LA VELOCIDAD DE LA CONFIANZA

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Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra

Campus Santo Tomás de Aquino

Facultad de Ingeniería

Materia:

Organización y Procesos Humanos

Grupo: SD-II -316-T-001

LA VELOCIDAD DE LA CONFIANZA

Sustentante:

Leslie Mota   2015-5220

Alexander Burgos     2016-5686

Ramón Coste     2015-5340

Alexander Javier    2015-5700

Santo Domingo D.N

LA VELOCIDAD DE LA CONFIANZA

        Desde el inicio de los tiempo, podemos observar que los seres humanos han formado sociedades para convivir y para sobrevivir. Somos por naturaleza criaturas sociales y necesitamos de la interacción con otras personas. Pero para poder relacionarnos bien y en armonía son necesarios muchos factores, y uno de ellos es la confianza. Como equipo, hemos tenido diferentes experiencias y al mismo tiempo distintas perspectivas acerca de lo que es realmente la confianza y de cómo se debe utilizar a la hora de trabajar en conjunto con otras personas. Estamos de acuerdo, de que desde pequeños empezamos a desarrollar distintas características que nos ayudan a crear este aspecto fundamental que es la confianza. Desde que nos unimos en equipo para realizar alguna travesura, hasta en la universidad para hacer un trabajo de investigación. No se puede convivir de manera éxito sin que haya confianza.

Estamos conscientes de que hay situaciones en la vida que incluso es difícil hasta conservar la confianza en nosotros mismos. En nuestro equipo, estamos de acuerdo de que todos  nosotros hemos tenido en algún momento esta dificultad. Consideramos que es una de la más importante en la que debemos trabajar, porque si tienes confianza en ti mismo, no puedes esperar que las personas confíen en ti. Hemos tenido experiencias en la cuales por no confiar en nuestra capacidad y nuestras ideas, dejamos de realizar las cosas que queremos. Como expresar que no estamos de acuerdo con alguna situación, o hacer una actividad que siempre hemos soñado. Esto es un error muy grande porque parte de la confianza en nosotros mismo es la integridad, apegarnos a nuestros valores y desarrollar nuestro talento, en lo que realmente somos buenos, también puede inspirar a otras personas a hacer lo mismo.

        Mientras compartíamos nuestras experiencias se habló de cómo algunos hemos tenido el reto de aprender a confiar en el trabajo de los demás. Entre nuestras debilidades como equipo se encuentra que podemos tender a ser un poco perfeccionistas. A la hora de realizar un trabajo lo queremos hacer todo sin darles la oportunidad a los demás integrantes porque creemos que somos los únicos que lo podemos realizar de manera correcta. Pero al mismo tiempo sabemos la gran importancia de desarrollar el carácter y que ofrezcamos una parte de cada uno en cada trabajo que realizamos. Nuestro objetivos es que de alguna manera todos trabajemos como lideres en el equipo, líderes en lo que somos mejores y aprendices de nuestras debilidades. Por esto, cuando creamos nuestro equipo, definimos nuestras metas para que así todos podamos  dirigirnos hacia el mismo camino. La idea no es imponer responsabilidades sino motivar a los demás a hacer bien su trabajo.

Algunos los integrantes de nuestro equipo consideran que sí existe un habiente laboral de confianza en sus trabajos y otros piensan que no. Comentábamos que muchas veces ocurren situaciones injustas en las cuales nuestro jefe se lleva todo el crédito del trabajo cuando en realidad fuimos nosotros los que nos matamos trabajando. Esto nos hace sentir que nuestro trabajo no se valora de la manera que nosotros esperamos y poco a poco genera frustración y desmotivación. Entre otras experiencias que hemos tenido podemos destacar que al trabajar en equipo nos gusta extender la confianza a quienes se la ganan y también a aquellos que trabajan para ganársela.

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