LA IMPORTANCIA DE LA ESCRITURA EN LAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN

LA IMPORTANCIA DE LA ESCRITURA EN LAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN

Todas las sociedades de la historia se han caracterizado por la apropiación de ciertas costumbres, valores, creencias y reglas que surgen como elementos necesarios para garantizar el normal funcionamiento de determinado grupo humano que sobrevive en un ambiente particular.

Algunas de las alternativas para compartir y “socializar” estas costumbres, valores, creencias y reglas, tienen que ver con diferentes formas de expresión del ser humano: artes, moda, leyes, uso de técnicas y tecnología, como para mencionar pocas.

Si pensamos un poco en el origen de la necesidad de comunicarnos con nuestros semejantes, podemos encontrar que la fuente primaria ha sido la oralidad. A través de la comunicación oral, hemos interpretado a los demás las artes, las leyes y las modas, las mejoras formas de sobrevivir a las amenazas del entorno y la manera de utilizar las herramientas que tenemos a disposición para lograr nuestros fines.

La palabra oral, de hecho es, la primera forma de comunicación formal y compartida que tenemos con el mundo que nos rodea. A lo que nos referimos en éste caso, es que si bien es cierto el niño posee códigos de comunicación temprana con personas cercanas, dichas estrategias generalmente no pueden ser leídas por un entorno humano un poco más amplio. Para lograr el entendimiento, el niño aprende a hablar de sus necesidades y de esta forma, hacerse comprender en un entorno social mucho más amplio.

Cuando en la infancia hemos logrado apropiar cierto nivel de vocabulario y los procesos cognoscitivos se arraigan más profundamente, viene la necesidad de pensar sobre lo que se dice y es cuando se aprenden las técnicas para la escritura y lectura.

Aunque estos dos últimos elementos son fundamentales para el fortalecimiento del desarrollo cognoscitivo del niño, nos centraremos en éste caso, en el desarrollo de habilidades de escritura y daremos un paso más adelante al referirnos de aquellas habilidades de escritura necesarias para la comunicación en el mundo de hoy.

Para contextualizarnos un poco, los pictogramas fueron la primera forma de escritura conocida y se caracterizaban por su simpleza comunicativa. Con el tiempo, fue necesario complejizarlos de tal manera que los contenidos de los mensajes fueran comprendidos por otras culturas. Como lo expresa Rocha y Roth (1994), el anterior hecho dio origen a lo que conocemos como escritura ideográfica, la cual simplifica los símbolos y llevó a la unificación de algunos de los criterios de compresión utilizados en ese momento por diferentes sociedades.

Algún tiempo después, y de acuerdo con los mismos autores, surgió la necesidad cultural de plasmar la escritura sobre algún objeto y hacer uso de herramientas de impresión. Por ejemplo, en Babilonia se utilizaban baldosas blandas y se escribía con un bastón de madera o hierro, en Egipto primero se utilizaban piedras y posteriormente papiros. Posteriormente surgió la necesidad de dar a las palabras un sentido fonético, organizarlas a través de letras en un alfabeto, y cada cultura fue complejizando su propio sistema comunicativo.

Así, han cambiado las habilidades motrices necesarias para escribir, las herramientas para lograrlo, el medio de impresión y el contexto, nos enfrentamos en las últimas décadas a nuevas maneras de lograr nuestros objetivos comunicativos de manera escrita.

Trataremos brevemente cada uno de los anteriores asuntos para acercarnos a nuestro objetivo. Recordemos entonces, que la escritura requiere de unas habilidades psicomotrices: por ejemplo saber manejar un martillo y un cincel y utilizar de manera inclinada una pluma, el lápiz o el esfero. Para escribir correctamente, se requiere del control motriz en la mano para utilizar apropiadamente estos medios. Hace poco centramos más la atención en el manejo competente de los dedos, esto es, simplemente el alcance de la competencia comunicativa a través del uso de teclas, lo que requiere sincronización especial y conocimiento “universal” de la ubicación de las letras del alfabeto.

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