La educación en América Latina

La educación en américa latina, un futuro que se escribe desde hoy

Introducción

La educación latinoamericana ha sufrido devastadores golpes a lo largo de décadas desde el nacimiento de la educación como institución escolar (Rivero, 2000).

Recordemos que antes de que las escuelas fueran utilizadas como lugares para albergar a niños de diferentes edades, el lugar destinado a tales fines educativos era la iglesia parroquial y los maestros eran los párrocos.

Sin embargo, el nacimiento de la educación pública (y sus instituciones, jerarquías piramidales, normas y reglamentos) tal como la conocemos hoy comenzó a mediados del siglo XIX. La escuela del pasado está lejos de la escuela del presente. Sin embargo, no podemos señalar que uno es mejor que el otro. Por otro lado, si cuestionamos algunos de los aspectos presentes y tradicionales de influencia en este artículo, queremos como docentes eliminar muchos de ellos para construir una mejor institución educativa futura.

Desarrollo

La educación pública en Latinoamérica

La educación en América Latina siempre ha sido fuente de diversas encrucijadas: políticas, económicas, sociales, etc., lo que la ha sumido en un mar de escepticismo. Aún hoy, escritores como Javier García Pérez Morales hablan de escuelas destruidas en la era pos pandemia.

El término escuela devastada se refiere a los años de encarcelamiento donde el tejido social carecía de un lugar institucional que sea el eje o sostén de los niños y adolescentes de hoy, muchas veces a merced de la familia. La educación debe ser considerada. Sin embargo, no tengo la intención de culpar a las instituciones educativas, pero es necesario detener sus caminos. (Hervis, 2012)

la educación durante la pandemia

Durante la epidemia, las escuelas tuvieron que reformarse, se suspendió la asistencia a clases y luego se ajustó, también cambió la forma de contacto entre estudiantes y maestros, y también cambió la forma en que los maestros evaluaban a los estudiantes.

La directora de la práctica regional de Educación en el Banco Mundial, descubrió temprano en su carrera que la educación está en el centro de los problemas que aquejan a América Latina. Veinte años después de unirse al Banco Mundial esta percepción no varió mucho. Y ahora con el coronavirus (Covid-19) el impacto sobre la educación es muy preocupante. Es, además, una “crisis silenciosa” (Gropello, 2020).

¿Cómo podemos pensar en una escuela en una caja estúpida? Este ha sido un desafío para los docentes durante la pandemia. Han hecho mucho, por supuesto, sin usar las herramientas adecuadas para hacerlo.

Lograr una escuela que se adapte a las realidades cambiantes requiere que los maestros y administradores hagan lo mismo. Es decir, la escuela latina actual no se adapta a los cambios repentinos, vertiginosos, estancados y carece de tiempo y visión de futuro.

Entonces, de ahora en adelante, ¿cómo enfrentaremos las consecuencias de la interrupción de la educación antes y después de la pandemia?

Conclusión

Es importante poder participar de las realidades de cada sociedad, entendiendo que, así como la sociedad se desarrolla a un ritmo acelerado, también deben hacerlo los programas de aprendizaje, los programas y los desafíos dentro de cada institución escolar.

No podemos seguir creyendo que las escuelas inmutables, estáticas y cargadas de protocolos anticuados (y muchas veces obsoletos) deban ser el eje o centro de circulación de la mayor parte de las políticas educativas en las escuelas latinoamericanas de hoy.

La forma en que se enseña en las escuelas del siglo XXI está cambiando drásticamente, esta batalla no es fácil, Pero el futuro de nuestro pueblo, de nuestro país, de nuestros hijos y nietos, exige que comencemos a dejar un legado de otro tipo, un acuerdo dentro de las instituciones escolares que anhela el cambio, más que tradiciones arraigadas y sin sentido.

Bibliografía

Gropello, E. d. (2020). “La educación en América Latina enfrenta una crisis silenciosa, que con el tiempo se volverá estridente”. BANCO MUNDIAL.

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