En diciembre de 1834, Quiroga se encontraba radicado en Buenos Aires

1)En diciembre de 1834, Quiroga se encontraba radicado en Buenos Aires. En esos momentos estallo un conflicto entre el gobernador de Tucumán. Alejandro Heredia. Y el de Salta. Pablo Latorre, que amenazaba con transformarse en una guerra civil.

Maza creyó conveniente mediar en el conflicto a través de la influencia de Quiroga, proponiendo a este su intervención directa. El caudillo riojano acepto el encargo, peor antes se entrevisto con Rosas, oportunidad en la que ambos intercambiaron ideas acerca de la organización nacional prometiendo el ex gobernador porteño hacerle llegar por escrito su opinión al respecto.

Quiroga llego a Santiago del Estero. Allí se entero del asesinato del gobernador de Salta, lo cual hacia infructuosa su misión. Se mito entonces a celebrar conferencias con algunos caudillos norteños, iniciando luego su regreso a Buenos Aires.

2)Hasta el habían llegado noticias sobre un posible atentado contra su vida. Sin darle importancia a la información prosiguió su viaje; al llegar a Barranca Yaco una partida comandada por Santos Pérez consumo el asesinato (16 de febrero de 1835).

3)La ley significaba la legalización de la dictadura, pues todo el poder otorgado al gobernador no tendría mas restricciones que “defender y proteger la Religión Católica Apostólica Romana y sostener la causa de la federación por todo el tiempo que a juicio del gobierno electo fuese necesario.

4)El plebiscito de 1835 exigió que el pueblo ratificase con su voto, en un plebiscito, la validez de esta medida extraordinaria. Convocada la ciudadanía para los días 26,27 y 28 de marzo, y tal como se preveía respondió casi unanimente por la afirmativa. Estas cifras corresponden a ciudadanos de capital, ya que no se extendió la consulta a la campaña por considerársela totalmente adicta al “Restaurador”. Con esta decisión unánime del pueblo porteño, Rosas se hizo cargo del gobierno absoluto el 13 de abril.

El nuevo mandatario asumió el gobierno, contando con el apoyo identificados con el apoyo fervoroso de las clases populares y el beneplácito de comerciantes y estancieros identificados con el programa de Rosas esbozo al hacerse cargo de sus funciones, en el que prometía orden y autoridad al mismo tiempo que “persecución tenaz y vigorosa para que sirva de terror y de espanto” a los adversarios.

5)Esta nueva etapa de gobierno rosista habría de caracterizarse por una mayor apertura hacia los problemas nacionales. Confirmando la tradición argentina que señala el papel hegemónico desempeñado por Buenos Aires en la dirección de los asuntos nacionales, Rosas acentuó decididamente esta tendencia. Su pelicular idea del federalismo y de la organización nacional, excluían la convocatoria de un congreso y la sanción de una constitución. Los planes de Rosas consistían en dejar las provincias en dejar a las provincias en manos de sus caudillos con plenos poderes en el orden local, para someterlos gradualmente a la influencia omnipotente de la ciudad porteña.

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