Identidad vs. Tolerancia

Identidad son aquellas características que diferencian una personas de las otras pero, ¿Los hombres de verdad aceptan las diferencias y viven con ellas? O ¿No aceptan las diferencias y realizan acciones para evitarlas? La intolerancia se ha convertido en una excusa para agredir al prójimo. Vivimos en un mundo en el cual al decir un diferente punto de vista o solamente por ser distinto a los demás, puedes resultar herido. Te agreden por lo que eres, o lo que no eres, lo que piensas o lo que no piensas, lo que sueñas, o lo que no sueñas, lo que haces, o lo que no haces, por lo que te gusta o lo que no te gusta. Habitamos en una sociedad intolerante, una sociedad que no te acepta por lo que realmente eres.

La intolerancia se denomina como “la acción de no tolerar o soportar a las expresiones que se oponen a determinado tipo de valores o ideologías y que por tanto se vuelven contrapuestas a las propias. Muchas veces la intolerancia se relaciona con el miedo y con el temor a lo desconocido, convirtiéndose todos en sentimientos negativos no sólo en individuos sino también en conjuntos sociales enteros.” (1) Según Definición ABC, en algunas ocasiones la intolerancia se conecta con el miedo a convivir con lo que se desconoce, es cierto, las personas pueden llegar hasta el punto de herir a otras para evitar compartir con diferentes identidades.

Pueden existir diferentes razones por las cuales los seres humanos no aceptan la idea de que todos somos distintos. Talvez sea por el miedo a lo desconocido o probablemente sea porque los humanos son egoístas, e ignoran la idea de que todos tenemos los mismos derechos, el derecho de la libre expresión. Ignoran que “El derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial a la lucha para el respeto y promoción de todos los derechos humanos. Sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios - el hombre está condenado a la opresión” (4), solamente para tener una vida más simple, más sencilla.

No obstante, la intolerancia puede llevar a que las personas expresen lo que sienten al ver lo que los otros humanos hacen. Empiezan a pensar igual que las personas a las que no respetaban, por su distinta identidad, por lo tanto los intolerantes empezaran actuando como ellos, dando a conocer sus opiniones e ideas. Sin embargo esto no se demuestra en la obra literaria “La Colonia de Altair” escrita por el colombiano Mario Mendoza.

Mario Mendoza describe un viaje a la Colonia de Altair emprendido por Felipe, un niño con padres separados viviendo en un entorno pesado, por sus problemas familiares. Una noche después de que Felipe haya llegado a Altair, los uznakis, nativos de la colonia, le relataron la historia de su planeta. Le contaron que Noé 666 fue la nave en que la expedición Alternativa 3 fue conducida hacia Altair años antes. Tres de los humanos que se transportaron y llegaron a la nave comenzaron a mostrar delirios religiosos, que los hacía rezar todo el día y creer que Jesús, además de crear nuestro Planeta Tierra, también creo el mundo de los uznakis. La religión se volvió una adicción u obsesión para estas personas y sus familias, quienes con el tiempo fundaron una secta, Los Creyentes de la Cruz, y empezaron a seguir a todos los uznaki que se negaran a bautizar y a seguir los Evangelios. Después de atraparlos, los denunciaban por brujería, ellos decían que los uzankis habitaban un planeta maldito y demoniaco. “Los fanáticos

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