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La Etica Del Servidor Publico


Enviado por   •  9 de Marzo de 2013  •  1.321 Palabras (6 Páginas)  •  541 Visitas

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LA ÈTICA DEL SERVIDOR PÚBLICO

Hoy por hoy vemos que existe una discusión entre lo que es la moral y lo que es ético, observando las situaciones cotidianas y las opiniones de las sociedad no solo en el interior del país si no a nivel trasnacional e incluso en grandes potencias mundiales con un desarrollo socio-económico, se manifiesta constantemente como se debaten los actos de unos y otros, evaluando de esta manera el comportamientos de los dirigentes y diferentes autoridades públicas, entidades, corporaciones estatales y en el sector privado.

Actualmente estamos viviendo una era que se caracteriza por la estallido de la ética tanto en la vida pública como en la privada, cada una de las acciones son sometidas a análisis detallado, puesto que ha ido creciendo la preocupación no solo en lo que concierne a la humanidad, sino que además se ha elevado una conciencia ambiental por el cuidado y conservación del medio ambiente esa indiferencia que por largos años la humanidad a mostrado hacia los recursos naturales y todas esa bendiciones que Dios nos ha brindado para que tengamos una óptima calidad de vida y que el hombre en su materialismo ha abusado indiscriminadamente, contaminando y destruyendo la naturaleza y consigo la conservación de la raza humana.

Esto nos lleva a diferenciar entre lo que ético y lo moral aunque filosóficamente ambos conceptos parecieran tener un mismo sentido se evidencia que su significado es diferente.

Básicamente la ética hace referencia al comportamiento moral de los individuos dentro de la sociedad.

El servidor público se distingue como un generador de soluciones su misión es servir a la sociedad, desde la diversas ocupaciones y funciones que nos sean asignadas, es un verdadero privilegio hacer parte de una organización publica y ocupar ese designación de servidor público es un espacio donde podemos generar cambios, soluciones, contribuir a corregir problemas, haciendo propuestas en pro de satisfacer las necesidades sociales a través de planes, estrategias o programas, cosas que en el sector privado son un poco restringidas.

Aunque en ocasiones el sector público trae inseguridad laboral por temas burocráticos vale la pena incursionarse en esta rama.

A lo largo de historia se han construido normas, valores morales y humanos que se viven diario y que a las vez se enfrentas a las circunstancias, entre estos vemos la honestidad, la honradez, relación y trato con nuestros familiares, amigos, la verdad, la disciplina, la humildad y la valentía para sobresalir en las adversidades, todos estos nacen en el hogar y trascienden a cada una de las instituciones en la que incursionamos en los diferentes ciclos de la vida.

El servidor público debe ser una persona sensible, ya que desde nuestro operar trazamos lineamentos fundamentales dentro del estado para influir en las políticas de educación salud, equidad, justicia, y la comunidad civil tiene la esperanza en nuestras decisiones que los ataña a pensar en su futuro.

Y es aquí donde debemos preguntarnos como servidores y estudiantes de lo público si realmente para nosotros vale la pena correr el riesgo de enfrentarnos a opiniones opuestas al verdadero sentido de la función pública que marquemos la diferencia y seamos actores de cambio que nos preocupemos por esas necesidades del común, donde vivimos con grandes limitaciones causadas por dueños del poder y aquellos que viven en condiciones de pobreza extrema tienen la ilusión que un día alguien con sensibilidad y menos interés individual ponga sus ojos en ellos.

Esto nos hace un llamado a cuestionar nuestros valores, principio y moral para que los recursos o servicios que administremos lo hagamos con transferencia y respeto, que nuestras decisiones estén encaminadas al bienestar de esa mayoría que es quien da la oportunidad para que algunos hombres lleguen a dirigir y le den gobernabilidad a los territorios.

En nuestro país hemos visto diversas experiencias que lo han hecho estremecer socio-económicamente, culturalmente y han generado cambios políticos, sometiendo a las instituciones y a los funcionarios a muchas pruebas.

Estas crisis han traído como consecuencia, como el aumento de necesidades sociales, lo cual requiere un cambio de actitud de los servidores públicos y enfoquen al desarrollo de nuevas estrategias e implementar políticas públicas encaminadas a reducir las problemáticas sociales que nos aquejan.

Aristóteles nos enseña que los hombres nos necesitamos unos a otros para vivir en sociedad.

Si nos referimos a las normas que emana nuestra constitución nos señala que son de obligatorio cumplimiento, preventivas para garantizar su cumplimiento, pero el carácter, la calidad y la sensibilidad humana son innatas, y a medida que vamos cerrando vivencias desarrollamos el libre el libre albedrío el cual se manifiesta de distintas formas, al igual se adquiere madurez, dominio propio este último pensaría que es uno de los valores más importantes en el individuo.

Si la humanidad se preocupara más por servir y menos por lastimar tendríamos una sociedad menos corrupta, negligente, cuando nuestro principio y valores están fundamentados y trazamos en nuestra vida la lealtad esto es elemental para contribuir al desarrollo de nuestras instituciones.

Platón nos habla de la cosmovisión idealista y cada individuo es un mundo y tiene su propia cosmovisión, sus propios sueños, ideas, valores respecto de lo que es y de lo que quiere.

En nosotros los servidores públicos esa cosmovisión y el dimensionar la magnitud e importancia de muchas cosas evoluciona con los años, la cultura, la comunicación, el conocimiento.

En relación a lo anterior podemos inferir que la conducta humana es de conciencia individual, la ética nos hace ver lo que es bueno y lo que es malo, la obligación y el deber moral.

El problema que ataña a la humanidad y a los servidores públicos es precisamente la existencia del mal el cual es un fenómeno real, que debemos enfrentar con ética, actitud y firmeza.

Continuamente estaremos expuestos a situaciones de riesgo, como la corrupción, la intolerancia, la desatención, la impunidad, el abuso entre otros, y ante estas situaciones muchos servidores públicos son vulnerables.

Analizadas las lecturas realizadas vemos con claridad que el objetivo fundamental del Estado es brindar bienestar social, su fin es el bien común, y sus acciones están encaminadas a alcanzar tal fin.

El medio del cual el Estado dispone para cumplir sus objetivos es la Administración pública, esta estructura administrativa la integra el recurso humano o servidores públicos que deben ser personas integras, honestas ya que son el elemento primordial dentro de los programas y políticas de gobierno.

La sociedad civil tiene una imagen negativa del ejercicio gubernamental causado por la corrupción y por la doble moral al momento de rendir cuentas al pueblo.

Esta imagen ha puesto en tela de juicio el desempeño de la administración pública, lo que nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de mejorar las organizaciones, la prestación de los servicios, donde los servidores públicos deben optimizar su actuación, convirtiéndose en un ejemplo ante la sociedad y recuperar la confianza de la ciudadanía.

Independiente de la jerarquía del funcionario el objetivo es el mismo la búsqueda del bien común ya que nuestras funciones están orientadas a servir y satisfacer las necesidades del ciudadano, ya que por ellos que tenemos un empleo y un salario.

La importancia de este tema es sentir la necesidad que tiene nuestro país de un cambio total en cuanto al comportamiento del capital humano que está dentro de las organizaciones públicas y privadas que las personas tengan ese deseo de servicio, de hacer las cosas en excelencia, imparcialidad, honradez, obrando éticamente.

La ausencia de estos principios ha llevado a que dentro de la esfera social se den flagelos de inequidad trayendo consigo descomposición social, indiferencia ante los mismos, la malversación de los recursos, falta de oportunidades para los habitantes, en vez de desarrollar políticas públicas intervencionistas que promuevan desarrollo, al contrario las han elaborado de manera asistencialistas para someter al pueblo a la mendicidad y así encubrir la deshonestidad y la corrupción latente dentro de las diferentes entidades gubernamentales ya que lastimosamente a muchos de nuestros dirigentes y sus equipos de gobierno poco les interesa ese bienestar social que es el objetivo si no que van en búsqueda de sus propios beneficios.

Fuentes:

Código de Ética

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