El periodismo como historia

Orozco López Astrid Sinaí

Grupo: 2203

Vivir y hacer por y para los demás  

Se le llama vocación a la inclinación o interés que siente una persona, en su interior, para dedicarse a una determinada forma de vida o a un trabajo. El periodismo es y debe ser una vocación, como dice Kapuscinsky: “El periodismo es una lucha que exige un equilibrio contundente de lucidez y pasión cotidianas”.

La vocación de un periodista siempre debe estar presente a través de la empatía y la pasión, si no se es apasionado ni empático difícilmente se llega a la verdad. El periodismo es una actitud y una actividad vital, la consecuencia lógica de un vivir y hacer por y para los demás. Desde que el periodismo es un servicio, las grandes empresas de información han vendido la idea de ser objetivas, como si eso fuera posible.

El periodismo no puede ser objetivo porque eso significa desinformación. En la era digital las noticias corren rápido, por todos lados la gente es bombardeada de datos, que la mayoría de las veces no comprende, y todas esas noticas pasan a ser olvidadas, y si no son olvidadas aun así son intrascendentes para quien las lee o las escucha, porque solo las agencias corresponden a lo que les exige la agenda.

Así que informar, de verdad informar es la vocación que el periodista debe tener, explicar lo que pasó, y la importancia que ese hecho tiene para la región o el mundo, a través de la empatía con los demás para que en esa historia puedan reflejarse muchas otras. Y para poder llegar a esa verdad, se deben de tomar y aceptar los riesgos, incluso si, como dice el autor, esta tiene que ser algo más importante que tu vida.

El periodista tiene una gran labor social, un servicio que no todos están dispuestos a brindar, este tiene que buscar la manera de acercar al lector al entendimiento del mundo. Regularmente los problemas se manejan en términos económicos y políticos, y claro que esa información es verdad, pero detrás de esas cifras, importa la cultura de una población, que es lo que pasa en el alma de aquellas personas que están pasando por el problema, tomando en cuenta principalmente las razones de su cultura, religión, ideología e identidad nacional, para poder crear un panorama amplio y entendible.

El hacedor de este oficio es un traductor de una civilización a otra, de una mentalidad a otra, que son el todo de lo que se compone el mundo en el que vivimos. Para poder escribir sobre estos hechos, es necesario estudiar y tratar de entender, para luego traducir y explicar para tratar de hacer el mundo más comprensible.

Lo que se necesita en muchas ocasiones es comprender al otro y el periodista debe tener esta parte siempre activada, para que también los otros comprendan la lucha de algunos; si nos comprendemos somos menos enemigos, si nos conocemos estamos más cerca el uno del otro.

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