LA IDENTIFICACIÓN PARTIDISTA: ESTABILIDAD Y CAMBIO

LA IDENTIFICACIÓN PARTIDISTA: ESTABILIDAD Y CAMBIO.

La identificación partidista ha sido definida como “la percepción por parte de un individuo de un sentimiento de unión personal hacia el partido de su preferencia” (Campbell et al., 1954) y constituye el núcleo central e interpretativo del voto y de las predisposiciones políticas de los individuos a largo plazo.

Muchos de los electores tienen un sentimiento de identificación con un partido. La identificación partidista permite al elector simplificar la información que necesita para desenvolverse en el universo político. Funcionaría a modo de “traductor” de las complejidades del fenómeno político, facilitando a los electores la decisión del voto y el posicionamiento y valoración ante problemas políticos nacionales o internacionales, políticas sectoriales, etc. Se conformaría, de forma similar a un procesador que el individuo utiliza para organizar coherentemente sus actitudes políticas.

La identificación partidista se había adquirido fundamentalmente a través de un proceso de transmisión intergeneracional que se desarrolla en el seno de la familia. Se incrementa con la edad y afecta positivamente a la participación y al interés por la política.

Cuando se producen distorsiones en un sistema democrático, los niveles de identificación partidista que aparecen, una vez que el sistema resurge, son usualmente bajos. A medida que un sistema de partidos envejece, la proporción del electorado que se identifica con algún partido político diferente aumenta y alcanza un punto de equilibrio. La existencia de fuertes niveles de identificación partidista constituye, por otra parte, un factor de estabilidad política. Hay autores que consideran que un escaso desarrollo de la identificación partidista y, por consiguiente, la existencia de numerosos votantes disponibles ha posibilitado un crecimiento súbito de partidos extremistas. Por el contrario, un alto grado de identificación partidista atenúa la posibilidad de cambios bruscos en el sistema de partidos.

MODELOS DE COMPORTAMIENTO ELECTORAL: ESCUELA DE COLUMBIA

El modelo sociológico es el más tradicional, tiene su inicio en la década del 40 del siglo pasado su planteamiento se deriva de la sociología aportada por Talcott Parsons, la cual refleja los estudios de la Universidad de Columbia de Nueva York, un grupo dirigido por el investigador austriaco Lazarsfeld.

El modelo de Columbia describe la influencia de la socialización en la toma de decisión sobre si votar o no, y a quién votar; de esta forma resalta la importancia de la integración social como elemento motivador de la participación política.

La base del modelo de Columbia es el grupo social, su entorno más inmediato. Este modelo observa la influencia de los medios de comunicación (prensa y radio), en la toma de decisión de los

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