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INTRODUCCIÓN A LAS TEORÍAS DE LOCALIZACIÓN.

m1y1e16 de Febrero de 2015

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INTRODUCCIÓN A LAS TEORÍAS DE LOCALIZACIÓN.

Para analizar la localización de distintas actividades económicas se emplean los modelos, es decir, las aproximaciones selectivas que, mediante la eliminación del detalle incidental, permiten la aparición, en forma generalizable, de los aspectos fundamentales, necesarios o interesantes del mundo real. Entre estos modelos destacan los de Von Thünen, Weber o Christaller, por mencionar algunos de los más importantes.

1. Teorías y modelos de localización de la actividad agraria.

1.1. La teoría de Von Thünen.

Los agricultores se mueven, entre otras razones, por cuestiones de rentabilidad económica. Según ésta, optan por determinados usos del suelo. Esa rentabilidad de la actividad está en función del transporte.

Johan Heinrich Von Thünen (1783-1850), gracias a su experiencia como agricultor, elaboró un modelo de localización de los sistemas agrarios y lo recogió en su obra El estado aislado (1826). El autor analizó en ella cómo se disponen los cultivos en torno a los mercados urbanos, aislando la variable coste de transporte y dejando constantes los demás factores. La teoría parte de los siguientes supuestos:

• Existencia del “estado aislado” constituido por una sola ciudad y su “hinterland” agrícola;

• Ese “estado aislado” es una llanura isotrópica, es decir, un medio físico homogéneo;

• Hay un único sistema de transporte terrestre, donde los costes son proporcionales a la distancia;

• Los agricultores de este estado se distribuyen en el espacio de modo homogéneo, practicando una economía comercial y totalmente racional (tienen información, buscan el máximo beneficio, acomodan la producción a las exigencias de la demanda,...).

Von Thünen intentó demostrar que los agricultores desarrollarían una agricultura menos intensiva cuanto más lejos del mercado urbano estuviesen, debido al aumento de los gastos de transporte (para invertir más en transporte y obtener iguales rendimientos es obvio que hay que reducir la inversión en la explotación agraria). Todo esto significa que los cultivos tenderán a disponerse en zonas circulares concéntricas en torno a la ciudad. Von Thünen señaló estas coronas concéntricas: 1) Cinturón de primicias y cordón lechero (uso intensivo), 2) producción de combustible (leña), 3) cultivo de cereales con rotación y sin barbecho, 4) cultivo de cereales con barbecho, 5) cultivo en tres hojas y 6) pastos para alimentar el ganado. Como vemos, el factor distancia hace variar la intensidad del cultivo en el espacio agrario que circunda la ciudad.

Este esquema teórico se modifica cuando se tienen en cuenta otros factores (diferencias de fertilidad, coexistencia de distintos tipos de transporte, competencia interregional, etc.).

El modelo de Von Thünen ha sido criticado por sus deficiencias, pues no tiene en cuenta la incidencia de factores no económicos (actitud del agricultor, grado de evolución social,...), ni el volumen de población de la ciudad. Además, es un modelo en el que se analiza el caso extremo en que las superficies de cultivo se ubican lo más cercanas posible a una ciudad mercado, cuestión que no se da en la realidad (generalmente hay competencia entre varias ciudades que desequilibran el esquema de las coronas concéntricas).

1.2. Modelos comportamentales en la localización de la actividad agraria.

Durante los años 60 se empezó a valorar otro factor más subjetivo: la voluntad del agricultor a la hora de elegir los cultivos. J. Wolpert (1964) introdujo los aspectos de comportamiento de los agricultores en los modelos de localización. Entre las variables consideradas están el acceso a la información y el factor incertidumbre. Los modelos teóricos pretenden descubrir las razones de la elección de un cultivo (modelos de elección del sistema de cultivo) y las relaciones entre cultivos, espacio y paisaje agrario (modelos de relación cultivo-paisaje).

Los modelos de elección de cultivos se basan en dos hipótesis: 1) el comportamiento del hombre como ente económico racional; 2) la existencia, en la elección, de un principio de incertidumbre. Según predomine la racionalidad, la incertidumbre o ambas cosas, los modelos serán racionales, aleatorios y mixtos.

Entre los modelos racionales tenemos los que Henshall llama de “equilibrio espacial”, que resuelven un problema de elección, tratando de usar al máximo una fuente de recursos limitada (agua, suelo,..), de modo que los rendimientos sean óptimos.

Entre los aleatorios están la teoría de juegos y los modelos de difusión. La primera teoría (creada por Von Neumman), analiza la elección como si los agricultores se comportaran como jugadores que desean optimizar su juego escogiendo estrategias y sabiendo que existe una incertidumbre (la estrategia de los otros jugadores). Para la toma de decisiones se introduce el cálculo de probabilidades, de forma que se puedan valorar los cambios físicos, las oscilaciones de los precios y las decisiones de otros agricultores. Los modelos de difusión intentan averiguar si una innovación se extiende desde su origen a otros lugares de manera fortuita o según leyes concretas. El principal teórico en esta línea fue Hägerstrand, quien pudo demostrar ya en 1953 que la difusión de las innovaciones sigue un modelo similar al que forman los canales seguidos por la información. Una innovación se difunde desde el centro innovador a las áreas receptoras siguiendo uno de los siguientes modelos de difusión:

• Difusión por ensanchamiento o en mancha de aceite, es decir, una difusión producida por contacto.

• Difusión a saltos, en la que van quedando espacios intercalados.

• Difusión jerárquica, donde la innovación se difunde siguiendo una jerarquía de centros, de los niveles superiores a los de menor tamaño o categoría.

Hägerstrand comprobó que la innovación va disminuyendo con la distancia y a lo largo del tiempo y se produce siguiendo “ondas de innovación”. Es un proceso en cuatro fases: 1ª.- inicio del proceso; 2ª.- fase de difusión; 3ª.- fase de condensación (el aumento de adoptantes de la innovación se hace relativamente igual en todo el espacio); 4ª.- saturación (próxima a la difusión máxima posible).

Por indicar un ejemplo, en España el geógrafo J. Díaz Álvarez aplicó estos modelos a un trabajo empírico sobre el Campo de Dalías (Almería), analizando la difusión de distintas técnicas de cultivo.

2. La teoría y los modelos de localización industrial.

Con toda probabilidad, el modelo más conocido es el de A. Weber, publicado en la obra Uber der Standort der Industrien (1909). Su teoría parte del concepto de espacio isotrópico y de una serie de consideraciones:

• El espacio es teóricamente uniforme desde una perspectiva topográfica y climática;

• Las materias primas empleadas son, o bien esporádicas (localizadas en lugares fijos), o bien ubicuas (dispersas);

• Se considera fija la ubicación de los centros de consumo o mercado;

• La necesidad de transporte de materias primas o productos acabados se valora por costes variables en función de la distancia y del peso de la mercancía.

Weber consideró por primera vez el concepto de isodapana (línea que une puntos de igual coste). Así, cuando una unidad de producción emplee dos fuentes de materias primas A y B y venda en un único mercado M, el interés de la empresa sería localizarse en el centro de gravedad P del triángulo definido por esos tres puntos. Cada vértice del triángulo estaría afectado por un peso proporcional a la masa de cada materia prima, energía o producto fabricado. Habría que considerar también el precio del transporte hacia o desde el centro industrial. A medida que nos alejamos de los puntos A y B o del mercado (M) va creciendo el coste de transporte, conformándose una serie de isodapanas concéntricas. El punto P de localización óptima sería aquel en el que la suma de costes fuera la menor posible, es decir, donde al cruzarse las isodapanas den un resultado de coste bajo.

El modelo tiene deficiencias como su excesiva abstracción económica, su parcialidad (sólo incluye los costes de transporte como factor), el hecho de que los lugares son reducidos a meros puntos y su carácter estático (se elimina el tiempo en el análisis para no recargar el esquema conceptual).

En materia de localización industrial debemos destacar también las teorías de Lösch, que pretendía encontrar la localización de beneficio máximo, comparando los costes de producción en localizaciones alternativas y el área de mercado que puede ser controlado desde ellas. Este autor daba más importancia a la obtención del máximo beneficio que al mínimo coste.

3. Localización de las actividades comerciales.

El objetivo esencial del comercio es distribuir bienes y servicios y, para ello, debe localizarse en zonas donde esa distribución sea posible. Factores básicos de la localización comercial son el volumen de población, el nivel de renta de ésta, la accesibilidad y la facilidad de transporte. Por ello, una de las ubicaciones

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