Fondo de ahorro comunal

Fondo de ahorro comunal

Aída Daniela Becerra López

     Bien dicen las abuelas, peca por ignorante, y muchos de nosotros lo hemos hecho tantas veces que ya ni cuenta de ello solemos tener, yo no me excluyó, de una u otra manera he aprendido en esta asignatura que el negocio menos rentable es el ahorro en un banco, a fin de cuentas, no se puede decir que de este dinero no se saque provecho, pero lo que si es cierto es que no soy yo precisamente quien lo hace.

    Nunca es tarde para aprender, menos para darse cuenta de que los bancos son algo así como un amable engaño. Existen una cantidad ridícula de entidades bancarias, y es aún más ridícula la cantidad de servicios que cada una ofrece, seguros de vida, seguro para el automóvil, la bicicleta, el celular, la mascota y hasta el seguro para el seguro; nos han disfrazado un interés particular como bien necesario y bastante beneficioso, por allá por la década de los 60s - 70s américa latina fue invadida bancariamente por sucursales de bancos norteamericanos, no precisamente con la misma razón social, pero a fin de cuentas la cabeza de ese gran monopolio venía siendo la misma; esta invasión no es preocupante por el hecho de ser “invadidos” sino por el hecho de ser usados, no basta con que permitamos ser la granja de cosecha de países desarrollados, somos o bueno éramos por ese entonces y no hemos dejado de ser, el fondo de inversión de un país “rico”, por qué?, toda esta invasión bancaria se usó como medio para desviar el ahorro latino hacia empresas norteamericanas que operan en la región (Galeano, 1971).

     Estamos hablando de unos 30 años atrás, lo que yendo a la vía de los hechos representa la cantidad promedio de tiempo que requiere un ciudadano promedio para nacer, crecer, desarrollar y adquirir las habilidades básicas de supervivencia y empezar  a solventar sus necesidades de manera autónoma, en esa escala de tiempo parecería que al menos se podría recapacitar frente a la situación del país; hace poco menos de 200 años nos liberamos del opresor yugo español, ¿pero podemos hablar abiertamente de libertad?, estamos permitiendo indiscriminadamente que muchas de las decisiones del país sean secundadas por países ajenos a nosotros, ejemplo de ello fue hace algunos meses la negativa del presiente estadounidense Donald Trump hacia el proceso de paz vigente en el país, una de sus preocupaciones y sigue siendo el cultivo ilícito de coca, base de la cocaína, uno de los enemigos más grandes de la cultura norteamericana, proveniente de los latinos, esencialmente México y Colombia, una de las soluciones es estrechar relaciones con Colombia pero condicionar las alianzas a conveniencia de EEUU, mientras que la otra solución es construir un muro que aislé ese país de su vecino de habla hispana, México (Dinero, s.f.).

     Desde la conquista han pasado al menos 500 años, nos liberamos luego de 300 años de esclavitud y saqueo, pero resulta triste que 200 años no hayan sido suficientes para renacer y lograr sostener nuestra propia economía sin alzas, bajas y aprovechamiento de terceros, hace 30 años nuestros ahorros de toda la vida eran depositados en una cuenta de banco para estar seguros, y con mucha seguridad eran invertidos en empresas foráneas con sede en nuestro territorio, y hoy, 30 años después aun hablamos de bancos extranjeros y peor aún,  estos bancos aun operan en nuestra nación, controlando más del 25% del mercado nacional, y constituyendo el 40% de la oferta bancaria(Tiempo, 2017).

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