La logica de la produccion

Capítulo 3. La lógica de la producción

«Extraer fórmulas o modelos extravagantes de los libros de texto o de las ideas de los demás puede resultarle conveniente y quizá hasta útil, pero de nada le servirá si espera mejorar sus conocimientos o su habilidad para enfrentar con eficacia las nuevas realidades que no cesan de surgir diariamente.

Para pensar sin ambages y con éxito, hace falta pensar con una calidad especial, superar lo ordinario y por lo tanto, llegar con la imaginación más allá de Io obvio y de Io meramente deductivo» (Brookes 1990: 183).

La producción audiovisual no escapa de la búsqueda de fórmulas que respondan eficientemente a resolver problemas o necesidades específicas. En ese sentido, anlicar un modelo denominado triángulo comunicacional puede ser de utilidad.

Este triangulo comunicacional, cuyos vértices asumen los nombres de público, tema y medio, sirve para señalar los factores que interactúan en un proyecto y que se hacen dependientes unos de otros. Estos tres elementos tienen relaciones entre sí y desde cualquiera de ellos puede iniciarse una idea o proyecto audiovisual. El cambio, en cualquiera, transforma o trastoca a los otros.

En cada contexto social, o en cada mercado, estos factores asumen características Particulares, lo que en definitiva hace que cada propuesta sea única y diferente.

Elaboración propia.

3.1. EL PÚBLICO

El público es y debería ser el eje central de cualquier propuesta audiovisual. Sin embargo, y aunque parezca contradictorio, no es siempre el primer elemento a tomar en consideración.

A diferencia de lo que se enseña en las escuelas sobre la importancia de tener como referente a un público específico para orientar el trabajo, lo que suele pasar es que una idea se transforma tantas veces como sea necesario en función de los objetivos que persiga el proyecto y no necesariamente por el público al que se dirige. Es más, a veces la audiencia más importante no es aquella que va a ver el producto, sino la que Io está financiando,

Pero Io curioso y a la vez interesante en este proceso es que se sabe reconocer ciertas características de los públicos para poder llegar a ellos, es usual aprender a

segmentar y particularizar nichos, pero no a generar una metodología que ponga en evidencia qué programa y bajo qué características tendría un éxito asegurado. No hay investigación que garantice que el producto colocado en medios vaya a ser exitoso. Hay indicios y precedentes, pero las predicciones no pueden calcularse con exactitud.

CAPíTtJLO 3. LA LÓCtCA OE LA PROOUCCIÓN

Un programa puede funcionar en un mercado, y en otro no necesariamente. Otras variables como moda, horario, contexto o incluso actores, pueden hacer variar un pronóstico y, por supuesto, un resultado. De ahí que las decisiones que se toman para definir qué y cómo se produce son vitales y, por ello, también la marcada tendencia de

repetir moldes exitosos anteriores, con el fin de reducir riesgos. Por eso se cambian las caras, pero los formatos siguen siendo los mismos.

Hay, en todo caso, épocas y momentos coyunturales que permiten realizar innovaciones en los formatos, cambiando y mejorando las propuestas. Cuando eso se da,þay que aprovechar la oportunidad,

Para definir, entonces, al público, hay varios caminos. Puede que esté una necesidad específica de quien solicita un proyecto audiovisual (por ejemplo, «quiero un programa infantil»); mediante un estudio que arroja una carencia específica y, por tanto, el producto audiovisual pretende solucionarla (tal es el caso de una campaña mediática sobre

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