LA HERENCIA COLONIAL.

LA HERENCIA COLONIAL

Braudel (1961) “el oro y la plata del Nuevo Mundo permitieron a Europa vivir por encima de sus posibilidades e invertir mucho más de lo que ahorraba”. Gracias a la conquista de América, Europa superó la crisis, construyéndose así una economía mundial de orden mercantil y a la vez la división internacional de trabajo, con Europa como eje del nuevo sistema y América una de las periferias coloniales. Es así como América cumplió como lo señala Lessa (1969), la función de un banco emisor que suministraba una oferta elástica de dinero a los sectores metropolitanos. Siendo la explotación minera el eje de la producción colonial.

Con la creación de este nuevo sistema capitalista en transformación, el Perú se encontraba como parte de la periferia americana, no estuvo en condiciones de experimentar estas transformaciones que ocurrían en los países centrales. Organizándose en el virreinato del Virrey Todelo la explotación de mano de obra nativa a través de la concentración de la población en las reducciones. Estas reducciones se caracterizaron por el asentamiento en pueblos de ayllus indígenas para facilitar el cobro de tributos y disponer de mano de obra para los requerimientos de la población dominante, con el propósito de aislar a los indígenas y quebrar su identidad étnica.

Este tributo hizo que el grupo dominante sea un monopolio y la sociedad dominada en monopsonio. Los indios se encontraban en la obligación de ingresar en la economía mercantil vendiendo sus productos al precio establecido por los cabildos, a entregar parte de sus cosechas y artesanías a los funcionarios a los precios que estos señalaran y a trabajar por un salario establecido por las autoridades.

Los conquistadores recibieron del Rey diferentes tipos de prebendas, siendo de las más importantes regalías la encomienda indiana es decir se le entregaba a los conquistadores un grupo de tributarios quienes se encontraban obligados a prestarles servicios personales por el equivalente de lo que debían tributar a la corona. Sin embargo ya que la encomienda favorecía en la autonomía de los conquistadores, la Corona limito su usufructo a dos generaciones, restringiendo cada vez más su concesión, hasta que en el siglo XVIII bajo los Borbones se eliminó definitivamente mediando como recompensa una suma fija otorgada por el Rey. Dándose lugar a las rebeliones y guerras civiles con los que los conquistadores enfrentaron a la Corona.

Ya que la mano de obra era de interés común, el poder público ordeno que se distribuyeran los trabajadores entre los conquistadores que lo solicitaran y así es como se instaló la mita. De acuerdo con las ordenanzas del Virrey Toledo, la séptima parte de los indios adultos tenían la obligación de trabajar durante 10 meses al año en las diferentes tareas que señalara el gobierno colonial, y para reducir las protestas sobre este tipo de trabajo forzado, la Corona estipuló a los conquistadores que debían pagar a los indígenas por los servicios prestados. El salario, que constituía en el siglo XVI la mitad o tercera parte de lo que percibía un trabajador libre. Para el cumplimiento de la mita no se consideraba el tiempo que suponía el traslado al lugar donde debía cumplirse, es así que durante los siglos XVI y XVII la población nativa decreció producto a las enfermedades y mismas condiciones de vida, esta baja demográfica significo que las obligaciones de los indígenas fueran cada vez mayores.

En estas circunstancias con el objetivo de mantener la reserva demográficas, la Corona estableció el corregimiento de indios, siendo los corregidores el reemplazo de los encomenderos, se encargaban de la seguridad interna de las revueltas indígenas, administraban justicia, recolectaban los tributos y velaban por el cumplimiento de la mita, pronto se convirtieron en símbolo de explotación, al exigir servicios gratuitos o escasamente pagados, a la vez que se convertían en agentes monopolistas del comercio. Obligando a los indios a comprar mercancías a los precios que ellos establecían. Es así que a partir de 1670 la Corona puso en venta dichos cargos públicos a fin de participar de los beneficios que obtenían los corregidores.

El abuso de la mita y la creciente mortalidad de indígenas se le agrego el aumento de indígenas que huían de las reducciones convirtiéndose en forasteros, con las condición

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