ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Estado Absoluto

peru.mistico27 de Febrero de 2015

5.155 Palabras (21 Páginas)785 Visitas

Página 1 de 21

EL ESTADO ABSOLUTO

El Estado absolutista es una forma en la cual su gobernante (el monarca) se considera como una única entidad situada por encima de las leyes. La expresión del derecho romano princepes legibus solutus, de la que deriva el uso de los términos absoluto y absolutismo, se aplica en este contexto en el sentido de que el gobernante no está sujeto a la ley, y ejerce su gobierno sin control, límites ni responsabilidad. La forma de gobierno correspondiente es la monarquía absoluta, expresión de la forma de gobierno por la cual los súbditos de ese Estado, coincidentes con la totalidad de la población de las entidades territoriales que lo componen, están sometidos a la autoridad única y soberana de un monarca absoluto.

Con el título El Estado absolutista se tradujo al castellano la obra Lineages of the Absolutist State, de Perry Anderson (primera edición en inglés de 1974).

Aunque existen precedentes de Estados con una fuerte concentración de poder en todas las formas de monarquía e imperios de la Antigüedad (despotismo hidráulico , Imperio romano, etc.), su definición historiográfica se limita a su aparición en la Europa Occidental de la Edad Moderna como expresión política de la formación social histórica denominada Antiguo Régimen (siglos XV al XVIII). Este periodo termina con la Revolución liberal de finales del siglo XVIII a mediados del siglo XIX, con la notable excepción de la autocracia zarista rusa, que llega hasta 1917. Su utilización para designar a otros Estados de épocas posteriores hasta la actualidad es habitualmente objeto de controversia.

Anteriormente en la historia política de Europa medieval, la monarquía había pasado por fases de monarquía feudal y monarquía autoritaria, en las que la autoridad real se fue haciendo cada vez mayor, después de que la disolución del Imperio carolingio disgregara y descentralizara de forma muy acusada el poder político y militar.

«El estado absolutista soy yo»

Es la traducción de la frase atribuida a Luis XIV, «L'état c'est moi», la más clara descripción del Estado absolutista. El Estado adopta esta forma en base a la relación dada entre sus tres elementos constitutivos que son:

• El territorio (o país),

• La población (o nación) y

• El poder (o forma de gobierno).

El poder absoluto de un Estado absolutista debe entenderse, por una parte, como un poder soberano, desvinculado de cualquier control o límites institucionales (como los que impondría una división de poderes hacia el interior o la sujeción a soberanías exteriores como las que en la Edad Media representaban los poderes universales -pontificado e Imperio-); y por otra parte, como no exclusivo: es decir, presupone y asume la existencia de otros poderes simultáneos descentralizados: señorial, asambleas representativas de uno o varios reinos (parlamentos, estados generales, cortes), que pueden tener particularismos e instituciones locales, los municipios, etc.; pero respecto a los cuales se considera preeminente o superior. Los fueros y privilegios estamentales, locales, institucionales y personales, que afectan a clérigos, universidades, gremios y multitud de otras situaciones privativas, suponen otro límite, que también pretende superar mediante la común condición de súbditos, que supone una relación directa con el rey sin cuerpos intermedios.

En todo caso, el absolutismo de la monarquía absoluta nunca se ejerció de forma total (dado el rudimentario desarrollo de los instrumentos para ejercerlo -burocracia, ejército, hacienda-), sino que se planteaba como pretensión o ideal; durante La Monarquía feudal y Monarquía autoritaria.

Para Europa comienza con la Edad Moderna. El monarca es el sujeto soberano y él está por encima del derecho que él mismo monarca crea (la palabra del rey es ley). La forma de gobierno es el absolutismo. La doctrina económica imperante en el Estado absolutista es el mercantilismo. El desarrollo del gobierno absolutista durante el siglo XVIII se denominará despotismo ilustrado, descrito por otra famosa expresión: todo para el pueblo, pero sin el pueblo, y que se suele contraponer a la definición de la democracia de Abraham Lincoln: gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, expresión que ha sido adoptada incluso en el artículo 2.º de la Constitución de la Quinta República Francesa.

EL ESTADO ABSOLUTISTA

La Obra “El Estado Absolutista” de Perry Anderson expresa que: “... (se trata de un) estudio marxista del absolutismo, (...), la finalidad de este estudio es examinar el absolutismo europeo simultáneamente “en general” y “en particular”; es decir, tanto las estructuras “puras” del Estado absolutista, que lo constituyen como una categoría histórica fundamental, como las variantes “impuras” que presentan las específicas y diversas monarquías de la Europa pos medieval. (...)”

“(...) aquí se concede mucha más antigüedad al absolutismo, (...) La historia de Europa oriental es una copia de la Europa Occidental, que podría yuxtaponerse al lado de ésta sin afectar a su estudio; el desarrollo de las regiones más “atrasadas” del continente arroja una insólita luz sobre las regiones más “avanzadas”, y con frecuencia saca a la superficie nuevos problemas que permanecían ocultos dentro de ella por las limitaciones de una introspección puramente occidental. (...)”

“(...) En este estudio no hay tal medio temporal uniforme, precisamente porque los tiempos de los principales absolutismos de Europa –oriental y occidental- fueron enormemente diversos, y esa misma diversidad es constitutiva de sus respectivas naturalezas como sistema de Estado.

El absolutismo español sufrió su primera gran derrota a finales del siglo XVI en los Países Bajos; el absolutismo inglés fue derribado a mediados del siglo XVII; el absolutismo francés duró hasta el final del siglo XVIII; el absolutismo prusiano sobrevivió hasta finales del siglo XIX; el absolutismo ruso sólo fue derrocado en el siglo XX (...) La historia del absolutismo tiene muchos y yuxtapuestos comienzos, y finales escalonados y dispares.

Su unidad fundamental es real y profunda, pero no es la de un continuo lineal. (...) Cronológicamente, las primeras revoluciones burguesas acaecieron mucho antes de las últimas metamorfosis del absolutismo; (...) la acumulación originaria del capital, el comienzo de la reforma religiosa, la formación de los nacionalismos, la expansión del imperialismo ultramarino o el advenimiento de la industrialización, aunque todos ellos se incluyen en el ámbito formal de los “periodos” considerados, como contemporáneos de las diversas fases del absolutismo en Europa. (...)”

“(...) El absolutismo, primer sistema estatal internacional en el mundo moderno, (...)”

1. EL ABSOLUTISMO EN OCCIDENTE:

“La larga crisis de la economía y la sociedad europea durante los siglos XIV y XV puso de manifiesto las dificultades y los límites del modo de producción feudal (...) En el transcurso del siglo XVI apareció en Occidente el Estado absoluto. (...) Engels (...) producto de un equilibrio de clase entre la vieja nobleza feudal y la nueva burguesía urbana: “Sin embargo, por excepción, hay periodos en que las clases en lucha están tan equilibradas, que el poder del Estado, como mediador aparente, adquiere cierta independencia momentánea respecto a una y otra. En este caso se halla la monarquía absoluta de los siglos XVII y XVIII, que mantenía a nivel la balanza entre la nobleza y el estado llano” (...)”

“ (...) Las monarquías absolutas introdujeron unos ejércitos y una burocracia permanente, un sistema nacional de impuestos, un derecho codificado y los comienzos de un mercado unificado. (...) coinciden con la desaparición de la servidumbre, institución nuclear del primitivo modo de producción feudal en Europa, (... sin embargo) El fin de la servidumbre no significó por sí mismo la desaparición de las relaciones feudales en el campo. (...) mientras el trabajo no se separó de las condiciones sociales de su existencia para transformarse en “fuerza de trabajo”, las relaciones de producción rurales continuaron siendo feudales. (...) El productor directo sigue siendo, como antes, poseedor hereditario o, de alguna otra manera, tradicional del suelo, y quien debe tributarle al terrateniente, en cuanto propietario de la tierra, de su condición de trabajo más esencial, un trabajo forzado excedentario, es decir, trabajo impago, efectuado sin equivalente, en la forma de plusproducto transformado en dinero.

Los señores que continuaron siendo propietarios de los medios de producción fundamentales en cualquier sociedad preindustrial fueron, desde luego, los nobles terratenientes.

Durante toda la temprana edad moderna, la clase económica y políticamente dominante fue, pues, la misma que en la era medieval: la aristocracia feudal. (...) desde el comienzo hasta el final de la historia del absolutismo nunca fue desalojada de su dominio del poder político.”

“Los cambios en las formas de explotación feudal que acaecieron al final de la época medieval (...) modifican las formas del Estado.

El absolutismo fue(...): un aparato reorganizado y potenciado de dominación feudal, destinado a mantener a las masas campesinas en su posición social tradicional, (...), el Estado absolutista nunca fue un árbitro entre la aristocracia y la burguesía ni, mucho menos, un instrumento de la naciente burguesía contra la aristocracia: fue el nuevo caparazón político de una

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (34 Kb)
Leer 20 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com