La Migración. Su significado. La importancia de este fenómeno en la Argentina contemporánea

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La Migración. Su significado. La importancia de este fenómeno en la Argentina contemporánea.

Parte 1

Tomando en consideración este concepto perteneciente a la dinámica de la población, podemos decir que la “migración” es un fenómeno inherente a la humanidad, ya que la especie humana desde sus inicios siempre tuvo el afán, la intención, el deseo de movilizarse en la búsqueda de mejores condiciones de vida. En los primeros tiempos intentando encontrar alimento y abrigo, muy condicionados por las inclemencias climáticas. Estos grupos pertenecían más bien al nomadismo, desplazándose de un lugar a otro, sin permanecer mucho tiempo en un determinado espacio. 

Ya cuando la población pudo de alguna manera “domesticar” el medio, estos grupos humanos empezaron a asentarse de forma permanente en un lugar específico, y los individuos pasan de hábitos nómades a sedentarios, es decir a la permanencia sobre un espacio fijo. 

Si hablamos de migraciones históricas no debemos dejar de mencionar aquellas que fueron trascendentales en la historia de la humanidad, como por ejemplo aquellas migraciones forzadas que se dieron en el siglo XVI desde África hacia toda América con el objetivo de trasladar a toda esa masa de población en condiciones infrahumanas para que trabajasen en las plantaciones de cultivos tropicales. 

Más acá en el tiempo aparecen las migraciones internacionales de ultramar desde los países europeos hacia América. En este caso en nuestro país este fenómeno social, cultural y espacial tuvo un impacto notable en la formación de la población argentina, ya que con los migrantes llegaron culturas diversas que impregnaron en cada una de las regiones de la Argentina.  

Respecto a las migraciones contemporáneas, nos enfocaremos en aquellas que arribaron a nuestro país en las últimas décadas, provenientes de países limítrofes. En relación a ello, creemos que usualmente en el aula emergen ideas previas impregnadas de prejuicios sobre aquellas personas que llegan a nuestro país desde países vecinos, como Bolivia, Paraguay o Perú, aunque este último no esté entre los países limítrofes, pero conforman un número importante, sobre todo en las grandes ciudades.

Aparece como relevante sobre estos contingentes de migrantes la figura de los “estereotipos sociales”, que constituyen la base para diferenciar entre un “nosotros” y los “otros”, que por lo general son negativos, es decir, se plantea que son “ladrones”, o que vienen a quitar o invadir "nuestros" lugares en el trabajo, en los hospitales, en las escuelas.

Esos a quienes se considera extraños se convierten en el chivo expiatorio de muchas problemáticas que se viven el país o la región. A esto se suman actitudes discriminatorias y estigmatizantes de raíz étnica, que se vinculan al imaginario social argentino que se concibe asimismo como un enclave europeo en Latinoamérica, que niega sus raíces originarias y negras. Por ello, a pesar de ser un país en el cual la mitad de la población argentina tiene alguna ascendencia indígena, se ha instalado el prejuicio de que toda persona con algún rasgo no europeo es boliviana, paraguaya o peruana. 

A esto se le agrega aquellos migrantes de las provincias como Salta o Jujuy que comparten rasgos fisonómicos con personas de los países vecinos antes mencionados, generando un contexto proclive que alienta al racismo y la discriminación. 

Consideramos que la xenofobia y la invisibilización de las identidades diversas son consecuencia de esta creencia en una Argentina blanca, por tanto, es necesario problematizar este discurso hegemónico y ponerlo en cuestión en el aula.

Parte 2

¿A través de qué estrategias podemos hacerlo? ¿Cómo abordar el tema de la diversidad cultural dejando de lado los prejuicios sobre los inmigrantes de países limítrofes? ¿Tenemos los recursos y las metodologías para encarar estas problemáticas que se dan a menudo en nuestra sociedad?

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