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Juicio De Valor


Enviado por   •  26 de Mayo de 2013  •  2.487 Palabras (10 Páginas)  •  1.865 Visitas

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.- LA EVALUACIÓN COMO JUICIO DE VALOR

Cualquiera sea el criterio por el cual optemos para definir la naturaleza y las funciones de la evaluación no podemos desconocer que ésta gira en torno al concepto de valor. Se hace muy difícil comprender el significado de la evaluación si previamente no definimos y explicamos los verdaderos alcances filosóficos y epistemológicos del término valor, que a la postre es el epicentro de todo un sistema que basa su teoría y su práctica en el acto de valorar, o sea atribuirle un valor a las cosas, fenómenos o personas. De cualquier forma, todos los métodos, técnicas y procedimientos vinculados a la evaluación no han tenido otro propósito que establecer normas y principios que les permita evaluar, valorar, estimar, tasar o medir las acciones, trabajos, respuestas o actitudes de las personas o de las cosas de acuerdo con escalas o medidas establecidas como puntos de referencia.

En la vida cotidiana el término valor parece tener muchos significados diferentes, ya que indistintamente puede constituirse en la cualidad de una cosa que tiene cierto mérito, utilidad o precio, o caracterizar la capacidad de una cosa para producir sus efectos o quizás transformarse en la cualidad de las cosas que pueden medirse.

El significado actual del término valor y de la disciplina conocida como teoría de los valores o axiología son adquisiciones relativamente recientes en la filosofía, así como lo son las teorías propias de la evaluación, que sólo recién en la década del 40, con la obra de Raph Tyler, comienzan a tener importancia. La teoría de los valores es el resultado de ciertas corrientes de los siglos XIX y XX, en particular en la ética y en la economía política.

Si bien en el campo filosófico nos encontramos con numerosas referencias sobre el valor a nivel ético y moral, particularmente en la obra de Platón y Aristóteles, no hay duda que sólo en autores como Nietzsche se entra a sustentar y fundamentar una teoría de los valores. El propio Nietzsche tenía conciencia de la importancia de la noción de valor como tal, y hablaba de valores y de inversión de todos los valores. De este modo se descubría el valor como fundamento de las concepciones del mundo y de la vida.

Pero la teoría de valores como disciplina filosófica se abrió paso solamente cuando algunas escuelas trataron de construir una verdadera filosofía de valores, y sólo tuvo dirección propia después de la obra del alemán Hermann Lotse, autor que hizo del valor un contenido fundamental del filosofar. Por primera vez el valor aparece separado del ser, lo cual lo lleva a afirmar que no existen valores en sí como entes ideales e irreales, sino objetos reales que poseen valor.

Ajuicio de algunos filósofos los valores son objetivos porque no dependen de las preferencias individuales, sino que mantienen su forma de realidad más allá de toda apreciación y valorización. Pero para otros esta concepción es falsa porque su significado se encuentra histórica y socialmente condicionado. El concepto de valor ha variado históricamente y es muchas veces diferente de una cultura a otra, de una sociedad a otra. La polaridad parece ser una de las características de los valores, ya que nunca un valor se presenta independiente de su antagónico, de su opuesto o de su contrario. En este terreno los valores son categorías dialécticas que no son ajenas a la unidad de los contrarios y a las contradicciones, que se constituyen en los factores de cambio y de transformación de la vida, de la sociedad y de todo lo humano.

También se habla que lo valores son totalmente independientes de la cantidad, de ahí que se afirme que no se pueden establecer relaciones cuantitativas entre las cosas valiosas, condición no siempre aceptada por algunos investigadores que reducen cualquier tipo de valor a indicadores estadísticos o cuantitativos. Para éstos un valor no existe como un hecho objetivo hasta que éste no se convierta en un dato observable que permite aprehender sus dimensiones y captarse directa y objetivamente, de lo contrario éste sólo puede definirse en términos de probabilidad.

Finalmente hay que señalar que no existe un valor aislado, sino que todos los valores, pertenezcan a una clase u otra, hacen parte de una escala la cual nos permite establecer un orden jerárquico de valores a través de la cual se crea una relación diferente de grados y niveles entre estos valores.

Pero si bien hemos hecho referencia al valor como categoría general, donde se confunden y se entremezclan aspectos éticos, filosóficos, epistemológicos, sociológicos y económicos, no hay duda que nos acercamos más al significado que posee en la evaluación, particularmente cuando nos referimos al concepto valoración, o sea al acto de atribuir o asignar valor a un producto humano, lo cual implica necesariamente tomar en cuenta las condiciones concretas en que se valora y el carácter concreto de los elementos que intervienen en la valorización. Por lo usual, y en ésto nos remitimos a Hartmann, se habla de 3 elementos básicos que participan en cualquier tipo de valoracion:

• El valor atribuible

• El objeto valorado (actos o fenómenos)

• El sujeto que valora.

El acto de atribuir o asignar valor a un producto humano implica la participación de tres elementos íntimamente vinculados entre sí, el valor atribuible, el objeto valorado y el sujeto que valora. Independientemente de que cada uno de éstos puede tener formas y significados diferentes, debe existir correspondencia y unidad entre éstos, de lo contrario se puede distorsionar la valoración.

Al igual Al igual que en otras disciplinas, el valor en la evaluación no posee un significado per se, sino que éste se establece en relación con una escala de valores que puede o no pertenecer a una misma clase. Este hecho tiene sentido en la medida que se piensa que el acto de valoración es un fenómeno humano, ya que lo que se valora es un producto humano, realizado por un sujeto humano y que necesariamente debe ser hecho a partir de una escala humana. Esto convierte la valoración en un fenómeno típicamente humano, con características histórico – sociales muy propias de un acto que puede tener significados diferentes según el contexto donde se da. Las escalas de valores y los criterios de valoración han cambiado históricamente, y lo que tiene significado en una época no siempre lo va a tener en otra.

El valor atribuible puede tener múltiples significados según los criterios, escalas o puntos de referencia que se establezcan en cada caso, ya que

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