Fecundación in vitro: Conflictos sociales
majo.jimenezEnsayo4 de Abril de 2017
862 Palabras (4 Páginas)281 Visitas
Nombres: María Joaquina Dávalos (136591), María José Jiménez (138128)
Asignatura: Composición 210
Profesor: Ruth Rodríguez
Fecha: 20 de septiembre de 2016
Por qué no soy Charlie
La falta de tolerancia hacia las diferentes posturas religiosas y culturales ha sido la principal causante de violencia entre grupos sociales y personajes públicos. El atentado al famoso caricaturista francés Charlie Hebdo en el que murieron 12 personas en consecuencia a las publicaciones en su semanario satírico, fundado en 1969, que publica viñetas, reportajes y chistes, cuya publicación es fuertemente atea y de izquierda; mostrándose muy crítica hacia la extrema derecha, el catolicismo, el islam, el judaísmo, etc. Según afirmaba su director desde 2009, (Charb), la revista, desde el punto de vista editorial, refleja “todos los componentes del pluralismo de la izquierda, e incluso los abstencionistas”. Es fundamental comprender que no es una cuestión de asumir una postura política para justificar la falta de respeto hacia algo que puede ser un eje tan importante en la vida de las personas como lo es la religión. Tampoco consideramos aceptable identificarnos y respaldar la posición ofensiva del caricaturista, hacia la religión islámica principalmente, así como tampoco son aceptables las pérdidas humanas que esto trajo consigo. Finalmente debemos entender que ninguna vida vale más que otra y por ende debemos tratar de comprender la problemática mundial y de esta forma darnos cuenta de que existen países en constantes conflictos bélicos y debemos ampliar nuestra visión internacional.
El problema no reside en pertenecer o no a una religión, no es importante si nos sentimos identificados con el islamismo o si profesamos la religión católica, no se puede juzgar a una sociedad, si no se entiende por completo como llevan sus creencias y costumbres, en el artículo el autor José Antonio Gutiérrez (2015) establece: no se me olvida que en el metro de París, a comienzos de los ‘60, la policía masacró a palos a 200 argelinos por demandar el fin de la ocupación francesa de su país, que ya había dejado un saldo estimado de un millón de “incivilizados” árabes muertos. Lo que demuestra que el respeto debe ser bilateral y no es algo subjetivo que dependa de una ubicación geográfica.
“No creo que censurar el ataque en contra de Charlie Hebdo sea sinónimo de celebrar una revista que es, fundamentalmente, un monumento a la intolerancia, al racismo y a la arrogancia colonial. Miles de personas, comprensiblemente afectadas por este atentado, han circulado mensajes en francés diciendo “Je suis Charlie” (Yo soy Charlie), como si este mensaje fuera el último grito en la defensa de la libertad.” En este punto no se asume que la reacción de los extremistas islámicos haya sido la correcta, pero tampoco deberíamos estar a favor de la humillación, burla y comentarios degradantes. Un punto importante es la diversidad de pensamientos que existen, por lo tanto no podemos esperar que todas las personas reaccionen de la misma manera ante la misma situación, y menos si se califica a un determinado grupo como terroristas, a los que hay que exterminar. Este tipo de publicaciones no es un monumento a la libertad, porque no podemos considerar que existe libertad si estamos denigrando a otro ser humano.
Por último, lo que sucedió en Francia es un conflicto mundial que sucede todos los días en Siria y en otros países de la liga árabe, conflictos a los que la gente no les presta atención y simplemente los ignora, por esto ¿por qué nos conmueve tanto la vida de un francés y no la de un musulmán?, no deberíamos encontrar una distinción. ¿Qué ocurriría si yo hiciera ahora una revista cuya portada tuviera el siguiente lema: “Matanza en París. Charlie Hebdo es una mierda: no detiene las balas” e hiciera una caricatura del fallecido Jean Cabut acribillado con una copia de la revista en sus manos? Claro que sería un escándalo: la vida de un francés es sagrada. La de un egipcio (o la de un palestino, iraquí, sirio, etc.) es material “humorístico”. Por eso no soy Charlie, pues para mí la vida de cada uno de esos egipcios acribillados es tan sagrada como la de cualquiera de esos caricaturistas hoy asesinados.
...