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La Alternativa Bolivariana para América latina (ALBA)


Enviado por   •  21 de Enero de 2014  •  Trabajos  •  2.928 Palabras (12 Páginas)  •  314 Visitas

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El Eje de Integración Internacional

Logros del Gobierno Bolivariano en el Eje de Equilibrio Internacional.

Desde que el Presidente Chávez asumió como Jefe del Estado Venezolano. Se dió un viraje en el contexto internacional. Pasando de tener unas relaciones bilaterales y unas relaciones pluripolares, lo que ha permitido al Gobierno Venezolano ampliar sus relaciones con otras países de manera soberana e independiente.

Entre los objetivos que nos planteamos están dar a conocer lo logros y alcance de la Revolución Venezolana, pacífica y democrática, Rumbo al Socialismo del Siglo XXI.

El problema es que el sistema burocrático estatal en muchos países de Latinoamérica es muy grande y emplea a un gran porcentaje de la fuerza del país. Con esta especie de “privatización” de los servicios estatales, millones de personas podrían quedar sin su fuente de trabajo, si el gobierno no genera fuentes alternativas de empleo.

En materia de inversiones, el tema más debatido es el derecho que tendrán las compañías extranjeras y los inversores de demandar a los gobiernos por la aplicación de políticas que consideren interfieren con su derecho de generar ganancias. Este tema también ha sido objeto de críticas en el marco del TLC o NAFTA (Tratado de Libre Comercio de Norteamérica) La Propuesta del ALBA (Alternativa Bolivariana Para América Latina)

La Alternativa Bolivariana para América latina (ALBA) es una propuesta que centra su atención en la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Si se analiza con detenimiento los puntos que fueron aprobados en la IV Cumbre de las Américas, encontraremos que esto fue aprobado por todos los países, es decir no hay ninguna contradicción.

En la propuesta del ALBA se le otorga una importancia crucial a los derechos humanos, laborales y de la mujer, a la defensa del ambiente y a la integración física. También fue abordado en esa cumbre. En el ALBA, la lucha contra las políticas proteccionistas y los ruinosos subsidios de las países industrializados no puede negar el derecho de los países pobres de proteger a sus campesinos y productores agrícolas.

El ALBA tiene que atacar los obstáculos a la integración desde su raíz, a saber: La pobreza de la mayoría de la población, Las profundas desigualdades y asimetrías entre países, intercambio desigual y condiciones de las relaciones internacionales, El peso de una deuda impagable, La imposición de las políticas de ajuste estructural del FMI y el BM y de las rígidas reglas de la OMC que socavan las bases de apoyo social y político, los obstáculos para tener acceso a la información, el conocimiento y la tecnología que se derivan de los actuales acuerdos de propiedad intelectual; y prestar atención a los problemas que afectan la consolidación de una verdadera democracia, tales como la monopolización de los medios de comunicación social. Como respuesta a la brutal disolución que sufrió el Estado durante más de una década de hegemonía neoliberal, se impone ahora el fortalecimiento de este con base a la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos.

Esto también quedo aprobado en la IV Cumbre de las Américas. Sin una clara intervención del Estado dirigida a reducir las disparidades entre países, la libre competencia entre desiguales no puede conducir sino al fortalecimiento de las más fuertes en perjuicio de los más débiles.

Profundizar la integración latinoamericana requiere una agenda económica definida por los Estados soberanos, fuera de toda influencia de los organismos internacionales.

EL ALBA

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos o ALBA-TCP (en ocasiones denominada extraoficialmente por su nombre inicial Alianza Bolivariana para América o ALBA) es una organización internacional de ámbito regional, enfocada para los países de América Latina y el Caribe que pone énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social con base en doctrinas de izquierda.

Es un proyecto de colaboración y complementación política, social y económica entre países de América Latina y el Caribe, promovida inicialmente por Cuba y Venezuela como contrapartida del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), impulsada por Estados Unidos.

El ALBA se fundamenta en la creación de mecanismos que aprovechen las ventajas cooperativas entre las diferentes naciones asociadas para compensar las asimetrías entre esos países. Esto se realiza mediante la cooperación de fondos compensatorios, destinados a la corrección de discapacidades intrínsecas de los países miembros, y la aplicación del TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos).

El ALBA-TCP otorga prioridad a la relación entre los propios países en pie de igualdad y en el bien común, basándose en el diálogo subregional y abriendo campos de alianzas estratégicas fomentando el consenso y el acuerdo entre las naciones latinoamericanas.

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) es una plataforma de integración de los países de América Latina y el Caribe, que pone énfasis en la solidaridad, la complementariedad, la justicia y la cooperación, que tiene el propósito histórico fundamental de unir las capacidades y fortalezas de los países que la integran, en la perspectiva de producir las transformaciones estructurales y el sistema de relaciones necesarias para alcanzar el desarrollo integral requerido para la continuidad de nuestra existencia como naciones soberanas y justas. Es, además, una alianza política, económica, y social en defensa de la independencia, la autodeterminación y la identidad de los pueblos que la integran.

La integración es para los países de la América Latina y el Caribe, una condición imprescindible para aspirar al desarrollo en medio de la creciente formación de grandes bloques regionales que ocupan posiciones predominantes en la economía mundial.

El principio cardinal que guía al ALBA es la solidaridad más amplia entre los pueblos de la América Latina y el Caribe, que se sustenta en el pensamiento de Bolívar, Martí, Sucre, O´Higgins, San Martín, Hidalgo, Petion, Morazán, Sandino y tantos otros próceres, sin nacionalismos egoístas ni políticas nacionales restrictivas que nieguen el objetivo de construir una Patria Grande en la América Latina, según la soñaron los héroes de nuestras luchas emancipadoras.

El ALBA no alberga criterios mercantilistas ni intereses egoístas de ganancia empresarial o beneficio nacional en perjuicio de otros pueblos. Busca tener una amplia visión latinoamericanista, que reconozca la imposibilidad de que nuestros países se desarrollen y sean verdaderamente independientes de forma aislada, siendo capaz de lograr lo que Bolívar llamó “…ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria”, y que Martí concibiera como la “América Nuestra”, para diferenciarla de la otra América, expansionista y de apetitos imperiales.

Los países que actualmente integran el ALBA-TCP son: Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Mancomunidad de Dominica, Antigua y Barbuda, Ecuador, y San Vicente y Las Granadinas.

POLÍTICA

Principios

Los principios rectores del ALBA-TCP fueron promulgados por:

1. Mientras la integración neoliberal prioriza la liberalización del comercio y las inversiones, el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) es una propuesta que centra su atención en la lucha contra la pobreza, la exclusión social, contra los altos índices de analfabetismos y de pobreza que existen principalmente de América Latina y el Caribe.

2. En la propuesta del ALBA se le otorga una importancia crucial a los derechos humanos, laborales y de la mujer, a la defensa del ambiente y a la integración física

3. En el ALBA, la lucha contra las políticas proteccionistas y los ruinosos subsidios de los países industrializados no puede negar el derecho de los países pobres de proteger a sus campesinos y productores agrícolas.

4. Para los países pobres donde la actividad agrícola es fundamental, las condiciones de vida de millones de campesinos e indígenas se verían irreversiblemente afectados si ocurre una inundación de bienes agrícolas importados, aún en los casos en los cuales no exista subsidio.

5. La producción agrícola es mucho más que la producción de una mercancía. Es la base para preservar opciones culturales, es una forma de ocupación del territorio, define modalidades de relación con la naturaleza, tiene que ver directamente con la seguridad y autosuficiencia alimentaria. En estos países la agricultura es, más bien, un modo de vida y no puede ser tratado como cualquier otra actividad económica.

6. ALBA tiene que atacar los obstáculos a la integración desde su raíz, a saber:

a. La pobreza de la mayoría de la población;

b. Las profundas desigualdades y asimetrías entre países.

c. Intercambio desigual y condiciones inequitativas de las relaciones internacionales.

d. El peso de una deuda impagable.

e. La imposición de las políticas de ajuste estructural del FMI y el BM y de las rígidas reglas de la OMC que socavan las bases de apoyo social y político.

f. Los obstáculos para tener acceso a la información, el conocimiento y la tecnología que se derivan de los actuales acuerdos de propiedad intelectual; y,

g. Prestar atención a los problemas que afectan la consolidación de una verdadera democracia, tales como la monopolización de los medios de comunicación social

7. Enfrentar la llamada Reforma del Estado que solo llevó a brutales procesos de desregulación, privatización y desmontaje de las capacidades de gestión pública.

8. Como respuesta a la brutal disolución que éste sufrió durante más de una década de hegemonía neoliberal, se impone ahora el fortalecimiento del Estado con base en la participación del ciudadano en los asuntos públicos.

9. Hay que cuestionar la apología al libre comercio perse, como si sólo esto bastara para garantizar automáticamente el avance hacia mayores niveles de crecimiento y bienestar colectivo.

10. Sin una clara intervención del Estado dirigida a reducir las disparidades entre países, la libre competencia entre desiguales no puede conducir sino al fortalecimiento de los más fuertes en perjuicio de los más débiles.

11. Profundizar la integración latinoamericana requiere una agenda económica definida por los Estados soberanos, fuera de toda influencia nefasta de los organismos internacionales.

ECONOMÍA

Los países miembros del bloque comercial ALBA-TCP, que lidera Venezuela firmaron un acuerdo para crear una moneda electrónica regional que se prevé entrará en circulación en 2010, la triplicación del comercio interno entre sus miembros (liberalización), el aumento de la producción agrícola en países como Cuba y Nicaragua.

Las llamadas empresas "Gran-nacionales" en contraposición a las transnacionales, son otra característica de este grupo, existen en sectores como pesca (Transalba), minería, transporte, telecomunicaciones (Albatel) y agricultura. También la creación de empresas como Puertos del ALBA, S.A, empresa para la construcción de puertos en Cuba y Venezuela. Otra es Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa), empresa petrolera mixta entre Nicaragua y Venezuela.

Entre los ejemplos se cuenta el cable submarino que se concluirá en 2010, que conectará Venezuela con Cuba, en un inicio y luego con Nicaragua y otras zonas de América Central y el Caribe.

El ALBA y el Caribe

En el Caribe existen condiciones objetivas que permitirían avanzar rápidamente en el proceso de integración, a través de un programa de cooperación integrado y consistente, orientado a sentar las bases del desarrollo socioeconómico sostenible y la consolidación de una comunidad de naciones. Las propuestas del ALBA para el Caribe no entran en conflicto con los acuerdos multilaterales o subregionales ya existentes, que deben ser asumidos como complementarios.

El Caribe es una reserva de riquezas energéticas, yacimientos de minerales estratégicos y acuícola; es una región llamada a convertirse en potencia turística mundial y de prestación de servicios marítimos, por su ubicación geoestratégica; es una zona de amplio y rico perfil cultural y étnico. El peso político de la comunidad de naciones caribeñas en los organismos multilaterales internacionales le confiere capacidad de negociación en la toma de decisiones. Todas estas ventajas se potenciarían en el marco de un proceso de integración como el que propone el ALBA, que a su vez, actuaría sobre las desventajas económicas y sociales.

En lo económico, los países del Caribe presentan balanzas comerciales deficitarias, al tiempo que el comercio intraregional es débil, pues supone sólo algo menos del 12% del total de sus exportaciones. El reto consiste en desarrollar y profundizar el comercio interno, de forma que sea posible la sustitución de importaciones de terceros países por productos de la región, que en varios sectores son complementarios entre sí.

En materia social existen necesidades y metas comunes, pues todos los países de la región necesitan contribuir al desarrollo de la educación en todos sus niveles y, en materia de salud se enfrenta, igualmente, a desafíos comunes, pues el Caribe es la zona más afectada por el SIDA, después de África.

Iniciativas del ALBA para el Caribe

Lucha contra la pobreza y la exclusión social, desarrollando programas de vivienda, servicios básicos, alfabetización y salud, mediante planes de apoyo técnico y financiero.

Implantación de un plan conjunto de seguridad alimentaria, que garantice las condiciones para el desarrollo de la producción y procesamiento de alimentos, así como su comercialización con precios ajustados a los recursos de la población de la región.

Desarrollo energético y minero, mediante cadenas integradas que agreguen valor a las materias primas e impulsen el desarrollo endógeno sustentado en la innovación tecnológica, en estrategias conjuntas de comercialización, reingeniería, transporte, almacenaje y distribución, y en la creación de un Fondo de Desarrollo Minero para la asistencia técnica, financiera y de investigación, a fin de lograr la soberanía productiva.

Diseño y promoción de un portafolio de inversiones, orientado a construir las cadenas industriales integradas de agregación de valor de las materias primas.

Intercambio Académico y Cultural, para ampliar la Universidad del Caribe mediante la apertura de sedes en otros países de la región. Incentivar el intercambio cultural y establecer alianzas estratégicas para la formación de recursos humanos, aprovechando y compartiendo las capacidades comunes.

Compartir las experiencias y desarrollos en la industria turística, para sentar las bases de una gestión integrada. Establecer alianzas estratégicas orientadas a la formación de recursos humanos, el desarrollo de infraestructuras de transporte y logística, la constitución de una línea aérea regional caribeña y la gestión, promoción y comercialización de los servicios turísticos en el Caribe.

Elaborar programas conjuntos de conservación medioambiental, estableciendo sistemas de apoyo a la gestión ambiental comunitaria y la formación de recursos humanos en esta materia.

Desarrollar el mercado regional caribeño, mediante incentivos al productor y al consumidor, de carácter tributario, de financiación y acceso al crédito, de promoción y facilitación del comercio, de apoyo a la producción y de establecimiento de circuitos productivos basados en el desarrollo endógeno.

Construcción de un sistema de prevención y gestión de desastres, mediante un sistema de vigilancia y acción conjunta.

En la medida en que el ALBA favorezca un modelo de integración regional que reconozca las diferencias en los niveles de desarrollo de cada uno de sus integrantes, al mismo tiempo que priorice las relaciones solidarias en los mecanismos y entidades formales, entiéndase en sus aspectos legales; podríamos afirmar que dicho modelo se perfila como una fuerte alternativa posible para la integración en América Latina y el Caribe.

Cuatro son los aspectos generales que, a mi entender, deberían definir dicho proceso. En primer lugar, se debe potenciar la cooperación interna entre los Estados del subcontinente, esto sin pretender el aislamiento en la economía global, pero sí con la marcada intención de crear una experiencia de intercambio netamente Latinoamericana, por lo menos en sus etapas iníciales y de crecimiento. La misma tendría que contar con un marco temporal en relación a las necesidades y ventajas que cada país presenta.

Segundo, se precisa del fortalecimiento de los mecanismos de participación social como forma de asegurar y fomentar el apoyo político, la prevención de la corrupción y el respeto de los derechos fundamentales en las políticas y estrategias de desarrollo. Para esto debe considerarse la gama cultural de los pueblos de Latinoamérica, facilitando un mejor entendimiento de los procesos locales, nacionales y regionales en materia de cooperación y diálogo.

En lo que al desarrollo ambiental se refiere, éste no debe estar supeditado al desarrollo netamente financiero. En este sentido, hace falta un mayor proceso creativo para el aprovechamiento racional y la conservación de los recursos naturales, así como para la creación de mecanismos y tecnologías para el uso de los recursos energéticos renovables.

Finalmente, no se debe prescindir de la participación del Estado tanto en el sector productivo, como en la generación y suministro de los servicios esenciales de educación y salud. Si bien es cierto que esto no debe anular la participación del sector privado, el Estado debe conservar y fortalecer su papel regulador y mediático en dicha intervención.

El fenómeno quizá más importante que está viviendo la humanidad en el presente siglo es el de la profunda y creciente interdependencia que existe entre los países, las sociedades, las culturas y las economías de todo el mundo. Esta nueva estructura de las relaciones, es conocida como globalización, no es la única responsable, pero tiene un papel protagónico en la en la gran mayoría de los fenómenos que ocurren en el planeta en todos los niveles, desde lo global hasta lo regional y lo local.

Es quizás por ello que después que se ha superado, al menos en gran parte, esta dualidad inicial que surge en diversos ámbitos, en el sentido de que la globalización era un nivel de integración, se ha venido tomando cada vez una mayor conciencia que para nuestros países la única vía para insertarse adecuadamente en un mundo globalizado es por medio de nuestra propia integración, por lo tanto: La integración de América Latina, no se puede manejar solamente como alternativas entre asociaciones de libre comercio, mercados comunes, uniones aduaneras, económicas, monetarias y políticas; por lo que es necesario la unión cultural de los pueblos, a través de la estados nacionales, capaces de hacer coexistibles las diferencias con sus vecinos y de compartir sus decisiones de intereses comunes, con los demás componentes de la comunidad social humana y profundamente latinoamericana.

En tal sentido, los pueblos latinoamericanos están llamados a formar, una comunidad de naciones que, sin desprecio de los valores propios de cada país y su intransferible mensaje, permita presentar a la faz del mundo una América latina unida, solidaria, progresista y fuerte.

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