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Politica De Empleo Unidad 1

darly27 de Octubre de 2011

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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Superior

Maturín Edo. Monagas

Facilitadora: Integrantes:

María G. Tome ▪ Bastardo Carlata C. I. 17.092.873

▪ Rodríguez Carlos C.I. 19.257.084

▪ Plaza, Aurisbel C. I. 15.876.873

▪ Rodríguez Darlenys C.I. 17.547.428 Sec“C”

Sección “B”

Maturín, Octubre del 2011.

1) Explique el concepto del mercado de trabajo en Venezuela.

El Mercado Laboral: Es aquel que está conformado por las ofertas de trabajo o de empleo ofrecido por las organizaciones, en determinado lugar y en determinada época. Se comporta en términos de oferta y demanda. Es decir, disponibilidad de empleos y demandas de empleos, respectivamente. Básicamente, lo definen las organizaciones y sus oportunidades de empleo. Cuanto mayor sea la cantidad de organizaciones en determinada región, mayor será el mercado laboral y su potencial de disponibilidades de vacantes y oportunidades de empleo.

El mercado laboral se transa el más importante y valioso recurso, el recurso humano, el cual presenta unas características muy peculiares que merecen ser estudiadas por una rama de la Economía como lo es la Economía Laboral. La importancia y complejidad del recurso humano en la economía radica en que todas las actividades económicas que se llevan a cabo alrededor del mundo tienen, o al menos deberían tener como objetivo el bienestar del mismo recurso humano, lo cual a su vez impulsa su uso, por efecto de lo que se conoce como demanda derivada; además, curiosamente todas las actividades, medidas y políticas económicas tomadas por los países, tienen incidencia casi inmediata en los mercados laborales.

En Venezuela el mercado laboral ha sido poco estudiado, pues otros temas económicos (inflación, tipo de cambio y otros), han ocupado las primeras páginas de las revistas, libros y otros documentos. Sin embargo, en la última década las cifras de desempleo han alcanzado las cifras más altas que históricamente se hubieran conocido. Esto ha generado gran malestar en la población venezolana y, a su vez, altos costos sociales a largo plazo, razón por la cual merece especial atención por parte de quienes están encargados de dirigir los destinos económicos del país. Como un espacio a la reflexión en torno a la problemática existente en el mercado laboral, en el presente trabajo se pretende analizar los principales componentes del mercado laboral con el fin de explicar y resumir algunas alternativas viables en torno a los desequilibrios evidenciados en dicho mercado.

2) Investigar y detectar las demandas de trabajo en Venezuela.

Se entiende por demanda de trabajo la cantidad de trabajo que requieren las organizaciones de los individuos, por la que están dispuestas a pagar o remunerar. En principio esta demanda de trabajo es impulsada por la demanda de otros bienes y servicios generados por las empresas, por ello a esta demanda también se le conoce como demanda derivada (Mcconnell y Brue, 1997). Según investigaciones realizadas por Márquez, citadas por Betancourt et al. (1995), existen diferencias notables en el retorno de capital humano entre los segmentos que se distinguen en el mercado laboral venezolano. El sexo y la educación son las variables más importantes a la hora de seleccionar un trabajador en el sector formal e informal, pues la educación recibe una retribución negativa en el sector informal, dado los escasos salarios percibidos en dicho sector sin importar si el trabajador es cualificado, o la función o cargo que ocupe (empleador o patrono, empleado u obrero, ayudante o trabajador independiente no profesional).

Por otro lado, al distinguir entre trabajadores del sector formal entre público y privado, no se observaron cambios sustanciales en cuanto a remuneración, pues ambos están regidos por el salario mínimo; el sexo es la variable determinante para que el sector formal privado prescinda de la contratación de mano de obra femenina dadas las regulaciones legales imperantes en este sector de oferta de trabajo.

Estos resultados indican que existe una autoselección entre los trabajadores en el sector formal, pues los más educados o de mayor nivel educativo, son quienes que tienen mayor posibilidad de emplearse, y obtener mayor remuneración; los de capacitación más baja tienden a emplearse en el sector informal, lo que confirma la teoría del capital humano, en la cual la educación adquirida por los individuos les ofrece mayores posibilidades de empleo y niveles de ingreso más elevados. También corrobora la corriente del credencialismo pues los patronos prefieren emplear personas con niveles educativos altos (profesionales titulados o de altos credenciales) porque les indican que son capaces y están acostumbradas a superar dificultades o trabas impuestas por el sistema educativo, lo cual los hace más hábiles o "listos" (Moreno, 1998).

Según Márquez, citado por Betancourt, et al. (1995), el mercado de trabajo con el objeto de lograr la complementariedad entre capital y trabajo, asigna eficientemente a los trabajadores. Lo anterior lo comprueba la mayor aceptación que tienen las mujeres en el sector público, pues este respeta ampliamente las regulaciones que protegen el empleo femenino.

Si bien existen marcadas diferencias en el nivel de remuneración entre el sector formal e informal, se debe a que el sector formal utiliza métodos eficientes para seleccionar en el mercado laboral a los trabajadores más capacitados, al ser éstos complementarios con los mayores recursos de capital físico con que cuenta este sector aun más que el informal.

El sector formal demanda y selecciona a los trabajadores más capaces y productivos, con un criterio de rentabilidad y para cumplir con todas las regulaciones legales y la competencia internacional a la cual ha estado sujeta. De esta forma, se pone en evidencia el enfoque de la escalera o cola laboral (Moreno, 1998), mediante el cual el empresario selecciona aquel trabajador cuyo perfil se ajuste más a los requerimientos del cargo de acuerdo a su nivel educativo y experiencia, al que sea más desarrollable, adaptable y versátil en las labores a desempeñar; así, se busca ahorrar costos de entrenamiento y selección. Los procedimientos de selección de personal del sector privado formal venezolano también suelen ser muy cuidadosos, debido a las regulaciones en materia de legislación laboral, a las presiones del Gobierno y los sindicatos.

3) Describa las características y estructura del Mercado Laboral en Venezuela.

El estudio de la actuación del mercado laboral venezolano, en los últimos trece años, puede destacarse como una característica importante la creciente participación de la fuerza de trabajo dentro de la población de 15 años y más, la cual ha pasando de representar 59% en el año 1994 a 69% en el año 2003, traduciéndose en un aumento significativo de la tasa de actividad.

En la evolución de la tasa de actividad, destaca el aumento de la tasa de las mujeres frente al relativo estancamiento de la participación de los hombres. La mayor participación de la mujer se refleja en los componentes de la fuerza de trabajo, Ocupados y Desocupados, donde, en el caso de la población ocupada, han aumentado su participación a expensas de la merma relativa de la mano de obra masculina.

Por estratos de edad, la ocupación total comprendida entre 15 y 24 años no presenta cambios significativos en su estructura, alcanzando una participación de 20%, en contraste con la menor participación del estrato de 25 a 44 años, cediendo ese espacio de participación a la población comprendida entre 45 y 64 años de edad.

Dentro de esta estructura, las mujeres concentran su mayor participación en el estrato comprendido entre 25 y 44 años de edad. En términos de la tasa de actividad, se observa que el mayor aumento se ha producido en la población de 25 a 44 años. Uno de los aspectos más relevantes pudiera ser el caso de la población de 15 a 24 años, la cual está conformada en su mayoría por adolescentes que han tenido que emigrar de la población económicamente inactiva, y en su condición de estudiantes, a la fuerza de trabajo.

Uno de los cambios más significativos que se ha producido en la estructura de la población ocupada, y de mayores implicaciones económicas y sociales, es el aumento de la informalidad. Después de más de una década sin mayores cambios en su nivel de participación (40% del total de la ocupación), la informalidad presenta dos importantes repuntes: en el año 1994, cuando se eleva a 49%, y luego en el año 1999, cuando pasa a representar el 52% de la población ocupada, superando así a la población empleada en el sector formal de la economía, introduciendo así impactos importantes sobre el desempleo y los ingresos de los hogares.

En el año 2003 la informalidad se ubicó en 53%, es decir, 5,2 millones de personas, estableciendo una relación de 1,1 sobre la ocupación formal de la economía que alcanzó 4,7 millones de personas.

La participación de la mano de obra femenina ha sido determinante, dado que su incorporación a la fuerza de trabajo se ha dirigido en mayor proporción al sector informal de la economía. En el año 2003, la ocupación informal femenina representó el 40% de la población ocupada, en comparación al año

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