La Percepción

La Percepción

1. Uno de los axiomas de las relaciones humanas es que todos vemos el mundo y a la gente que se encuentra en él de forma un tanto diferente.

2. Esa forma de ver las cosas puede ser en realidad muy diferente, y parte de una base clave: muy por el contrario de lo que el sentido común podría sugerir, no vemos al mundo alrededor nuestro de una manera simple o directa, sino que construimos un “cuadro” de él al través de un proceso activo y completo.

3. El proceso a través del cual seleccionamos, organizamos e interpretamos la información que nuestros sentidos nos proporcionan es denominado percepción, y desempeña un papel fundamental en la conducta. ¿Por qué? Porque en la mayoría de las situaciones la manera en que la gente actúa es, en gran medida, función de cómo contempla su medio ambiente.

4. En todo momento, estamos literalmente inundados con información de nuestros sentidos: nuestros ojos responden a muchas longitudes de onda lumínicas, nuestros oídos reaccionan a muchas clases de sonidos, y así por el estilo. Pese a ello, no percibimos el mundo como una colección aleatoria de tales sensaciones, sino que reconocemos objetos específicos y patrones ordenados de eventos.

5. La razón principal de lo anterior es que la percepción es un proceso activo. Un proceso que impone orden y significado al vasto conjunto de sensaciones que recibimos. Generalmente, este proceso es tan automático que ni siquiera nos percatamos de su existencia; sin embargo, el estudio cuidadoso revela que la percepción involucra fuertes tendencias hacia la selectividad y la organización.

6. Cuando se acude a una fiesta ruidosa, uno es perfectamente capaz de discriminar entre todos los sonidos que percibe, de tal modo que toda la atención quede a disposición de la persona con la que se está platicando. Sin embargo, si por alguna razón se decide escuchar a alguien más que está hablando, la atención se traslada de inmediato, aún cuando la mirada permanezca aparentemente en la escucha del primer emisor. En este caso, la atención es obviamente un proceso consciente.

7. Hay factores que nos compelen a prestar atención a ciertos eventos o estímulos, a la par que a ignorar otros. Tales factores han sido catalogados en dos categorías principales: internos y externos.

8. Los factores internos que afectan a la atención son motivación y experiencia previa. Los motivos pueden ser muy variados (hambre, deseos de promoción, preocupación, etc.) pero, en términos generales, las personas dirigimos nuestra atención con particular fuerza hacia aquellos estímulos que afectan intensamente nuestros motivos. La experiencia previa puede hacer que un solo artículo sea contemplado de tantas formas diferentes como observadores haya.

9. Los factores externos son la prominencia y la viveza. El primero se refiere a la medida en que un estímulo sobresale de entre los que le rodean: mientras más descuelle, más tenderá a ser notado. Los aspectos que tienden a sobresalir son: intensidad, gran talla, movimiento y novedad, mismos que son ampliamente utilizados por los publicistas y los profesionales de la mercadotecnia. En contraste, la viveza se refiere a las propiedades provocadoras-de-emociones de un estímulo. En general, mientras más vívido sea el estímulo, más atraerá nuestra emoción.

10. La atención es, por supuesto, el paso crucial en la percepción. No podemos responder a o interpretar cualquier evento o estímulo a menos que primero lo notemos. De aquí que la atención actúe como una clase de filtro respecto de la percepción: sólo aquello que consiga atravesar la barrera puede tener algún impacto sobre nuestra comprensión del mundo en torno nuestro.

11. Los estímulos que tienen éxito en atrapar nuestra atención tienden a ser vistos como más importantes que aquellos que no lo logran. Así, suelen ser considerados como la causa de eventos posteriores.

12. En raras ocasiones estamos pendientes de sensaciones simples o aisladas. Más bien tendemos a organizar la información traída por nuestros sentidos en patrones significantes. Tal organización generalmente sigue varios principios básicos:

a. Agrupación perceptiva. Primero, tendemos a agrupar a los estímulos en ciertos modos. Específicamente, tendemos a percibir a los estímulos separados como relacionados con la distancia que hay entre ellos (proximidad) o por su parecido entre sí (similaridad). También tendemos a completar patrones incompletos: procuramos “llenar los huecos” y percibir estímulos incompletos como si estuvieran completos (conclusión).

b. Forma-fondo. Tenemos la tendencia de percibir toda escena o evento como compuesta de una figura y un fondo. Esta tendencia a dividir el mundo así es, aparentemente, innata: los ciegos de nacimiento que obtienen la vista tras una operación, son capaces de distinguir las dos entidades desde la primera contemplación del mundo.

13. Nos hacemos preguntas todo el tiempo respecto de las personas que nos rodean: “¿por qué actúan así? ¿Cuáles son sus motivos? ¿Cuáles sus metas?”, por ejemplo. En la medida que les ofrecemos respuesta, delineamos nuestras relaciones con jefes, compañeros de trabajo, subordinados, amigos, esposos y/o amantes.

14. La consecución de respuestas involucra un proceso denominado percepción social. Tal y como hacemos con el mundo físico, combinamos, integramos e interpretamos activamente la información acerca del resto de la gente. Al través de este proceso activo, creamos una imagen útil de ella: una comprensión básica de cómo son y qué les hace tener éxito.

15. Existen dos aspectos fundamentales en la percepción social. Uno es la atribución, el proceso al través del cual buscamos comprender las causas de la conducta de los demás. Otro es la formación de impresión, la manera en que combinamos información variada respecto de ellos en una impresión unificada.

16. Atribución. En nuestros esfuerzos por conocer a otras personas, abrevamos en diferentes fuentes de información: la apariencia física, por ejemplo, nos deja conocer a través de elementos como la edad, estilo de vestimenta y atractivo pistas sobre intereses particulares. Sin embargo, tiene dos factores que la complican:

a. A menudo, las personas buscan engañarnos

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