La sociedad se halla en una constante transformación vivimos un vertiginoso ritmo de crecimiento y desarrollo global

La sociedad se halla en una constante transformación vivimos  un vertiginoso ritmo de crecimiento y desarrollo global

 A través de la historia se puede observar los diferentes cambios que se han presentado en nuestra sociedad, cambios beneficiosos como los que se dan en la salud y en la educación que nos han permitido prosperar; pero también se han manifestado cambios que nos han perjudicado, como el crecimiento de la corrupción y la pobreza, los conflictos éticos, el resurgir de algunas actitudes racistas, una indiferencia creciente con respecto a la ética y una búsqueda obsesiva de los propios intereses y privilegios.

Estos cambios son producto en gran parte de la cultura global que hemos ido formando en nuestro entorno, una nueva cultura global que cada vez se guía más por el individualismo, donde el bien personal está por encima del bien común es decir; solo buscamos lo que nos benéfica a nosotros mismos, ignorando lo que ocurre a los demás, el materialismo en el que nos aferramos a querer encontrar nuestra realización y felicidad en la acumulación de bienes materiales, la corrupción, que a su vez es, uno de los canales principales multiplicadores de desigualdad, estas actitudes actúan como un freno al desarrollo de la sociedad.

El que muchos de estos cambios sean impulsados principalmente por la globalización, nos hace pensar que la globalización es mala por que trae consigo problemas que hacen más difícil el día a día. Sin embargo,  es inevitable negarnos a este proceso acelerado de cambios constantes en el mundo.

No es correcto afirmar que la globalización es perjudicial si ello depende de la manera en que se desenvuelve. Si los valores son los criterios que priven en ella, la globalización fuera de perjudicar a la humanidad será de gran beneficio para ella.

Es claro que hay una sed de ética en el mundo, la situación es preocupante porque adoptamos actitudes que lejos de ayudarnos a construir una mejor sociedad nos alejan de ese objetivo y nos imponen desafíos que cada vez se vuelven más grandes, pero no hacemos nada para cambiarlo, al contrario cada vez crece más en nosotros la idea de que los valores no importan y los hacemos a un lado.

Los valores no se han perdido, ahí están lo que está ocurriendo es que los seres humanos no queremos nada que interpele nuestro actuar y por ello estamos haciendo a un lado los valores; y rechazando la necesidad de discernir entre el bien y el mal.

El resultado de todo lo anterior es el “vació ético” con el que vivimos, debemos darnos cuenta de que se necesita retomar los valores principalmente en la familia, ahí es donde los seres humanos aprendemos a comportarnos correctamente ante las diferentes circunstancias que nos depara la vida.

Si en verdad queremos un desarrollo integral sustentable, necesitamos recuperar esos principios y criterios éticos que hemos ido abandonando, para que estos normen la toma de decisiones en todos los ámbitos de nuestra vida. Estos principios y criterios éticos son los únicos que pueden asegurarnos un buen desarrollo de la sociedad.

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