Fluctuaciones

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«El producto nacional bruto se había pensado que crecería este año en un 4 por 100, pero por diversos motivos ha habido que reducir ese optimismo y creo que crecerá en un 2 por 100», dijo el ministro de Industria, Carlos Pérez de Bricio, en el curso de una rueda de prensa mantenida anoche en Televisión, informa Cifra.El ministro explicó las restricciones energéticas contenidas en el paquete de medidas económicas aprobado en el último Consejo de Ministros, y manifestó que en 1973 España -antes de la crisis energética- gastaba 70.000 millones de pesetas en importar petróleo, lo que equivalía a la décima parte del dinero que gastábamos en importaciones, y para este año la situación ha cambiado radicalmente, y que nos vamos a gastar 270.000 millones en importar petróleo, es decir, la cuarta parte del dinero que se invierte en importaciones.

Todo esto -según el ministro de Industria- no lo puede resistir la economía española. Además, mientras los países occidentales han logrado reducir su consumo de petróleo en más de un 5 por 100 durante los dos años últimos, en España hemos aumentado el consumo.

En relación con la efectividad de las medidas adoptadas, y concretamente respecto a la reducción de velocidad para ahorrar gasolina, el señor Pérez de Bricio reconoció que, efectivamente, era una medida impopular, puesto que durante los últimos años se ha alentado a los españoles a que compren coches y cada vez mejores. Sin embargo -añadió-, con la reducción de velocidad se logra una importante reducción de consumo de gasolina.

Si reducimos a 100 kilómetros por hora la velocidad máxima de nuestros vehículos -agregó el ministro-, es indiscutible que podemos conseguir un ahorro en consumo que se cifra en unas cantidades comprendidas entre un 25 y un 30 por 100 de la gasolina. Indiscutiblemente, esto comporta cfertos sacrificios, pero inserto dentro de todo el contexto de medidas, puede suponer un ahorro importante desde el punto de vista energético y sobre todo impedir que siga creciendo el consumo.

Se ha iniciado también -dijo el señor Pérez de Bricio- un programa de investigación de uranio a gran escala, conducido principalmente por la Junta de Energía Nuclear y la Empresa Nacional del Uranio, dependiente del Ministerio de Industria. Creo -añadió- que después de la última ley de la minería podemos y debemos tratar por todos los medios de incrementar nuestras investigaciones en este tema del uranio. Para ello vamos a utilizar todos los medios posibles en el sentido de dar también posibilidad a la iniciativa privada e incluso a empresas extranjeras para que puedan colaborar con la Junta de Energía Nuclear o con la Empresa Nacional

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