LAS CORRIDAS DE TOROS COMO UN ESPECTÁCULO VIOLENTO

LAS CORRIDAS DE TOROS COMO UN ESPECTÁCULO VIOLENTO

I. Introducción

II. Las corridas de toros como maltrato animal.

2.1. Antecedentes de la tauromaquia.

2.2. Violación de las leyes de protección animal.

2.3. Razones por las cuales se debe prohibir la práctica de la tauromaquia.

III. Conclusiones

Introducción

En el presente ensayo hablaré de uno de los casos más controversiales de maltrato

animal, la tauromaquia o arte de lidiar con toros, la cual viene a ser una práctica que se

viene dando desde la antigüedad y que ha ido cambiando con el transcurso del tiempo.

Abordaré los antecedentes históricos, el incumplimiento de las leyes de protección

animal, las razones por las cuales debe ser prohibida su práctica y sus consecuencias.El

propósito del ensayo es concientizar al lector respecto a la práctica de la tauromaquia

como una actividad recreativa que daña al animal, quien es víctima de maltrato hasta

llegar a la muerte. De esta manera el ensayo busca concientizar al lector sobre el trato y

valor que se le debe dar a los animales y el respeto a la vida.

Las corridas de toros como maltrato animal

2.1. Antecedentes de la tauromaquia

Los ritos con toros se remontan a la Edad de Bronce. En culturas antiguas el toro ha sido

símbolo de importancia en ritos y sacrificios de animales, estos se realizaban con la

finalidad de favorecer la fuerza de sus guerreros, fertilidad del ganado, ceremonias

fúnebres o rituales de paso. De estas tradiciones antiguas existen vestigios procedentes

de diversas culturas, de las cuales la más relevante viene a ser la de la península ibérica, ya

que tiene una relación directa con las tradiciones taurinas, que dieron paso a la

tauromaquia o toreo como también se le conoce.

Varias culturas antiguas ponen en manifiesto que se practicaba la tauromaquia, sin

embargo quiero resaltar una cultura cuyo espectáculo taurino se asemeja a la

tauromaquia, empero esta cumple con el propósito de entretener al público sin la

necesidad de dañar al animal. Me refiero a la cultura cretense (se dió entre los años 3.000

y 2.00 a.C), pues debido a la pintura presente en el Palacio de Cnosos, que muestra un toro

berrendo longilíneo y de largos cuernos con tres personajes, podemos rescatar que no

todas las fiestas taurinas, se practicaban con la rudeza con la que se desarrolla en la

actualidad, sino que esta era una práctica cuyo único fin era el entretenimiento del

público sin llegar a lastimar al animal. Esta era conocida como “Taurocatapsia”, que

significa “juegos gimnásticos con toros”. En esta los atletas saltaban sobre las bestias

cuando embestía, era una actividad sagrada dedicada a Mitra, un dios arcaico que se

representaba como un joven, con gorro frigio que se encontraba matando con sus manos

a un toro. El culto se consolidó en la Roma imperial, donde inspiró sociedades secretas,

exclusivamente masculinas de carácter militar esotérico e iniciático.

Cuando hablamos de tauromaquia lo primero que se nos viene a la mente es España, esta

llegó en el siglo XII y conmemoró acontecimientos de alegría o lúdicas. El pionero en

alancear toros desde el caballo fue Cid Rodrigo de Vivar, según una cita del literario

Moratín, sin embargo, muchos dudan de la veracidad de esto. La primera corrida de toros

se dio en Saldaña (Palencia) y la segunda fue en 1133 en Varea (Logroño) para la

celebración de la coronación de Alfonso VIII.

En el siglo XIII, las corridas de toros se hacían con mayor frecuencia y la finalidad era

festejar bodas, bautizos, homenajes fúnebres y victorias en batallas, todo a cargo de la

nobleza. Por otro lado, se encontraban los Reyes Católicos, quienes prefirieron sustituirlas

por justas y torneos. En algunos sitios o plazas de la ciudad se practicaban torneos

medievales donde caballos entre sí se peleaban y luego soltaban toros.

Durante los siglos XVI y XVII el toreo aún se realizaba a caballo, pero si eran derribados por

el toro, estos debían de continuar su faena a pie y rematar al toro con cuchillos, es

probable que de ahí tenga origen el toreo a pie. Aquí es el pueblo mismo el que

patrimonializa la fiesta y el primer matador profesional del que se tiene registro es

Francisco Romero, ya que mató un toro cara a cara con estoque.

Los primeros borbones sentían aversión a la fiesta de los toros, por lo que Felipe V

consideró el espectáculo como una fiesta bárbara, cruel y de mal gusto. La nobleza

cambió el modo en el que lo realizaba y la plebe continuó celebrando a su manera, sin

caballos y el protagonista era el hombre que torea a pie.

A lo largo del siglo XVIII se establecieron las bases del toreo moderno y con ello las figuras

de los matadores,

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