La Sociedad Como Realidad Objetiva

La sociedad como realidad objetiva

El hombre ocupa un lugar peculiar dentro del reino animal. A diferencia de los demás mamíferos no posee ambiente específico, está estructurado por la organización de sus propios instintos. No se puede hablar de la relación del hombre con su ambiente igual que la de un perro u otros mamíferos, ya que ellos tienen una relación general fija. Es decir todos los animales no humanos viven en mundos cerrados cuyas estructuras están predeterminadas por el capital biológico de las diversas especies animales.

El hombre no ha logrado establecerse sobre la mayor parte de la superficie terrestre, sino que su relación con su mundo circundante esta por doquiera estructurada muy imperfectamente por su propia constitución biológica. La organización de los instintos del hombre pueden calificarse de subdesarrollada, si se compara con la de los mamíferos superiores, tienen impulsos, pero ellos son sumamente inespecíficos y carentes de dirección. El organismo humano es capaz de aplicar el quipo de esta dotado por su constitución interna a un campo de actividades muy amplio y que además varía y se diversifica constantemente. Si se examina la cuestión en términos del desarrollo orgánico, cabe afirmar que el periodo final del ser humano se extiende más o menos hasta el primer año de vida. Ciertos desarrollos importantes del organismo que en el caso animal se complementa dentro del cuerpo de la madre, en la criatura humana se producen después de separarse del seno de la madre. El organismo humano aun se sigue desarrollando biológicamente cuando ya ha entablado relación con su ambiente.

La forma específica dentro de la cual se moldea esta humanidad está determinada por dichas formaciones socio-culturales y relación con sus numerosas variaciones. Se puede decir que el hombre posee una naturaleza, pero en realidad el hombre construye su propia naturaleza ya que el hombre se produce a sí mismo. El periodo en el que el organismo humano se desarrolla hacia su plenitud en interrelación con su ambiente es también aquel en que se forma y el yo humano. Los mismos procesos sociales que determinan la plenitud del organismo producen el yo en su forma particular y culturalmente relativa.

Los mismos procesos sociales que determinan la plenitud del organismo producen el yo en su forma particular y culturalmente relativa. El desarrollo común del organismo y el yo humano en un ambiente socialmente determinado se relaciona con la vinculación peculiarmente humana entre el organismo y el yo. Esta vinculación es excéntrica. Los hombres producen juntos un ambiente social con la totalidad de sus formaciones socio-culturales y psicológicas. La auto-producción del hombre es siempre, y por necesidad una empresa social. El organismo humano carece de los medios biológicos necesarios para proporcionar estabilidad al comportamiento humano. La necesidad

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