La corrupción en Colombia

La corrupción en Colombia

En nuestro país COLOMBIA, ya se volvió costumbre que semanalmente explote un nuevo caso de corrupción, uno más grande que el anterior. en lo que va este año han salido a la luz pública casos como Odebretch, Reficar, las irregularidades con las regalías de Córdoba y la Guajira, los 21 fiscales y jueces del Meta que trabajaban para organizaciones ilegales, el exsecretario de Seguridad de Medellín acusado de aliarse con organizaciones criminales o el caso del ex fiscal anticorrupción Gustavo Moreno. Que pedía dinero a cambio de entorpecer las investigaciones a un ex gobernador de Córdoba.  ¿Cuáles son las principales razones de tanta corrupción? ¿A qué se debe la falta de valores en la sociedad colombiana? Una de las razones por las que ríos de dinero de los colombianos van a parar a los bolsillos de particulares, es debido a graves falencias en las  instituciones, órganos de control como las contralorías que son las encargadas de vigilar el buen manejo de los recursos de los entes territoriales. Según un estudio de transparencia por Colombia, más del 50 % de las contralorías del país tienen un alto riesgo de corrupción inclusive más que las mismas entidades que estas tienen que vigilar, el problema es más grave de lo que parece cuando vemos hace dos semanas que la exdirectora del SENA se destituye por orden del presidente Santos por denunciar ante la opinión publica graves hechos de corrupción al interior de la institución. Entonces que nos espera a los colombianos, que sigan muriendo niños por desnutrición en la guajira? ¿Que sigan los dineros que deben invertirse en desarrollo a los campesinos de nuestro país terminando en los bolsillos de los grandes terratenientes? ¿Que se sigan robando los desayunos y almuerzo escolares que deberían servir para alimentar a los niños de escasos recurso? ¿Que sigan los politiquería enmermelada haciendo de las suyas?

Parte de la culpa la tenemos nosotros los colombianos de a pie, primero porque siempre votamos por los mismos corruptos, las mismas elites que han manejado a su antojo el pais por décadas. Porque somos tan culpables como el político corrupto que acepta sobornos para adjudicar contratos, cuando aceptamos algún tipo de dadiva a cambio de un voto, o porque nos dio pereza ir a votar y dejamos que otro decida por nosotros.  

Podríamos decir que el país se encuentra en un grave problema de valores y moralidad de sus habitantes donde está primeando el interés personal, donde solo pienso en mi beneficio propio, en el yo, en un “estatus económico” en llevar una vida ostentosa llena de lujos. ¿A qué precio?, como dice un dicho popular que la justicia cojea pero algún día llega. Como hemos venido evidenciando en estos personajes que han tirado a la basura sus vidas, sus familias y sus carreras profesionales, la avaricia los ha venido llevando a un carcel.

Lo ideal fuera tener una moral más amplia como colombianos, que no pensáramos en el beneficio propio, sino de una sociedad, que las leyes y conciencia que rigen nuestro comportamiento se enfoque en el beneficio de todos los individuos y en especial los más necesitados. ¿Cuántos colombianos se hubieran podido beneficiar de todos los recursos que se han despilfarrado a causa de la corrupción? Seguramente muchos estaríamos un poco mejor de lo que hoy estamos, quizá no estarían muriendo niños por desnutrición, quizá el servicio de salud fuera optimo, o quizá la infraestructura del país estaría generando más desarrollo en las poblaciones más lejanas y afectadas por el conflicto, habrían más acueductos, mas escuelas, más niños danzando o tocando un instrumento y construyendo un país por medio de la cultura.

¿Pero qué puede hacer al respecto el  colombiano de a pie?

Mucho podemos hacer independientemente de nuestro rol en la sociedad, por que como ciudadanos podemos hacer valer nuestros derechos, organizarnos, fiscalizar los recursos públicos por medio de veedurías ciudadanas, documentando y denunciando cada uno de los casos de corrupción, haciendo uso de las tecnologías de la información en beneficio de las transparencia. Educándonos, exigiéndoles a los dirigentes políticos cumplir con sus responsabilidades. Utilizar todos los mecanismos democráticos que nos permita la constitución, y por último cumplir nuestro papel desde la familia, criando a nuestros hijos con valores, para que sean sus principios y valores los que en un futuro rijan su comportamiento como ciudadanos ejemplares, que luchen por una sociedad en equidad, donde prime el interés general por encima del particular, donde prime el respeto por el otro. Sigo pensando que un mejor país es posible, pero solo podremos construirlo si empezamos a actuar y hacer que pase,  porque el futuro lo construimos nosotros .

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