La Guerra De Los Mundos

El 30 de Octubre de 1938, el actor y guionista Orson Wells emitió a través de la cadena CBS un radioteatro llamado “La Guerra de los Mundos”. En la dramatización se describía una invasión marciana a la Tierra, que ponía en peligro a todos los habitantes de Estados Unidos. La composición del mensaje estaba presentada en forma de información verídica y sólo una vez, en el inicio de la transmisión, se aclaró que en realidad se trataba de un programa de ficción. El público respondió a la emisión como si lo que estuvieran oyendo fuese la información de una catástrofe verídica y en plena ocurrencia. Miles de personas fueron presas del pánico y la desesperación, incluso algunas llegaron a afirmar que habían visto marcianos y lo manifestaron de diferentes modos; intentando escapar, rezando, llorando. Alrededor de seis millones de personas escucharon en vivo la ficción, y según diversos estudios, un millón de personas creyó que estaban escuchando el informativo de la radio.

Tras este episodio quedó demostrado el impacto que tienen los medios masivos de comunicación sobre las audiencias, y su influencia casi ilimitada en la transformación de la acción colectiva. Algunos factores que influyeron en esta reacción fueron la confianza ciega de las masas en las comunicaciones provenientes de medios oficiales, el prestigio de los locutores y los expertos que respaldaban el relato y las descripciones detalladas de incidentes específicos que supuestamente se estaban generando.

Hadley Cantril, investigador estadounidense de opinión pública, afirma en su libro "La invasión desde Marte" que el pánico del público que seguía el programa tiene su origen en una determinada y diferenciada "habilidad crítica" inserta en los individuos y sin relación con el poder del mensaje radiofónico. Los individuos afectados por el pánico carecían del nivel mínimo y necesario para discernir entre la realidad y la ficción. Esta carencia se explicaba, a su vez, por el bajo nivel de conocimientos que caracterizaba a muchos de esos individuos afectados; además, se añadía la circunstancia del "ambiente" (de crisis económica y de continua alarma ante una guerra próxima) en el que se encontraban la mayoría de los receptores y que entorpecía la posibilidad de un juicio racional que acompañara la interpretación de los mensajes radiofónicos en general (y no sólo de esta emisión).

Cabe señalar, que esta producción se realizó a fines de la década del 30, momento en el cual los medios de comunicación no habían alcanzado el desarrollo que observamos hoy.

...