existe sí, una grave e intolerable situación que afecta por igual a hombres y mujeres: los resabios discriminadores que persisten en muchos ámbitos sociales y que nos privan a todos, del gran potencial que representa la mitad de la nación mexicana.

Las capacidades, talento, experiencia de nuestras militantes sabrán encontrar nuevas formas de integración partidaria. Las parcelas y cuotas de poder, que en sí mismas resultan discriminatorias, deben ser superadas.

Por conveniencia, por justicia, por convicción, por simple racionalidad actuemos de una vez por todas, en el entendido de que la igualdad, de a deveras, de sus militantes mujeres y hombres, y el partido potencializa su fuerza.

El

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