Fe En La Causa
victorsuarez19108 de Mayo de 2013
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Introducción
El Arte de la Guerra es el mejor libro de estrategia de todos los tiempos.
Inspiró a Napoleón, Maquiavelo, Mao Tse Tung y muchas otras figuras históricas.
Este libro de dos mil quinientos años de antigüedad,
es uno de los más importantes textos clásicos chinos, en el que, a pesar del tiempo transcurrido, ninguna de sus máximas ha quedado anticuada, ni hay un solo consejo que hoy no sea útil.
"La mejor victoria es vencer sin combatir", nos dice Sun Tzu, "y
ésa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante".
Pero la obra del general Sun Tzu no es únicamente un libro de práctica militar, sino un tratado que enseña la estrategia suprema de aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en los momentos de confrontación
Las ideas de Sun Tzu se extendieron por el resto de Asia hasta llegar a Japón. Los japoneses adoptaron rápidamente estas enseñanzas y, posiblemente, añadieron algunas de su propia cosecha. Hay constancia de que el principal libro japonés sobre el tema, "El libro de los Cinco Anillos", está influido por la filosofía de Sun Tzu, ya que su autor, Miyamoto Mushashi, estudió el tratado de "El Arte de la Guerra" durante su formación como Samurai.
Habitualmente se hace referencia a las culturas orientales como culturas de estrategia y no es pequeña la influencia de Sun Tzu en este desarrollo cultural. Hoy en día, la filosofía del arte de la guerra ha ido más allá de los límites estrictamente militares, aplicándose a los negocios, los deportes, la diplomacia e incluso el comportamiento personal. Por ejemplo, muchas frases clave de los manuales modernos de gestión de empresas, son prácticamente citas literales de la obra de Sun Tzu (cambiando, por ejemplo, ejercito por empresa, o armamento por recursos, sin ir más lejos). Las ideas siguen siendo completamente válidas a pesar de los 25 siglos transcurridos desde que se escribieron.
La guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que le concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a la conservación o pérdida de lo que nos es mas querido; y ello no debe ocurrir entre nosotros.
Hay que valorarla en términos de cinco factores fundamentales, y hacer comparaciones entre diversas condiciones de los bandos rivales, con vistas a determinar el resultado de la guerra.
El primero de estos factores es la doctrina; el segundo, el tiempo; el tercero, el terreno; el cuarto, el mando; y el quinto, la disciplina.
La doctrina significa aquello que hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante, de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro.
El tiempo significa el Ying y el Yang, la noche y el día, el frío y el calor, días despejados o lluviosos, y el cambio de las estaciones.
El terreno implica las distancias, y hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse, y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia.
El mando ha de tener como cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina.
Por último, la disciplina ha de ser comprendida como la organización del ejército, las graduaciones y rangos entre los oficiales, la regulación de las rutas de suministros, y la provisión de material militar al ejército.
Estos cinco factores fundamentales han de ser conocidos por cada general. Aquel que los domina, vence; aquel que no, sale derrotado. Por lo tanto, al trazar los planes, han de compararse los siguiente siete factores, valorando cada uno con el mayor cuidado:
¿Qué dirigente es más sabio y capaz?
¿Qué comandante posee el mayor talento?
¿Qué ejército obtiene ventajas de la naturaleza y el terreno?
¿En qué ejército se observan mejor las regulaciones y las instrucciones?
¿Qué tropas son más fuertes?
¿Qué ejército tiene oficiales y tropas mejor entrenadas?
¿Qué ejército administra recompensas y castigos de forma más justa?
Mediante el estudio de estos siete factores, seré capaz de adivinar cual de los dos bandos saldrá victorioso y cual será derrotado.
El general que siga mi consejo, es seguro que vencerá. Ese general ha de ser mantenido al mando. Aquel que ignore mi consejo, ciertamente será derrotado. Ese debe ser destituido.
Tras prestar atención a mi consejo y planes, el general debe crear una situación que contribuya a su cumplimiento. Por situación quiero decir que debe tomar en consideración la situación del campo, y actuar de acuerdo con lo que le es ventajoso.
El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo.
Golpear al enemigo cuando está desordenado. Prepararse contra él cuando está seguro en todas partes. Evitarle durante un tiempo cuando es más fuerte. Si tu oponente tiene un temperamento colérico, intenta irritarle. Si es arrogante, trata de fomentar su egoísmo.
Si las tropas enemigas se hallan bien preparadas tras una reorganización, intenta desordenarlas. Si están unidas, siembra la disensión entre sus filas. Ataca al enemigo cuando no está preparado, y aparece cuando no te espera. Estas son las claves de la victoria para el estratega.
Ahora, si las estimaciones realizadas antes de la batalla indican victoria, es porque los cálculos cuidadosamente realizados muestran que tus condiciones son más favorables que las condiciones del enemigo; si indican derrota, es porque muestran que las condiciones favorables para la batalla son menores. Con una evaluación cuidadosa, uno puede vencer; sin ella, no puede. Muchas menos oportunidades de victoria tendrá aquel que no realiza cálculos en absoluto.
Gracias a este método, se puede examinar la situación, y el resultado aparece claramente.
ENSAYO “EL ARTE DE LA GUERRA DE SUN TZU”
CAPÍTULO I
APROXIMACIONES
Este capítulo nos habla sobre la evaluación; Sun Tzu nos dice la importancia que tiene una guerra y la compara con la vitalidad del estado, que es el camino de la supervivencia o la destrucción y nos dice que tiene cinco factores fundamentales que son: la política, clima, terreno, mando, doctrina considero que con política que es la armonía que tiene el pueblo para con su gobernante. Clima al cual tenemos que tener en cuenta ya que es cambiante. Terreno que se puede entender como el lugar donde se desarrollará la guerra así como también las distancias hacia donde nos desplazaremos. Mando es la persona encarga de la tropa, el cual tiene unas cualidades especiales y por tanto debe hacerse respetar. Doctrina es la organización del ejército. Sun Tzu nos dice: “Todo el arte de la guerra está basado en el engaño”, es necesario tener en cuenta siete elementos: Cuando seas capaz, finge la incapacidad; cuando estés lejos hacer creer que estás cerca; simula el desorden a tu enemigo y sorpréndelo; irrita y desoriéntale; finge inferioridad de condiciones; estimula su arrogancia y ataca cuando no este preparado con estos elementos nos da a conocer que hay una cosa de mayor importancia en la guerra y es ser rápido e inteligente, hacer creer al enemigo lo contrario y no dejar pasar la ocasión para atacar.
CAPÍTULO II
LA DIRECCIÓN DE LA GUERRA
Aquí se necesita saber las cantidades que se van a gastar y como el ejército va cumplir las expectativas del estado, Sun Tzu dice:”La victoria es el principal objetivo, si el ejército emprende campañas prolongadas los recursos del Estado no alcanzarán, se necesitan carros rápidos, las tropas deben quitar suministros al enemigo para abastecer a su tropa, reemplazar banderas y estandartes por los tuyos”; desde mi punto de vista un estado antes de salir a una batalla debe tener lo necesario para poder atacar una buena tropa, armamento, alimentos, etc. ya que su objetivo es vencer al enemigo, mientras mas rápido sea el ataque, más posibilidades de vencer, así podrá tener una batalla victoriosa, para obtener mejores resultados debes abastecerte del enemigo obtendrás mayores ganancias saliendo victorioso y contando con mayor armamento y alimento para tus tropas.
Capítulo II
Sobre la iniciación de las acciones
Una vez comenzada la batalla, aunque estés ganando, de continuar por mucho tiempo, desanimará a tus tropas y embotará tu espada. Si estás sitiando una ciudad, agotarás tus fuerzas. Si mantienes a tu ejército durante mucho tiempo en campaña, tus suministros se agotarán.
Las armas son instrumentos de mala suerte; emplearlas por mucho tiempo producirá calamidades. Como se ha dicho: "Los que a hierro matan, a hierro mueren". Cuando tus tropas están desanimadas, tu espada embotada, agotadas tus fuerzas y tus suministros son escasos, hasta los tuyos se aprovecharán de tu debilidad para sublevarse. Entonces, aunque tengas consejeros sabios, al final no podrás hacer que las cosas salgan bien.
Por esta causa, he oído hablar de operaciones militares que han sido torpes y repentinas, pero nunca he visto a ningún
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