La histori de María del Rosario
studymachineBiografía18 de Mayo de 2025
1.797 Palabras (8 Páginas)63 Visitas
La vida de María del Rosario transcurre en un México en plena transformación, en el que los cambios económicos, políticos y sociales se reflejaban de manera muy particular en el día a día de las distintas clases sociales. Nacida en 1968 en el estado de Morelos, los recuerdos de María se entrelazan con hechos trascendentales que marcaron la historia de México: desde el estallido de los movimientos estudiantiles y su represión de 1968, pasando por el famoso “Milagro Mexicano” y sus desigualdades, hasta llegar a las crisis económicas de los años 80 y el surgimiento del neoliberalismo que redefinió la vida de la clase trabajadora. La historia de María del Rosario se entiende mejor al analizarla en tres etapas: niñez, juventud y adultez, en las que se evidencian no solo sus vivencias personales, sino también el desarrollo de una sociedad en constante cambio.
I. Niñez: Vida en comunidad y desigualdades en el México de los años 70.
Durante los primeros años de su vida, María del Rosario vivió en Lomas del Carril (nombrada así por el paso de un ferrocarril por la zona), una colonia ubicada en el municipio de Temixco, donde dominaban las condiciones rurales y la escasez de servicios básicos tales como la electricidad y el agua. Entre mediados de los años 70 y principios de los 80, México aún se encontraba inmerso en el nombrado “Milagro Mexicano”, un periodo de crecimiento económico que, aunque generó modernización en los centros urbanos, creo e intensifico brechas sociales.
Distribución de las clases y condiciones de vida:
En comunidades como Lomas del Carril, la distribución de clases era marcada. Mientras la élite de las zonas urbanas y las grandes empresas se beneficiaban de todo el progreso, los habitantes de áreas marginales, en su mayoría trabajadores y campesinos, vivían en condiciones precarias. La ausencia de infraestructura y servicios básicos (falta de luz, agua potable, banquetas y pavimentos) evidenciaba la falta de inversión en zonas alejadas de los núcleos económicos del país. Se dependía de recursos naturales como la leña para cocinar y el río para obtener agua, condiciones que hoy se podrían comparar con las deficiencias aún presentes en pueblos y barrios aislados de las zonas urbanas.
Movimientos sociales y vivencia en comunidad:
A pesar de las dificultades, la vida en Lomas del Carril estaba impregnada de un fuerte sentido de comunidad y solidaridad. La limitada infraestructura forzó a sus habitantes a organizarse de forma cooperativa, lo que se traducía en una un colonia muy unida qué a menudo hacia reuniones y festejos en fechas especiales como Navidad o la fiesta del señor Santiago. Estos eventos no solo servían para celebrar, sino también para fortalecer la unión y mantener vivo el deseo de salir adelante, en un contexto en el que el poder centralizado en las grandes urbes muchas veces pasaba por alto las necesidades de las clases trabajadoras y pobres.
Situación económica en la niñez:
Aunque el “Milagro Mexicano” permitía que ciertos sectores del país crecieran a un ritmo acelerado, las políticas de desarrollo concentradas en la expansión y crecimiento de las ciudades dejaron a un lado a zonas rurales y periféricas. La disparidad entre la riqueza de la capital y la pobreza de los suburbios era evidente; mientras se fundaban modernos edificios en la Ciudad de México, en comunidades como la de María del Rosario predominaban viviendas humildes y escasos o nulos servicios. Los periódicos de la época, así como gráficas y estadísticas hacían énfasis en estas desigualdades, aumentando la tensión entre clases sociales.
María del Rosario recuerda con melancolía como “no había tanta maldad, todo era más campo”, lo que nos dirige a un México en el que la inocencia de los niños convivía con la realidad de una estructura social desigual, donde el esfuerzo colectivo era necesario para contrarrestar las carencias materiales y de servicios básicos vitales para la subsistencia.
También nos platico de cómo después de asistir a la primaria, iba junto a su madre a comer al trabajo de su padre. El trabajaba en una obra como albañil, así que a la hora de la comida tomaban asientos en unos tabiques y prendían brasas para calentar la comida y las tortillas, momentos que hicieron de la infancia de María inolvidable y alegre.
II. Juventud: Etapa laboral, primeros movimientos sociales y la transformación de la sociedad mexicana.
La etapa de juventud de María, vivida entre 1984 y 1993, se desarrolla en un contexto marcado por grandes cambios en la economía y en la política social de México. Durante estos años, el país experimenta tanto crisis económicas como cambios profundas en su sistema productivo.
El inicio del trabajo y la formación personal:
A una corta edad, María tuvo que integrar el trabajo en su vida diaria. A la edad de 13 años ya se dedicaba a barrer para poder contribuir en el financiamiento de sus estudios. Esta temprana introducción al mundo laboral refleja la realidad de muchas familias mexicanas, donde el aporte de cada integrante, incluyendo niños y adultos mayores, era indispensable para la subsistencia. La incorporación al trabajo infantil, aunque es un escenario lamentable y triste bajo la perspectiva actual, era una práctica bastante común en sectores de bajos recursos y ha sido documentada en diversos medios divulgativos de la época.
Terremoto del 86 e inicio de las crisis económicas:
La juventud de María del Rosario coincidió con eventos trascendentales. Uno de los sucesos que recuerda con mayor impacto fue el terremoto de 1985, que no solo dejó una profunda huella en la memoria colectiva, sino que evidenció la ineficiencia y desigualdad en la distribución de recursos por parte del Estado. Las movilizaciones y marchas de solidaridad y reclamo, organizadas por ciudadanos indignados, marcaron un antes y un después en la participación social. Asimismo, la crisis económica de 1982 obligó al país a adoptar medidas de moderación de recursos y ajustes estructurales, impactando especialmente a las clases trabajadoras y generando una mayor dualidad social. En informes de prensa de la época, como los publicados en El Universal y Reforma, se destacaba cómo la crisis derivaba en una pérdida de poder adquisitivo y en el incremento de trabajadores informales.
...