Juicios De Valor
Enviado por • 18 de Octubre de 2013 • 963 Palabras (4 Páginas) • 315 Visitas
Juicios de valor
Los graves problemas que acusa la educación han generado en el debate
educativo, la necesidad de afrontarlos, entre otras, desde la perspectiva del
mejoramiento de las condiciones de gestión y gerencia institucional. En tal
contexto, se han desarrollado diversas propuestas que apuntan a fortalecer la
gestión escolar, a través del diseño y aplicación de proyectos educativos
institucionales.
En el contexto de lo señalado, se considera que tanto los procesos
curriculares en aula, como las vivencias cotidianas al interior de una
institución, deben articularse para lograr una educación en práctica de
valores, más allá de la mera reflexión discursiva y generalizada sobre su
importancia. Dicha articulación requiere, sobre todo, repensar la institución
educativa. El diseño y puesta en marcha de un proyecto educativo
institucional fundado en valores es una herramienta idónea para repensar y
cambiar la institución.
En los planteamientos didácticos de los programas vigentes se sugiere con
insistencia al maestro que debe tener en cuenta las experiencias de los niños
y los contenidos curriculares aluden a referencias axiológicas acerca del
medio social. Sin embargo, los juicios de valor en la práctica escolar cotidiana
no dan paso a su ejecución.
No podemos tocar éste apartado sin considerar que en la sociedad actual los
valores universales de la humanidad están siendo suplantados por los
valores de la modernidad, la industria y la globalización. Dichos valores nos
dirigen la vista y el pensamiento al materialismo, al valor estético y a la
acumulación de bienes como preponderancia en el valor de una persona,
simplemente por ser más valioso un humano sobre otro, y no se considera
benéfico ayudar a otros o ser respetuoso ante la situación en desgracia de
países vecinos.
Esquemas de valoración
El valor moral perfecciona al hombre en cuanto a ser hombre, en su voluntad,
en su libertad, en su razón. Se puede tener buena o mala salud, más o
menos cultura, por ejemplo, pero esto no afecta directamente al ser hombre.
Sin embargo vivir en la mentira, el hacer uso de la violencia o el cometer un
fraude, degradan a la persona, empeoran al ser humano, lo deshumanizan.
Por el contrario las acciones buenas, vivir la verdad, actuar con honestidad,
el buscar la justicia, le perfeccionan. El valor moral te lleva a construirte como
hombre, a hacerte más humano. Pero como se mencionaba anteriormente,
los valores modernos nos dictan otros senderos.
Depende exclusivamente de la elección libre, el sujeto decide alcanzar dichos
valores y esto sólo será posible basándose en esfuerzo y perseverancia. El
hombre actúa como sujeto activo y no pasivo ante los valores morales, ya
que se obtienen basándose en mérito.
Estos valores perfeccionan al hombre de tal manera que lo hacen más
humano, por ejemplo, la justicia hace al hombre más noble, de mayor calidad
como persona.
Para lograr comprender plenamente los valores morales debemos analizar la
relación que éstos guardan con otro tipo de valores. Siendo el ser humano el
punto de referencia para los valores, cabe ordenarlos de acuerdo con su
capacidad para perfeccionar al hombre. Un valor cobrará mayor importancia
en cuanto logre perfeccionar al hombre en un aspecto más íntimamente
humano:
a. Valores infrahumanos.- Son aquellos que sí perfeccionan al hombre,
pero en aspectos más inferiores, en aspectos que comparte con otros seres,
con los animales, por ejemplo. Aquí se encuentran valores como el placer, la
fuerza, la agilidad, la salud.
b. Valores humanos Infra morales.- Son aquellos valores que son
exclusivos del hombre, ya no los alcanzan los animales, únicamente el
hombre. Aquí encontramos valores como los económicos, la riqueza, el éxito,
por ejemplo. La inteligencia y el conocimiento, el arte, el buen gusto. Y
socialmente hablando, la prosperidad, el prestigio, la autoridad, etc.
c. Valores Instrumentales.- Son comportamientos alternativos mediante los
cuales conseguimos los fines deseados.
d. Valores Terminales.- Son estados finales o metas en la vida que al
individuo le gustaría conseguir a lo largo de su vida.
Determinación de valores
Los grandes valores universales de la humanidad (libertad, igualdad,
fraternidad, amor, justicia, solidaridad, etc.) son atemporales. Los valores y la
forma de jerarquizar estos principios, evolucionan. Los valores como las
sociedades no se “pierden”, cambian.
En este sentido, el objetivo es alcanzar la sociedad pluralista, en la que
distintos códigos morales comparten unos comunes, lo que permite el
respeto y la convivencia.
Y no perder de vista que los esquemas estereotipados tienen doble filo:
facilitan la comprensión y comunicación con el entorno, pero contribuyen a
mantener prejuicios sociales basados en la jerarquización de grupos
humanos.
Adhesión a los valores
La actuación educativa, independientemente del nivel en que se desarrolla
(inicial, primaria, secundaria o superior), debiera tener presente para el
desempeño de esta función los valores universales y su promoción y
enseñanza, y no desarrollar los modernos, ya que vemos que en los
diferentes niveles se hace lo contrario.
Se ha de actuar a través de la conservación, creación y transmisión del saber
en los niveles más elevados del mismo. Y ha de hacerlo planteándose una
actuación integral en la que los valores de libertad, tolerancia y participación
cívica se sitúen en la esencia misma de aquélla, conjugando la equidad con
la excelencia para, de esa forma, mostrarse abierta a los miembros de todos
los grupos sociales y económicos.
En un momento en el que quizás, más claramente que nunca, la enseñanza
superior aparece como un potente motor del desarrollo económico, la
institución educativa en cuanto depositaria, creadora y transmisora de la
experiencia cultural y científica acumulada por la humanidad, ha de concebir
su actuación preguntándose, desde el compromiso de su propia autonomía,
cómo puede contribuir a resolver algunos de los problemas que tiene
planteados la humanidad.
No en vano es ella quien, mayoritariamente, forma a los dirigentes
intelectuales, políticos y docentes.
En consecuencia se hace imprescindible que, al tiempo que se incrementa el
potencial de investigación al más alto nivel, éste se proponga su aplicación a
la resolución de los problemas apremiantes del desarrollo humano,
procurando una visión globalizadora de la humanidad que permita afrontar el
largo plazo, sobre la base de una cooperación crecientemente fraguada en la
superación de las necesidades científicas y culturales que, tanto los países
desarrollados como aquellos que no lo son, tienen planteadas. Dado que esta
función se lleva a cabo a través del conocimiento se hace conveniente, que
ese reto de globalidad se aborde desde una visión más acorde con la
complejidad que enfrentan las sociedades modernas.
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