Ensayo: Pa' que se acabe la vaina

Según William Ospina, desde hace 50 años (es decir, el trágico momento vivido el 9 de Abril) el país vive un disputa política que ha dejado muchas víctimas y ha causado que muchos de nuestros compatriotas hayan decidido migrar en otros países. El pueblo Colombiano ha permitido que a nuestro país se le dé una representación Europea en todos nuestros sistemas, ya sean políticos, sociales o económicos, esto no ha permitido que nos apropiemos de nuestra cultura y autenticidad, que nos apropiemos de nuestras raíces y las hagamos evidentes frente a las demás culturas del mundo. Sin embargo, Colombia ha logrado reconocimiento gracias a expresiones artísticas. Tuvo que llegar Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, para que en las últimas tres décadas del siglo la gente supiera dónde ubicar este país inquietante y paradójico en el mapa físico y en el mapa espiritual del planeta. (Ospina, p. 8). Pero esto no fue, ni es suficiente aún para ser reconocidos a nivel mundial, ese reconocimiento lo lograremos cuando juntos decidamos tomar esas expresiones e ir en pro de nuestro propio crecimiento cultural.  

Por otro lado, nuestros representantes del Gobiernos se han escogido como si fuera un juego de azar, representantes que se ensucian las manos en la corrupción y sus "obras para mejorar el país" los llevan a la cárcel.  

Nuestro país es un lugar maravilloso, pero nos hace falta estar unidos y luchar por todo lo que nos han quitado y la mala imagen con la que se nos ha marcado, como el narcotráfico y la violencia. Sin embargo, a pesas de tanta belleza, Colombia no se ha atrevido a exponer su propio pensamiento, nos hemos dedicado a imitar lo que hacen en el exterior, la democracia de nuestro país ha sido una mentira, no importan tantas promesas porque al final reina la desigualdad e injusticia. Cuando tuvimos una oportunidad de cambio, es decir, cuando Jorge Eliécer Gaitán nos quitó la venda de los ojos, cuando nos exponía sus discursos, los cuales eran más que eso, porque concientizó al país de los derechos que este tenía. Pero con su muerte el pueblo protestó libertad, pero luego volvimos al inicio, donde no podíamos expresar nuestros pensamientos hacia nuestro país, donde eras castigado por pensar diferente. Incluso, los grandes escritores, no hacían referencia a su propio país en sus grandes ediciones, sino que se basaban en otra realidad, la de su imaginación o la realidad que encontraban en otros maravillosos países. Gabriel García Márquez relataba las historias de los pueblos indígenas, donde el estado no te obligaba a pensar como ellos querían, un lugar tan alejado de la realidad que el resto del país estaba viviendo. Un lugar donde las personas vivían tranquilas y además de eso tenían un paraíso rodeándolos, como hermosas ciénagas. También cabe resaltar que Colombia ha pasado tantos estragos, que han dejado huella en su memoria, como el trágico momento en que Armero desapareció del mapa, por una avalancha que dejó miles de muertos. Sin embargo, a pesar de tantas tristezas debemos despertar del sueño de que llegue una persona completamente honesta para que cambie nuestra realidad, nosotros mismo, unidos, haciendo frente a las adversidades e injusticias podemos provocar ese cambio en el momento que lo decidamos. Debemos empezar a creer más en nuestros hermanos colombianos que en lo que pueda hacer las potencias mundiales por nosotros. Y mientras hoy en día siguen muchos políticos corruptos creyendo que harán de Colombia lo que quieran por siempre, un pueblo se despierta para provocar ese cambio, un pueblo que va dejando atrás esa ceguera y ese silencio. Cuando ese momento llegue, nacerá una nueva Colombia que será reconocida por su valentía.

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