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LA PROTESTA SOCIAL EN COLOMBIA


Enviado por   •  15 de Octubre de 2022  •  Exámen  •  4.337 Palabras (18 Páginas)  •  63 Visitas

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El marco de las protestas y el movimiento estudiantil en Colombia en los últimos cuatro años (2018-2021): Una aproximación a la participación directa de las clases sociales y al papel de la administración pública en el contexto social de esta coyuntura.

Daniel Alberto Urrego Rodríguez

Escuela Superior de Administración Pública ESAP

Problemática Pública

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Profesor Jesús María Molina Giraldo

10 de octubre de 2022

El marco de las protestas y el movimiento estudiantil en Colombia en los últimos cuatro años (2018-2021): Una aproximación a la participación directa de las clases sociales y al papel de la administración pública en el contexto social de esta coyuntura.

Descripción del problema

Para nadie es un secreto que los últimos cuatro años han estado permeados por múltiples protestas sociales, las cuales han reflejado la brutal represión por parte del Estado colombiano hacia los grupos sociales y hasta la misma ciudadanía. De estas se destacan específicamente el paro estudiantil de 2018 generado por el anuncio al presupuesto general a la educación y por programas como “ser pilo paga”. El paro nacional de 2019 que abarcó el descontento de la población hacía las políticas económicas, sociales y políticas del entonces presidente Iván Duque. Las protestas del 9 de septiembre de 2020 originadas por la muerte de Javier Ordoñez en manos de la policía nacional. Y en el 2021 donde se llevó a cabo el gran paro nacional, resultado del inconformismo por parte de la sociedad hacia la reforma tributaria, la brutalidad policial y el homicidio a manifestantes por parte de la fuerza pública.

Sin embargo, ciertos factores como la exclusión, la censura, la coacción por parte de los medios de comunicación y el Estado han permitido que las protestas sean deslegitimadas. A lo largo de la historia en Colombia siempre se ha manejado un discurso predeterminado por los medios de comunicación hacia los movimientos sociales, especialmente al movimiento estudiantil. Este discurso se ha basado específicamente de perfilar a los estudiantes como “guerrilleros”, “vándalos” y ha representado un alto grado de estigmatización en sus diferentes causas sociales. Cabe resaltar que históricamente el movimiento estudiantil ha estado involucrado en logros que han sido significativos para la sociedad, como lo fue el movimiento de la séptima papeleta que tuvo gran influencia en la asamblea nacional constituyente en 1991.

Por otro lado, la administración pública es fundamental para la preservación de los derechos y libertades de los ciudadanos en su ejercicio de “ejecución” de la ley en función de toda la sociedad. Es importante también resaltar que el concepto de “lo público” es la tesis central de las manifestaciones sociales. Como lo menciona Jesús Molina (2008), “lo público hace referencia a la dimensión colectiva, comunitaria y política de la vida de los hombres donde se da lugar a asuntos comunes o mundos en común por efecto de prácticas de encuentro mutuo” (p. 19). Además de entender que lo público también hace referencia al espacio donde grupos en común construyen socialmente ideas y “mundo”, es imprescindible que existan garantías estatales para la realización de estas. La administración pública en los contextos de coyuntura social como los paros deberá ser la encargada de “gestionar y mediar lo común de lo común para lograr el beneficio de todas y todos”.

A pesar de que los mecanismos de participación ciudadana quedaron consignados formalmente en la constitución de 1991, es evidente que su accionar van de la mano con hacer cumplir la ley (por cumplir un requisito). Adicional a esto, otro problema es que la mayoría de los ciudadanos que expresan su descontento hacia las políticas del gobierno, no se sienten representados por los partidos políticos que componen la esfera política. Existen ciertos causantes de esta separación entre el Estado y la ciudadanía como lo son el enraizamiento con los partidos políticos, el formalismo burocrático, el clientelismo, la corrupción y la fragilidad de la esfera pública. Más adelante presentaré la definición e influencia de estos conceptos en el ámbito de los movimientos sociales y en el marco de las protestas en los últimos cuatro años.

Finalmente, al complemento teórico se le incluirá algunos de los aportes de ciertas animaciones que han incluido algunas conversaciones con funcionarios de la procuraduría, senadores, periodistas y hasta miembros de la llamada “primera línea”. El texto se dividirá en tres partes; donde en la primera se enfocará en el estudio de los conceptos de lo público, la exclusión de la ciudadanía, la estigmatización a los manifestantes y el papel de los partidos políticos; en la segunda se evidenciará la ineficiencia del Estado para garantizar la relación entre la sociedad y las instituciones estatales, así como los conceptos que la componen; y, por último, se expondrá el papel de los medios de comunicación y de la censura.

Marco Teórico

Para precisar y profundizar el extenso temario de conceptos es importante iniciar con “lo público” y como se ha desarrollado históricamente en múltiples enfoques de las disciplinas sociales. Primeramente, en este sentido, lo público se construiría a través de tres vías: la estatal, la social y la que es producto del entrecruce de las dos anteriores” (Molina, 2008). También, según Hannah Arendt, especifica que lo público hace referencia “al propio mundo, en cuanto es común a todos nosotros y diferenciado de nuestro lugar poseído en el” (Arendt, 1993). Según estas posturas lo público es la base de la interacción y la construcción entre los ciudadanos. Arendt después explica que, gracias a la existencia de este espacio creado con fines comunes, se permiten condiciones de igualdad y libertad política para encontrarse en los ámbitos de la pluralidad y de dar origen a la “vida en común” (Molina, 2008).

El concepto de ciudadanía ha estado construido históricamente desde las luchas sociales por grupos organizados hacia los aparatos represivos del Estado. La ciudadanía actualmente se reconoce como los derechos legales de la población (civiles, políticos o sociales), y también, como el conjunto de ciudadanos que hacen parte o integran en su defecto, una comunidad política (Molina, s.f.). En el contexto colombiano, la lucha de los grupos sociales significó un alto impacto en la sociedad y en las instituciones que conforman a la nación. Desde grupos guerrilleros como el M-19, las Farc- EP, el ejército del EPL, entre otros; hasta el movimiento de la Séptima papeleta, conformaron los primeros exponentes a una reforma política, como lo fue la constitución de 1991. Según Carlos Pizarro comandante máximo del M-19, la inclusión del tema de reformas del sistema político excluyente se basa en tres rectificaciones: afrontar con seriedad, realismo y profundidad la crisis colombiana. (Pizarro, 1989).

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