La Verdad Detrás de los Resultados Académicos Mediocres de los Jóvenes

La Verdad Detrás de los Resultados Académicos Mediocres de los Jóvenes.

María Alejandra Fernández Mera

Colegio Corazonista

Agosto 1 de 2018

Nota autor

Grado noveno “C”, Profesor: John F. Sequea Palomino, Español, Colegio Corazonista

Contacto: malefernandez888@gmail.com

     Muchas veces hemos escuchado que los resultados académicos mediocres de los jóvenes son culpa de ellos, de que no estudian, tal vez de que no prestan atención en clase, lo cual viene siendo una explicación bastante razonable.

     Pero la verdadera cuestión es si ellos tienen la culpa total de estos resultados académicos, si tal vez los educadores también son los responsables de este hecho, no solo hablando en términos de a quiénes ayudan y a quiénes no, sino que nunca tendremos la plena seguridad de que la educación preescolar de nuestros jóvenes recibió en su momento la suficiente importancia y apoyo estatal para convertirla en una educación base lo competentemente buena para iniciar el proceso educativo digno de un joven.

     ¿Es verdad que los jóvenes tienen toda la culpa de sus resultados académicos mediocres? Lo que nos pone a pensar si esto, la falta de apoyo estatal a la educación preescolar,  es la primera causa de los resultados académicos no deseados, lo cual vamos a detallar en este ensayo.

     Como punto de partida tomaremos en cuenta que la mayoría de países en Latinoamérica, invierten la mayor parte del presupuesto de la educación en las universidades. A pesar de todas las evidencias que la mejor inversión que podrían hacer es en los niños, desde su nacimiento hasta tengan entre 6 y 8 años, ya que ellos junto con su educación son la base de una educación más avanzada, y si se invierte más en la educación avanzada que en la preescolar, las cosas serían al revés.

     Por un lado, una desventaja de la falta de este apoyo del gobierno a la educación primaria se ve reflejada, como plantea el libro “Basta de Historias”, de Andrés Oppenheimer, en un futuro no muy lejano en donde termina costando caro este hecho, ya que se debe compensar el atraso educativo de los jóvenes con el que los niños deberían cursar su primaria, en donde encontraríamos los resultados académicos mediocres.

     Por el otro lado, una ventaja que tendría invertir más en la educación preescolar es que a esa edad el cerebro del niño es como una esponja, todo lo que ve, escucha o estudia queda impregnado en su memoria. Lo cual es una oportunidad difícil de recuperar si se desperdicia, ya que es a esa edad en donde los niños aprenden las cosas bases para sustentar todo lo que deben aprender en el futuro.

     Basándonos de nuevo en el libro mencionado, el autor aclara que al menos un 30% del presupuesto educativo debería ser invertido en la educación preescolar. Hay que tener en cuenta también, que a los niños se les puede empezar a estimular desde que están en el vientre de las madres, con lo que se debería intentar mejorar la nutrición de las mismas cuando están embarazadas y educar a las familias sobre cómo lograr la estimulación mental del bebé.

     Sin embargo, al plantear todas estas posibilidades e ideas saldrían a flote preguntas como ¿De dónde sacar más presupuesto? ¿Debería disminuir el apoyo estatal a las universidades y darle un poco a la educación preescolar? La mayoría coincidiríamos en reducir el presupuesto que se invierte en las universidades y así aumentar el apoyo a la educación primaria, pero también está la posibilidad de que las universidades comiencen a generar sus propios recursos, tales como crear ferias tecnológicas en donde la gente aporte económicamente, realizar obras de caridad, utilizar el deporte también como un recurso económico, en fin, existen variedad de actividades con las que se podría apoyar presupuestalmente a una universidad.

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