La sociedad de cristal del siglo XXI

LA SOCIEDAD DE CRISTAL DEL SIGLO XXI

El exceso de positividad nos está conduciendo a una sociedad del cansancio. Vivimos en una dictadura de la positividad. El autor revisa los pensamientos de reconocidos filósofos sobre las dolencias de la sociedad en un intento de diagnosticar lo que está sucediendo ahora. Un buen ejemplo, es su examen de las afirmaciones de Hannah Arendt de que hemos renunciado a nuestro individualismo y nos hemos convertido en engranajes de máquinas técnicas, lo que genera una sociedad demasiado enervada y agotada para pensar.

La tesis principal de Han parte de la diferencia entre una sociedad basada en el lenguaje de la inmunología, denominada, por referencia a Michel Foucault, la «sociedad disciplinaria», y otra basada en el lenguaje neurológico, la «sociedad del rendimiento». En el siglo XX, existía una cultura que distinguía entre lo de afuera y lo de adentro, entre el yo y el extraño o lo desconocido. Fue un siglo caracterizado por la noción del enemigo externo, donde el extraño aparecía como objeto posible de ser atacado, aun cuando no resultaba peligroso, simplemente por ser otro. Durante los primeros años del siglo XXI, la sociedad ha traído consigo una amenaza a nuestras formas de vida.

Ya no externa, sino desde adentro, en el sentido de que está integrada en el tejido de nuestra sociedad. El problema con este cambio es que, si bien aparentemente nos libera, en realidad solo cambia el énfasis de control de lo externo a lo interno. El sujeto del rendimiento se somete a la culpa de no poder en una sociedad del «sí puedo». En otras palabras, se enferma de positividad.

Aquella sociedad disciplinaria del siglo XX era una sociedad de la negatividad. En cambio, la sociedad del rendimiento tiene un factor base positivo, que es “yo puedo”, porque yo “debo poder”. El nuevo tipo humano, expuesto al exceso de positividad, es el “animal de trabajo” que se explota voluntariamente, sin coerción.

Byung-Chul Han se ha convertido en una de las voces filosóficas más destacadas de los últimos años. A lo largo de su obra, el autor ha ofrecido siempre un punto de vista muy crítico de la sociedad hiperconsumista y neoliberal en la que vivimos.

En “La sociedad del cansancio”, Han nos lleva a reflexionar sobre nuestro modo de vida, sobre cómo nos han convencido de que podemos (y debemos) alcanzar nuestros objetivos y que no hay lugar para el fracaso. Un estilo de vida que consigue, precisamente, todo lo contrario: una sociedad de depresivos y fracasados.

Nos encontramos ante una obra que plasma a la perfección las paradojas y contradicciones de nuestra sociedad; un ensayo imprescindible para replantearnos, entre otras cosas, el concepto que tenemos de libertad.

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