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La oratoria antes de Cicerón. Escuelas de retórica


Enviado por   •  17 de Octubre de 2012  •  Informes  •  508 Palabras (3 Páginas)  •  499 Visitas

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La oratoria antes de Cicerón. Escuelas de retórica

La oratoria comienza a desarrollarse en Roma en época muy temprana - el primer discurso del que tenemos noticia es el de Apio Claudio el Ciego contra la propuesta de paz ofrecida por Pirro (comienzos del III a.C.)- Esta oratoria primitiva tendría un carácter improvisado, espontáneo, y se basaría sobre todo en la habilidad natural del orador.

A partir del siglo II a.C. comienzan a aparecer en Roma escuelas de retórica, disciplina que pretende enseñar el arte de la oratoria. Estas escuelas, que constituirán la última etapa en la formación de cualquier romano de clase media-alta, determinarán el estilo oratorio de los personajes más importantes de la vida pública romana.

Dentro de las escuelas de retórica se distinguen tres tendencias:

La neoática, que tiene como modelo el estilo de ciertos escritores y oradores atenienses de la época clásica (Lisias). Esta escuela propugna un tipo de elocuencia sin artificios, en la que se dé mayor importancia al contenido que a la forma. Pertenecen a ella M. Junio Bruto y Julio César.

La asiánica o asiática, que sigue el estilo de la oratoria griega desarrollada en las ciudades de Asia Menor. Esta tendencia defiende un tipo de elocuencia radicalmente opuesta a la neoática y, en consecuencia, insiste en la exuberancia en la dicción. El máximo representante de esta tendencia fue Hortensio (114-50 a.C.).

La rodia, así llamada porque su promotor fue el rétor griego Molón de Rodas. Esta escuela propugna un estilo oratorio a medio camino entre las dos tendencias anteriores. El principal discípulo de Molón fue Cicerón.

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4.- Marco Tulio Cicerón

Vida

Marco Tulio Cicerón nació en el año 106 a.C. en Arpino, ciudad del Lacio. Su familia, que pertenecía al orden ecuestre, lo envió a Roma para que recibiera la mejor educación posible. Cicerón no desaprovechó la ocasión y pronto destacó entre la juventud romana por sus habilidades oratorias. La popularidad ganada le permitió lanzarse con garantías a la vida política, a pesar de ser un "homo novus", i.e., un hombre que pertenecía a una familia que no había destacado hasta entonces en política. En el año 63 a.C. Cicerón alcanzó el consulado, magistratura en cuyo desmepeño descubrió y sofocó la conjuración de Catilina. Por su actuación como cónsul el senado le otorgó el título

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