LUCHA LIBRE ¿UN THANATOS DOMADO?

Elementos Teóricos para el Análisis de la Cultura

LUCHA LIBRE ¿UN THANATOS DOMADO?

La lucha libre es un mundo de cultural, un espectáculo de inmensas proporciones. Independientemente del debate si la lucha libre mexicana sea o no una actuación, los aficionados expresan lo que en la vida real no podrían hacer o decir, lo anterior se explica en el siguiente ensayo.

La cultura es un limitante para los impulsos, por ello vivimos en una sociedad neurótica nos diría Freud1.  La lucha libre es un pequeño escape de los muchos que tiene el mexicano para dejar salir sus  impulsos, debido a que en la arena o frente a la TV los aficionados pueden decir lo que en la calle  no pueden, “Wagner acaba con él”, “Mátalo, Perro”, por ejemplo.

Inclusive ellos mismos piensan que son el luchador arriba del cuadrilátero, dan consejos e indicaciones de  cómo golpear; vemos  algunos que  dan órdenes  al luchador,  se pensaría con esto que los aficionados están sacando sus impulsos y en cierta manera si lo hacen, pero  no en la forma de un Thanatos en un máxima expresión si no en un Thanatos domado.

Esto se da gracias a que la lucha libre es culturalizada, cuando un fenómeno está delimitado por códigos, modos o gustos es cultura y no un impulso, en tal caso hablaríamos de que la lucha es un medio de satisfacción, ya que lo estamos utilizando como un fin de satisfacción y no nos interesa fundirnos con él.

La lucha libre es una representación de la interminable  lucha entre el bien (técnicos) y mal (rudos), no es un Thanatos en si, pues los equipos están determinados sabemos quienes son de cada bando. Sin importar que nuevos escenarios sangrientos quieran incorporar  por ejemplo “la jaula eléctrica”, “lucha callejera”; el Thanatos es frío pues habrá sufrimiento, quizá dependiendo de la pelea uno que otro hueso roto, raspadas, moretones, sangre y en  caso muy raro muerte, pero todo determinado dentro de ciertas normas.  

Freud dice “la cultura se ve obligada a realizar múltiples esfuerzos para poner barreras a las tendencias agresivas del hombre, para dominar sus manifestaciones mediante formaciones  reactivas psíquicas”2 .  Por ello la cultura intenta limitar  la agresión, con  frases como “amarás a tu prójimo como a ti mismo”3, algo  contradictorio en este caso pues en la lucha significaría que cada llave o golpe que de un luchador a otro  es lo que quiere recibir. Pero como lo voy a tratar como si fuera yo, si no es igual a mí podríamos poner de excusa, “si no más bien mi enemigo, debo amarlo como a mi mismo”4.

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