La transformación de la política de empleo en Venezuela

Para empezar, las políticas de empleo son todas aquellas medidas que tienen como objetivo el logro de un funcionamiento eficiente del mercado de trabajo y la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores. Donde su finalidad es la creación de empleo y la reducción de las tasas de paro.

En otras palabras, la relación entre empleo y población es la proporción de la población empleada de un país. Suele considerarse que la población joven es la que tiene entre 15 y 24 años de edad. En Venezuela la relación entre empleo y población (estimación modelado según la OIT), su valor más alto durante los últimos 28 años fue de 55.70 en 1993, mientras que su valor más bajo fue 41.18 en 2019.

La transformación de la política de empleo en Venezuela pasa por asumir el problema con una visión de desarrollo integral, basada en los siguientes lineamientos de política:

En primer lugar tenemos los principios y fines de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el Estado y el Gobierno Nacional, ya que persiguen el desarrollo integral del país extendiendo los tradicionales límites de la recuperación y el crecimiento económico, la cual tiene una visión profundamente democrática de justicia, e inclusión de todos los ciudadanos en el disfrute pleno de los derechos (salud, educación, formación y capacitación productiva, empleos y ocupación con ingresos dignos).

En segundo lugar las políticas con impacto en el empleo, están determinadas por la transformación del modelo económico rentista y el modelo dependiente de la explotación petrolera, ubicado en el sector terciario de la economía y excluyente de las gran mayoría de la fuerza de trabajo venezolana. El Estado venezolano ejecuta un conjunto de planes y programas que persiguen construir y consolidar un modelo económico basado en la utilidad productiva de todas las potencialidades y recursos existentes en el país; diversificando y fortaleciendo, tanto las fuentes, los sectores como los sujetos de la producción; promoviendo y concentrando la inversión pública y privada en el fortalecimiento del sector primario (agrícola y pecuario),secundario (manufacturero) y terciario (servicios estratégicos como el turismo, telecomunicaciones, producción de software y hardware.)

Las políticas de empleo se dividen, a su vez, en dos tipos: por un lado las referidas a la modificación de los elementos normativos e institucionales del mercado de trabajo; se explica por la existencia de ciertos desajustes de carácter estructural, entre ellos los debidos a elementos institucionales que distorsionan el buen funcionamiento del mercado de trabajo. Aunque está admite la existencia de un marco regulador para el mercado de trabajo, este no debe introducir ineficiencias.

Y, por otro, las denominadas políticas activas del mercado de trabajo; son todas aquellas encaminadas a elevar las posibilidades de que los parados

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