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La violencia política en Argentina entre 1966 y 1989


Enviado por   •  7 de Mayo de 2018  •  Informes  •  2.663 Palabras (11 Páginas)  •  110 Visitas

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El tema elegido -La violencia política en Argentina entre 1966 y 1989- pretende dar cuenta, mediante una periodización interna posible, de uno de los mecanismos  utilizados[1] en pos de la obtención de objetivos políticos. Dependiendo del contexto, se tratará de mostrar los actores intervinientes (Estado, organizaciones armadas, organizaciones paraestatales, militares, etc.) en acontecimientos que marcaron, frenaron y/o aceleraron los tiempos de la Argentina, en un arco temporal que irá desde 1966 con el Estado burocrático-autoritario[2] presidido por Ongania y el frustrado asalto a la tablada en 1989, como último acto de la guerrilla.

1966-1969.

El 28 de junio de 1966 se da un nuevo golpe de Estado bajo la autodenominada “Revolución Argentina”. Ongania,  en el contexto mundial de la Guerra Fría, adhiere a la Doctrina de Seguridad Nacional impulsada por las políticas exteriores norteamericanas con el fin de darle freno al avance del comunismo a nivel mundial. Esta, afirmaba que las fuerzas armadas de los distintos países latinoamericanos debían garantizar el orden interno combatiendo aquellas ideologías corporizadas en organizaciones, movimientos, etc. que apoyaran al comunismo. Se prohibieron los partidos políticos, así como todo tipo de participación política por parte de la ciudadanía. La intolerancia particular frente a las universidades como foco subversivo (los jóvenes se transforman en un sector peligroso para la dictadura, a contramano del orden moral impulsado desde el gobierno) se puede identificar con uno de los acontecimientos más característicos de su presidencia, conocido como La noche de los bastones largos, operativo policial de desalojo a golpes de docentes y estudiantes de las universidades; hecho que provocó el exilio de numerosos docentes, investigadores, científicos.

Las medidas autoritarias y represivas del gobierno impulsaron el compromiso político-social de los sectores juveniles en solidaridad con el movimiento obrero -sector afectado por el cercenamiento de derechos gremiales y los despidos-.  El 7 de septiembre de 1966 un policía uniformado hiere de muerte a Santiago Pampillón (estudiante y subdelegado de IKA). En palabras de Gordillo “[…] la memoria popular la computa como la primera víctima de la dictadura […] el hecho provocó gran conmoción por reunirse además en Pampillón la doble condición de estudiante-trabajador”[3].

Frente a un clima de época en donde el cambio social se abría como realidad posible – terreno abonado en gran parte por la experiencia cubana-, en el año 1968 los hechos de Tlatelolco, la Primavera de Praga, el Mayo francés, etc., tuvieron un fuerte impacto en la conformación de nuevas organizaciones políticas surgidas en su mayoría desde el ámbito universitario; y que frente a la alternativa reforma o revolución, comenzaron a optar por esta última, en sus diversas formas. El mismo Perón desde el exilio alentó la formación de grupos armados para hacer tambalear al régimen. En este año se puede identificar las primeras acciones de diferentes organizaciones que se volcaban por la opción de la lucha armada: Las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL) y, al año siguiente - como resultado de la división interna en el 4° congreso del PRT-, se da la conformación del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) que apostaba por una estrategia de guerra popular prolongada, entendiendo las insurrecciones y puebladas como parte integrante de la misma. Estos hechos muestran que “la elección de la vía revolucionaria para la toma del poder estaba ya consolidada entre algunos sectores”[4].

Indudablemente, el año 1969 fue el momento bisagra en el cual se pasó de la protesta a la rebelión popular. Sin adentrarme en los acontecimientos por cuestiones de extensión, los dos hechos más reconocidos a nivel nacional son el Cordobazo y el  Rosariazo. Una conjunción de descontento obrero[5] y de reclamos estudiantiles que demostraron la fuerza de la movilización social y condensaron el cuestionamiento al régimen.  El 30 de Junio de 1969 y como muestra de las posibles resoluciones internas dentro del peronismo, asesinan al referente de la CGT “Azopardo”, Augusto Timoteo Vandor.

1970-1973

El secuestro y posterior asesinato de Aramburu el 1 de junio de 1970  fue el hecho que publicitó la aparición de la organización peronista Montoneros[6] y el fin del gobierno de Ongania en su reemplazo por Levingston. Los partidos políticos comenzaron  presionar para una convocatoria a elecciones mediante un documento multipartidario conocido como La Hora del Pueblo.

Luego de lo que se conoce como el Viborazo o segundo Cordobazo, en marzo de 1971 se produjo un golpe interno mediante el cual Levingston fue derrocado por el propio Comandante en Jefe del Ejército y hombre fuerte de la Revolución argentina, el general Alejandro Agustín Lanusse. La propuesta del Gran Acuerdo Nacional (GAN) impulsada desde el gobierno de facto buscó propiciar una salida electoral bajo la tutela del ejército frenando de esa manera la ola revolucionaria. La propuesta fue rechazada por el propio Perón quien lanzó un frente político, el FREJULI (Frente Justicialista de Liberación Nacional) desde el cual exigió al gobierno el establecimiento de un calendario electoral sin proscripciones ni condicionamientos.

En un clima de creciente inestabilidad política se cometieron actos de terrorismo de Estado, como la Masacre de Trelew, en donde se ametralló a 16 miembros de distintas organizaciones armadas (peronistas y de izquierda) capturados tras un intento de fuga del penal de Rawson parcialmente exitoso. Este hecho marcó un antes y un después en la historia de la lucha armada. La consecuencia más inmediata fue una profundización del accionar de organizaciones armadas clandestinas como forma de venganza ante lo acontecido.

1973-1976

El 11 de marzo de 1973 el FREJULI gana las elecciones presidenciales con la formula Héctor Campora y Vicente Solano Lima. Se inicia en el país un breve periodo que se conoce como de primavera política y un acercamiento de la tendencia revolucionaria del peronismo al gobierno. A pesar de tal situación, un hecho que demostró las diferencias dentro del movimiento peronista fue el retorno de Perón el 20 de Junio de 1973, conocido como la Masacre de Ezeiza. En un intento por demostrarle a Perón mediante la movilización y cercanías al palco,  quienes eran los que más peso tenían dentro de la heterogeneidad del movimiento, se produjo un enfrentamiento armado entre la tendencia y la ortodoxia, dejando varios muertos en ambos lados. Tras la renuncia de Campora, el 23 de septiembre de 1973 Perón gana las elecciones presidenciales con el 62% de los votos. A los dos días, el secretario general de la CGT José Ignacio Rucci era asesinado por militantes de montoneros marcando un distanciamiento efectivo entre el líder y la tendencia, y un acercamiento al sindicalismo. Situación aquella que se puede identificar en el discurso del día del trabajador de 1974, acusándolos de “imberbes”. Tras su muerte el 1 de julio de 1974, Isabel inicia uno de los periodos más oscuros de la Historia Argentina, que será relevado por un nuevo golpe de Estado en manos de la dictadura militar en Marzo de 1976.  

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