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LA SOCIEDAD COMO REALIDAD OBJETIVA ORGANISMO Y ACTIVIDAD


Enviado por   •  11 de Febrero de 2018  •  Resúmenes  •  2.885 Palabras (12 Páginas)  •  259 Visitas

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LA SOCIEDAD COMO REALIDAD OBJETIVA

ORGANISMO Y ACTIVIDAD

El hombre ocupa una posición peculiar dentro del reino animal, ya que este, no posee ambiente específico de su especie firmemente estructurado por la organización de sus instintos.

Todos los animales no humanos, como especies y como individuos viven en mundos cerrados cuyas estructuras están predeterminadas por el capital biológico de las diversas especies animales. Por el contrario, las relaciones del hombre con su ambiente se caracterizan por su gran apertura al mundo. El hombre no solo ha logrado establecerse sobre la mayor parte de la superficie terrestre, sino que su relación con su mundo circundante esta por doquiera estructurada muy imperfectamente por su propia constitución biológica.

La organización de los instintos del hombre puede describirse como subdesarrollada, si se le compara con la de los demás mamíferos superiores.

Clrao, el hombre tiene impulsos, pero son sumamente inespecíficos y carentes de dirección, o sea el organismo humano es capaz de aplicar el equipo de que está dotado por su constitución interna a un campo de actividades muy amplio y que además varía y se diversifica constantemente, debido a su desarrollo ontogenético.

El proceso por el cual se llega a ser hombre se produce en una interrelación con un ambiente. Este anunciado cobra significación si se piensa que dicho ambiente es tanto natural como humano. O sea que el ser humano en proceso de desarrollo se interrelaciona no solo con un ambiente natural determinado, sino también con un orden cultural y social especifico mediatizado para el por los otros significantes a cuyo cargo se halla. Pero siempre hay que tomar en cuenta, la humanidad es variable desde el punto de vista sociocultural.

El ser humano cuenta con plasticidad en su organismo y una susceptibilidad frente a la interferencia socialmente determinada, los cuales se ejemplifican mejor por medio de la evidencia etnológica referente a la sexualidad. Aun cuando el hombre posee impulsos sexuales comparables a los de los demás mamíferos superiores, la sexualidad humana se caracteriza por su alto grado de elasticidad, que no solo es relativamente independiente de los ritmos temporales, sino que se adapta tanto a los objetos hacia los que puede dirigirse como a sus modalidades de expresión. La relatividad empírica de estas configuraciones, su enorme variedad y rica inventiva, indican que son producto de las propias formaciones socioculturales del hombre más que de una naturaleza humana establecida biológicamente.

Los presupuestos genéticos del yo se dan, al nacer, pero no sucede otro tanto con el yo tal cual se experimenta más tarde como identidad reconocible subjetiva y objetivamente. El organismo y más aún el yo, no pueden entenderse adecuadamente si se los separa del contexto social particular en que se formaron.

El hombre es un cuerpo, al igual que cualquier otro animal, como también tiene un cuerpo, o sea se experimenta a sí mismo como entidad que no es idéntica a su cuerpo, sino por el contrario, tiene un cuerpo a su disposición. La experiencia que el hombre tiene de sí mismo oscila siempre entre ser y tener un cuerpo, equilibrio que debe recuperarse una y otra vez.  

Los hombres producen un ambiente social con la totalidad de sus formaciones socioculturales y psicológicas; así mismo es imposible que el hombre se desarrolle en el aislamiento, también es imposible que el hombre aislado produzca un ambiente humano.

La existencia humana se desarrolla empíricamente en un contexto de orden, dirección y estabilidad; la estabilidad puede derivarse desde dos planos, el primero que todo desarrollo individual del organismo esta precedido por un orden social dado y segundo la existencia humana es siempre transformado por el orden social en una relativa clausura al mundo.

El orden social es un producto humano o más exactamente una producción humana constante realizada por el hombre en el curso de su continua externalización. El orden social no forma parte de la naturaleza de las cosas y no puede derivarse de las leyes de la naturaleza, existe como producto de la actividad humana.

ORÍGENES DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN

Toda actividad humana está sujeta a la habitación la cual implica que la acción de que se trata puede volver a ejecutarse en el futuro de la misma manera y con idéntica economía de esfuerzos. Aun el hombre solitario tiene por lo menos la compañía de sus procedimientos operativos.

Las acciones habitualizadas poseen un carácter significativo para el individuo que llegan a incrustarse como rutinas en su depósito general de conocimientos que da por establecido y que tiene a su alcance para sus proyectos futuros.

El trasfondo de la actividad habitualizada abre un primer plano a la deliberación y la innovación. El innecesario volver a definir cada situación de nuevo, paso por paso. La parte más importante de la habituación de la actividad humana se desarrolla en la misma medida que su institucionalización.

La institucionalización aparece cada vez que se da una tipificación reciproca de acciones habitualizadas por tipos de actores, las tipificaciones de las acciones habitualizadas son accesibles a todos los integrantes de un determinado grupo social y la institución misma crea tipos de clases tanto en los actores individuales como a las acciones individuales. Las instituciones siempre tienen una historia, de la cual son productos, así mismo también controlan el comportamiento humano estableciendo pautas definidas de antemano que los llevan a una dirección determinada.

Decir que un sector de actividad humana se ha institucionalizado ya es decir que ha sido sometido al control social. Muchas de las acciones se hacen posibles a un nivel bajo de atención. Cada acción que realiza uno de ellos ya no constituye una fuente de asombro y peligro en potencia para el otro. En cambio, mucho de lo que ocurre asume el carácter trivial de lo que, para ambos, será la vida cotidiana. El trabajo, la sexualidad y la territorialidad son claros focos probables de lo que es tipificación y habituación.

La objetividad del mundo institucional "se espesa" y "se endurece", no solo para los hijos, sino (por efecto reflejo) también para los padres. El "Ya volvemos a empezar" se transforma en "Así se hacen estas cosas". Un mundo visto de ese modo logra firmeza en la conciencia; se vuelve real de una manera aún más masiva y ya no puede cambiarse tan fácilmente. Para los hijos, especialmente en la primera fase de su socialización, se convierte en el mundo; para los padres, pierde su carácter caprichoso y se vuelve "serio". Para los hijos, el mundo que les han transmitido sus padres no resulta transparente del todo; puesto que no participaron en su formación, se les aparece como una realidad dada que, al igual que la naturaleza, es opaca al menos en algunas partes. Si consideramos el factor más importante de socialización, el lenguaje, vemos que para el niño aparece como inherente a la naturaleza de las cosas y no puede captar la noción de su convencionalismo. Empíricamente, por supuesto, el mundo institucional transmitido por la mayoría de los padres ya posee el carácter de realidad histórica y objetiva. El proceso de transmisión no hace más que fortalecer el sentido de la realidad de los padres, aunque toscamente dicho sería --"Así se hacen estas cosas".

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