Intervención del estado en la economía

Intervención del estado en la economía

I. INTRODUCCIÓN

En relación a la orientación e impacto social que trae el estado con el tema económico, podríamos citar que existen dos perspectivas básicas, siendo una la que sostiene que la crisis económica y las políticas de ajuste generaron un debilitamiento de lo que ha sido el camino costarricense para ampliar los niveles de bienestar y equidad social. La política social, tal y como ha sido concebida en los modelos de desarrollo anteriores, se vio sumida por las políticas de estabilización y reactivación económica.

La otra, es en la que consideran que el comportamiento de los principales indicadores sociales y económicos que presenta el país no necesariamente es consistente con la hipótesis de que el ajuste económico haya conducido a un significativo costo social, ni que el Estado Costarricense haya abandonado su responsabilidad como garante del bienestar social de la población. En consecuencia, las políticas tendientes a lograr el equilibrio fiscal sirvieron de justificación para una reducción del gasto público y para la reasignación de los recursos hacia el sector privado, especialmente al exportador, esto mediante una serie de incentivos y subsidios fiscales.

También, se ha analizado como las políticas restrictivas del gasto han provocado una reducción del mismo en áreas como infraestructura y servicios sociales, con el consecuente deterioro en las condiciones de vida de importantes segmentos de la población costarricense. Es decir, que bajo este nuevo enfoque de política económica, frenó la posibilidad de compatibilizar el crecimiento económico con la equidad social, ya que mientras los frutos del crecimiento se han concentrado cada vez más en menos manos.

Hoy está claro que al final se trata de decisiones políticas y que por tanto las constelaciones de poder entran en juego. Cómo se resolverá la crisis y hacia dónde nos enrumbaremos será, por tanto, el producto de la interacción entre los grupos económicos y sociales; de cómo logren posicionarse y hacer valer sus intereses y negociar con otros actores sociales y políticos.

II. LA INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN LA ECONOMÍA

Nuestro estado busca a través de diferentes mecanismos siempre abrir nuevos mercados y controlar asimismo el consumo y suministro de los productos que esto trae consigo para no recaer en una postura que a la postre nos vaya a desfavorecer; por otro lado, en relación con los productos nacionales, seria de gran importancia que el gobierno trate de asumir la mejor postura y que en ningún momento se vaya a generar un riesgo para la economía del país. Es decir, la intervención del estado costarricense en la economía tiene como propósito no solo tratar de compensar las múltiples fallas de los mercados sino también enfrentar los procesos de concentración de los ingresos.

Habiendo dicho esto, tenemos que dejar en claro que sobresalen dos desafíos para el desarrollo: la situación fiscal y la desigualdad persistente. Estos retos afectan los pilares básicos del modelo de desarrollo de nuestro país: la inclusión, el crecimiento y la sostenibilidad.

El gobierno ha venido procurando atender estos problemas y está comprometido con una sociedad inclusiva que como garante del bienestar de la población, debe apoyarse en instituciones públicas transparentes y que verdaderamente estas rindan cuentas.

A lo largo de los últimos años nuestro país ha venido perdiendo su capacidad de desarrollo y las vemos como las instituciones públicas se han venido convirtiendo en entidades ineficientes, en donde el gasto publico responde más a la inercia de la burocracia que a prioridades definidas por el gobierno en turno. Es notable como el Ministerio de Hacienda no ha tenido la capacidad a través del tiempo de ordenar y ajustar las finanzas públicas de manera satisfactoria para que el déficit fiscal no se convierta en una traba al crecimiento económico. Y la persistencia de un muy alto déficit fiscal ha dado origen a una deuda interna que requiere cada año se destine un mayor porcentaje de los gastos públicos en servicio de la deuda, con el consecuente sacrificio de recursos para sectores estratégicos como la educación, la salud e inclusive la infraestructura (que durante el ultimo gobierno, se ha visto afectada de manera positiva en la alta inversión para el mejoramiento de la vialidad nacional).

Para mejorar en materia del desarrollo económico costarricense es imprescindible la participación en el comercio internacional, justificado por la pequeñez del mercado nacional. La ampliación de las posibilidades de intercambio comercial requiere y promueve mayores niveles de especialización, economías en tipo de escala, aumento en la eficiencia y una mayor capacidad de consumo. Un mercado que es altamente protegido no permite reconocer las oportunidades que los empresarios tienen para adquirir insumos y bienes de capital a precios y calidad competitivos, también impide reconocer que las exportaciones pueden ser más rentables que las ventas internas y limita la capacidad de consumo de una sociedad como la nuestra.

Si nos ponemos a evaluar diferentes estudios realizados en años anteriores, encontramos que Costa Rica desde mediados de los años 90, optó por un modelo de desarrollo basado en la apertura al comercio internacional respaldado por los incentivos en las exportaciones. Las reformas que se introdujeron le contribuyeron al reducir los aranceles y eliminar barreras no arancelarias.

También, es digno de mencionar que las relaciones económicas de Costa Rica con el resto del mundo se han caracterizado por un persistente déficit comercial, y que ha sido compensado en parte por la entrada de divisas por el turismo y la inversión extranjera directa de los últimos años. El crecimiento de las importaciones se ha visto afectado no sólo por las reformas comerciales sino también por la ampliación de la demanda como consecuencia de

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