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La trama del libro Yo Y Yo


Enviado por   •  8 de Octubre de 2013  •  Resúmenes  •  3.003 Palabras (13 Páginas)  •  271 Visitas

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Me aleje de todo lo que conocía, para emprender una búsqueda con muy pocas posibilidades a mi favor, sin nada de mí parte más que un collar incompleto y algunos de recuerdos de una niñez temprana.

~o~o~o~o~o~o~o~

Mi vida era común y corriente algo aburrida quizás, pero todo eso cambio cuando lo conocí, ni en mis mas locos sueños siquiera podría imaginar las repercusiones de haberlo conocido.

Capitulo I: La muñeca y el panda

Se encontraba un rubio fornido con un pequeño cartel en sus manos esperando a uno de los pasajeros de último vuelo que acababa de arribar.

–Tao, al fin creí que no llegarías – exclamo el rubio con una gran sonrisa.

– Hermano como puedes si quera pensar en eso- emitió con enojo fingido – es broma, además, sabes las razones por las que venido a corea-expreso el pelinegro con un deje de nostalgia.

– Hey Bro! No es momento para estar triste, por ahora solo debemos celebrar que estas aquí…y que mejor forma de hacerlo que ir a comer Ramen, ¿te parece? –exclamo el rubio.

– OK. Pero primero debo dejar mi equipaje en donde voy a vivir, de ahora en adelante – finalizo chico.

Ambos se dirigieron a buscar el equipaje de mayor, entre risas y algunas viejas anécdotas, trascurrió el corto viaje desde el aeropuerto hasta una pequeña residencia estudiantil, en donde en adelante ocuparía una de las habitaciones el pelinegro…

En otro lugar no muy lejos de las habitaciones estudiantiles, se encontraba un blondo muy ocupado y estresado tratando de no matar a su compañero.

– ¡Minhyun! Un Expreso y un rol de canela para la mesa 5… y por favor hazlo bien esta vez – exclamo el blondo con ultimo gramo de paciencia en su ser. – “¿Por rayos ha tanto clientes cuando hace falta personal aquí?” – pensó este, ante de dirigirse a atender al los nuevos clientes del pequeño café.

– Minki, Minki… ¡Choi Minki ponme atención por un minuto! – expresaba el moreno demandando la atención del blondo.

– ¿Que es lo que quieres? ¡No ves que estoy ocupado! –

– Solo quería decirte que te enviaron flores otra ves… ¿dime que hago con ellas? – pronuncio el moreno

– Lo mismo que has hecho con las demás, simplemente deséchalas – suspiro – no estoy precisamente de humor par recibir cursilería barata- expuso el chico de rostro de porcelana completamente enojado.

En alguna otra parte de Seúl se encontraban el rubio y el pelinegro disfrutando de tan apreciada cena.

– Dime Tao ¿Qué es lo que harás?... Y sabes muy bien a lo que me refiero – dijo el rubio muy serio, esperando una respuesta.

– Aun no lose Dongho, pues lo único que tengo esto – dijo señalado el collar que llevaba consigo – y algunos recuerdos, que ha veces creo que son solo una ilusión. No se por donde empezar, pero ten por seguro que lo encontrare – finalizo el pelinegro.

Un silencio incomodo los invadió…

¬– Cambiado de tema… mi madre quiere verte, se emociono mucho cuando le dije que vendrías – emito algo nervioso – y me exigió que te ayudara en todo, sabes como es…

– Si, tu madre es algo singular, pero hablando de madres, debo llamar a la mía que de estar hecha un manojo de nervios, pues no le hablo desde el abordaje ¡jajaja! –

Después de eso ambos optaron por concentrarse solo en la comida, para evitar repetir una vez mas esta situación tan incomoda; al terminar de ingerir sus alimentos el moreno se dirige a la residencia, acompañado del rubio, al llegar a su destino el mas joven se despide y retira su hogar , a un pensativo Tao.

¬– “¿Que estarás haciendo, en este instante? ¿Estarás bien? ¿Eres feliz? ¿Te acuerdas de mi?”- estas y mil preguntas invadían el pasamiento de moreno, a tal punto de caer en los brazos de Morfeo completamente exhausto.

En algún distrito residencial de Seúl, se encontraba un rubio acurrucado en su cómoda cama, mientras meditaba…

¬“¿Porque simplemente, no puedes dejar de buscarme Kang Dongho?…”

Capitulo II: Princess

Los días transcurrieron a paso acelerado para el pelinegro, que se divirtió con el, que hasta hora era su único amigo en tan vasta ciudad, el cual se había procurado servir como guía, pues en los dos últimos días, este se encargo de mostrarle la ciudad.

En uno de los tantos, recorridos del fortacho, por la ciudad, este lo llevo a un pequeño café. Ambos se detuvieron frente al café, dar un vistazo a la fachada.

¬– Tiene un nombre muy peculiar ¿no crees? – exclamo el pelinegro algo confundido o quizás sorprendido.

– Lo se… pero me gusta el lugar, vengo aquí muy seguido- expreso alegre el rubio, para que luego ambos se adentraran al lugar.

Dentro del local, se hallaba el blondo, encargándose de la caja registradora, absorto en este, hasta que ve entrar a dos individuos, al rubio fornido y un pelinegro con una fuerte expresión en el rostro, el primero bastante conocido para el.

– ¡Baek, mira un panda! –

¬– Bro! Cálmate, no es para tanto, es solo un pastel- exclamo rubio alto, para que luego dirigirse a una del as mesas mas alejadas seguido por el pelinegro.

¬– Disculpen en que puedo servirles – pregunto amablemente el mesero

– Hola, Min ¿Cómo estas? – Preguntó el blondo fornido acercándose al más alto - ¿Qué dijo de las flores? – susurro este, para que solo mas alto lo escuchara.

– Lo siento… tuve que tirarlas, el me lo ordeno- exclamo el moreno alto.

No importa – suspiro decepcionado – Min trae para mí un café y ¿para ti? – pregunto a su amigo.

– Un café y un trozo de pastel de chocolate, por favor -

Minhyun se retiro, para cumplir con su trabajo dejando a los dos solos, mientras conversaban y reían de sus ocurrencias…

– Minhyun, ¿Quién es el chico

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