HERENCIA COLONIAL

CAPÍTULO I

En este capítulo nos habla sobre cómo España pasaba por una enorme crisis es por eso que en ese tiempo y por ese motivo, miraba en sus colonias, entre ellas el Perú, como un nuevo horizonte, una nueva perspectiva, un lugar de potencial y supremo valor, eso debido a la amplia riqueza y majestuosidad que poseía su territorio, y como los dominados, que eran explotados y tenían cercanía a los dominantes, aprehendían e interiorizaban la mentalidad, sus ideologías y el estilo de vida del país ibérico; lo cual conllevó a que exista un cruce cultural y social de lo extranjero y lo autóctono, mientras el primero se impone en la influencia y corrientes, el otro lucha por sobrevivir y mantenerse en esencia.

CAPÍTULO II

La desintegración de la estructura colonial económica y social trajo como consecuencia el proceso de feudalización y el retraimiento económico social.

Frente a esta desintegración, después de la guerra de la independencia, los jefes militares apoyados por el poder regional y local emergieron al primer plano de la vida política. La burguesía no se lograba consolidar en una base política ya que el gobierno era dirigido por caudillos militares los cuales eran desplazados por otros caudillos muy seguido, esto era porque se desarrollaba una "relación de clientela" la cual consistía en que un jefe (caudillo militar) ofrecía favores a su clientela (burguesía) a cambio de servicios. Los caudillos que se hicieron del poder beneficiaron económicamente a sus partidarios y tomaron una posición individualista en oposición de las necesidades del pueblo. La burguesía no se podía desarrollar en una base estable por lo que la suerte del Perú dependía solamente de las decisiones de los caudillos de turno, y así siguió la burguesía sin ninguna influencia fuerte en la sociedad.

Frente a la recomposición social surgen dos tendencias ideológicas en claro contraste. La primera, defendida por Bartolomé Herrera, que pregonaba el gobierno de los intelectuales y el título de ciudadanía de los mismos .El segundo, el de los liberales, que impulsan la universalización de la ciudadanía y el reconocimiento de los derechos y deberes de los mismos.

Llegado la década de los 40, el país iniciaría un auge económico que se basaría en la explotación del guano, durante la llamada "Prosperidad Falaz del Guano" la cual dio un periodo breve de estabilidad política al Perú. Al principio la explotación caería en las manos de los capitalistas extranjeros (burguesía extranjera), esto significaría una nueva reorganización colonial con grandes potencias europeas como: INGLATERRA Y FRANCIA. En una segunda fase, la explotación caería en manos de los consignatarios peruanos, que más tarde llegaría a formarse como clase burguesa.

Frente al auge económico que el país vivía entre

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