Idiosincrasia de Alemania
Yubitza Pamela Vargas MorenoPráctica o problema30 de Octubre de 2015
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Idiosincrasia de Alemania
“En Alemania todo está controlado, siempre existe una ley para cualquier cosa”. Esta frase, resume perfectamente la idiosincrasia alemana. Su característica más reconocible es el orden. Los alemanes imprimen a todo lo que hacen una sincronización y una hiperracionalidad casi marcial. Gracias a esto, son la primera potencia europea y un gran coloso industrial.
Los alemanes son, ante todo, eficientes en su trabajo, poco amantes del riesgo, no toman una decisión sin tenerlo todo bajo control y rara vez se equivocan en sus decisiones. El alemán sin embargo, al contrario de lo que pudiera parecer, sabe disfrutar de su tiempo libre y nunca trabaja más de lo necesario.
Hechos generales de acuerdo al mercado:
Es un mercado maduro y muy saturado, la entrada de un producto siempre supone el desplazamiento de otro, Alemania es un país federal, y hay diferencias culturales según regiones, los productos puede funcionar en unas regiones como también no funcionar en otras.
Al igual que en Francia, la distribución de cada producto es muy concentrada, se vigila la calidad del producto, para entrar en el mercado alemán lo mejor son los agentes comerciales.
La sociedad alemana está muy concienciada con los temas medioambientales, cada alemán termina su jornada laboral a las 16 o 17 horas, no espera concertar citas a partir de ese horario ni en fines de semana.
Para fijar fechas, usan el calendario semanal del año (Kalenderwoche o KW), al enviar un producto lo realizan de acuerdo a números de semana: Por ejemplo: Año: (KW) Semana 14.
A la hora de negociar:
Si desconoce algo, es mejor callarse. Los alemanes detestan a los negociadores que hablan sin plenos conocimientos, las normas, códigos y regulaciones rigen de las relaciones empresariales.
El alemán se centrará sobre todo en la calidad del producto y el servicio postventa, se fijara en los detalles técnicos que tiene el producto, aunque el precio no carece de importancia.
El comprador alemán es conservador y cooperativo, no suele cambiar de proveedores y es amante de las largas relaciones comerciales.
La puntualidad ha de ser cumplida al pie de la letra, su exposición tampoco debe durar más de lo previamente acordado, este debe prepararse mediante una agenda, no hay prácticamente charlas preliminares, el lenguaje debe ser claro, conciso y directo, centrado siempre en números y datos técnicos.
No se debe interrumpir en las exposiciones, ni criticar a la competencia, rara vez aceptan nuevas ideas a la hora de negociar, suelen tener aversión al riesgo, lo importante es que no deben presionar al cliente para que decida rápidamente.
Los contratos suelen ser muy detallados, y los desacuerdos se determinan fuera de los tribunales, normalmente en cámaras de comercio.
Vida social Alemana:
Efectivamente en Alemania no es bien visto que llegues de visita sin avisar y eso incluye muchas veces a la familia cercana, cuando los alemanes quiere visitar a alguno de sus hermanos, tienen que llamarlo por lo menos con tres días de anticipación, en Alemania no les gusta a nadie que lo pilles en un momento poco propicio, en un mal momento o con la casa desordenada.
Lo del contacto con los vecinos es muy especial: En las ciudades grandes el contacto es escaso, no es nada raro que la gente que vive en un edificio de apartamentos después de 10 años siga sin saber quién o quiénes son sus vecinos de al lado. En las ciudades pequeñas hay un poco más de cercanía y en los pueblos, especialmente los pueblos más pequeños se conocen entre todos: De hecho llegar a vivir a un pueblo pequeño puede resultar difícil, ya que los "nativos" constituyen una sociedad bastante cerrada y pasa mucho tiempo antes que acepten al "nuevo". Eso no tiene nada que ver con ser extranjero o no, por ejemplo una alemana, rubia de ojos verdes (para ponértelo más claro) se mudó hace15 años a un pueblecito situado cerca de Oldenburg: Dejo de ser la "nueva" hasta después de casi ocho años
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